Jorge Badía, un gran abogado

No me puedo hacer a la idea de que Jorge haya muerto. Tampoco, evitar la sensación de que en los últimos meses hemos perdido, de forma inesperada, a muchas personas cercanas y admiradas. Es muy difícil asimilar la desaparición de una persona como Jorge, que siempre pensaba en el futuro: nuevos objetivos y nuevas metas profesionales para él y para la organización que dirigía.

Hace tan solo unas semanas, en este mismo medio, nos decía que estaba decidido a presentarse a la reelección como consejero delegado de Cuatrecasas cuando, en 2023, venciera su actual mandato. Y compartía con nosotros los muchos planes que tenía para consolidar la posición de Cuatrecasas como uno de los despachos de referencia en Europa y en Latinoamérica.

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Profesionalmente, Jorge era, ante todo, un abogado. Como recientemente él mismo decía, fue el abogado número 17 de Cuatrecasas en Barcelona.

Era un litigador enamorado de su profesión, a la que se entregó totalmente. Como procesalista, gozaba de la admiración y el respeto de todos los que nos dedicamos al derecho. Muchas veces tuve la oportunidad de elogiar su trabajo con mis compañeros de Garrigues. Jorge fue uno de los grandes litigadores de nuestro país y esto es decir mucho.

Teníamos la misma edad, 59 años, y hemos desarrollado una carrera con muchas similitudes: abogados en un mismo despacho durante toda nuestra carrera, la responsabilidad de dirigir despachos grandes y complejos, y una dedicación sin límites para hacerlos crecer cualitativa y no solo cuantitativamente. Estas circunstancias me permiten valorar y admirar más todo lo que consiguió durante su vida profesional.

Competíamos con intensidad, pero siempre de forma leal y respetuosa. Como competidores, aprendí mucho de él y su forma de hacer

Competíamos en el mercado, con intensidad, pero siempre de una forma leal y respetuosa. Y como competidores que éramos, aprendí mucho de Jorge y de su forma de hacer.

Jorge era ambicioso en sus objetivos y reflexivo en su forma de actuar. Sabía escuchar y decidir. Tenía una estrategia clara y bien definida para la organización que dirigía. Le preocupaba la carrera de los profesionales que se integraban en su despacho y estaba siempre pendiente de transmitirles la cultura de la organización en la que él había crecido.

Hoy me doy cuenta de lo mucho que admiro a Jorge y de lo mucho que ha aportado a la profesión que compartimos. Su muerte nos deja a todos un vacío muy grande.

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Muy recientemente nos enfrentamos en Garrigues con la inesperada desaparición de Carlos de los Santos, querido compañero y responsable del departamento de Litigación y Arbitraje. Es por ello, y por la cercanía de ambos hechos, por lo que podemos entender especialmente bien el dolor que en este momento sienten todos los compañeros de Jorge en Cuatrecasas. Pero, como Jorge nos hubiera dicho, Cuatrecasas tiene un equipazo que sabrá continuar su legado.

A los demás nos queda recordar a una persona buena y a un abogado excelente, y mantener en nuestras mentes su recuerdo y su ejemplo.

* Fernando Vives es presidente ejecutivo de Garrigues.