El reto de la generación cuesta arriba

La dificultad de acceso a una vivienda se ha convertido en el principal problema que tienen en común las cuatro últimas generaciones de españoles. Si nos atenemos a los grandes datos sociológicos, tan solo la falta de un empleo estable preocupa más que el acceso a la vivienda. Son los dos grandes problemas de los jóvenes nacidos a partir de 1995, la Generación Z.

The Economist bautizó esta compleja situación de los más jóvenes de forma muy acertada: la generación cuesta arriba. Sus integrantes sufren una paradoja cruel: son los mejor preparados de la historia, cuentan con el acceso más nutrido a la información en décadas y, sin embargo, gran parte de su talento y potencial no encuentra oportunidades para materializarse. Uno de los últimos barómetros del Consejo de la Juventud reseñaba que la edad media de emancipación ha superado por primera vez en nuestro país los treinta años.

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No es fácil delimitar cuál es el origen de ese círculo vicioso y sin salida para tantos jóvenes: si la falta de empleo o la falta de vivienda. Ambas han cronificado un problema que afecta a generaciones enteras y al desarrollo económico y sociológico de nuestro país.

Sorprende que sigamos sin poner el foco en la escasez de nuevo suelo edificable como la razón de fondo del encarecimiento de la vivienda en España. Se necesitaría poner en el mercado al menos una tercera parte más de pisos nuevos cada año. Ese retraso encarece el resto y agrava el problema sin remedio.

Otro dato: un reciente estudio de CaixaBank Research advierte de que la presión demográfica en España crecerá significativamente hasta 2027, sin que la construcción de nueva vivienda le pueda seguir el ritmo. El informe calcula una métrica de desequilibrio, cuyo punto máximo de exceso de la demanda sobre la oferta sería de +1. Madrid capital estaría en el punto +0,42, solo por detrás de Murcia (+0,53), Tarrasa (+0,49) o Barcelona (+0,46).

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Sin embargo, las administraciones madrileñas han tomado nota del problema, cambiado de estrategia y empezamos a ver luz en el horizonte. Los desarrollos del Sureste, la mayor bolsa de suelo de toda la capital, donde se levantarán 117.000 de los 150.000 nuevos pisos ya previstos, y de los que 51.000 estarán en Valdecarros, generan un incremento en la oferta que, por su dimensión, impactará sin duda en el mercado y en los precios y servirá para facilitar el acceso a la vivienda de los jóvenes de Madrid. Es un primer paso para revertir la situación, aunque hacen falta muchos otros para colocar la vivienda asequible donde se necesita.

Por decirlo de una manera muy gráfica, los desarrollos del Sureste ayudarán a eliminar parte del desnivel que arrastra la generación cuesta arriba y otorgarán a la juventud una oportunidad de emancipación y mejora de su proyecto de vida.