La urgencia de la formación e incorporación de 'legal engineers' en el sector jurídico

Nos encontramos en una nueva era tecnológica que plantea desafíos y oportunidades sin precedentes para el sector jurídico. La inteligencia artificial (IA) generativa y la digitalización están reconfigurando las bases tradicionales de esta profesión, convirtiendo la adaptación a estas innovaciones en una necesidad imperiosa para los despachos de abogados. La figura del legal engineer emerge como una pieza clave en este escenario, sirviendo de puente entre el derecho y la tecnología, y asegurando que los despachos no solo se mantengan competitivos, sino que también maximicen su eficiencia y calidad de servicio.

El concepto de legal engineer fue introducido por primera vez en el libro de Richard Susskind The End of Lawyers?, donde describió la creciente necesidad de que los despachos de abogados contraten a personas con conocimientos tanto jurídicos como tecnológicos. Susskind consideraba que un ingeniero legal podría superar la brecha tradicional entre el derecho y la tecnología para lograr procesos más efectivos y eficientes.

La necesidad de integrar la tecnología en las prácticas legales es indiscutible. Todo despacho requerirá de un legal engineer capaz de comprender la normativa, los procesos internos y las necesidades tanto de abogados como de clientes, aplicando tecnología de manera efectiva. Esta integración promete no solo optimizar los procesos, sino también abrir nuevas vías para la prestación de servicios legales, tal y como ahora puede desarrollar una legaltech.

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La implementación de herramientas digitales y soluciones basadas en IA generativa está demostrando el potencial de la tecnología para liberar a los profesionales legales, en una primera instancia, de tareas repetitivas y básicas. Esto les permite enfocarse en la estrategia y el trato con el cliente, facetas irremplazables por la automatización. Sin embargo, el coste de implementación y mantenimiento de tecnologías avanzadas, como los LLM (Large Language Models) personalizados con datos, modelos y know-how propio, puede ser inaccesible para despachos pequeños o medianos, además de los interrogantes sobre la forma de amortizar dicha inversión y la posible consolidación del mercado legal en torno a grandes firmas con mayores recursos y acceso a datos.

La reciente reflexión de Jen-Hsun Huang, CEO de NVIDIA, sobre el futuro de la educación y la tecnología encaja profundamente con la necesidad de adaptar la formación jurídica. "Hemos cerrado la brecha tecnológica", afirmó, destacando cómo la IA permite ahora a cualquier persona, sin necesidad de conocimientos previos en programación, contribuir al desarrollo tecnológico.

Este enfoque democratizador de la tecnología subraya la importancia de formar legal engineers, que si bien no requieren ser capaces de programar, deben comprender y aplicar soluciones de IA de manera intuitiva y estratégica en el ámbito legal.

Ante este panorama, se hace cada vez más imprescindible la creación en España de un máster vanguardista de legal engineers, con un programa orientado a la era de la inteligencia artificial y la tecnología digital, preparando a los futuros profesionales para enfrentar y liderar el cambio en el sector jurídico.

"Los despachos que se adelanten a esta tendencia no solo liderarán en innovación tecnológica, sino que también estarán en posición de ofrecer servicios legales más eficientes"

La inclusión de habilidades específicas como la formación en prompting, gestión de proyectos, análisis y optimización de workflows, gestión y conexión de bases de datos a sistemas de IA y competencias en data-science, es crucial para desarrollar un perfil profesional integral y dinámico. Todo bajo un enfoque innovador que prepare a los estudiantes para ser pioneros en la creación de soluciones disruptivas, no solo consumidores de tecnología.

La capacitación de legal engineers constituye una inversión clave en el futuro del derecho. Las universidades españolas deben evolucionar sus programas educativos para formar profesionales capaces de fusionar conocimientos legales con competencias tecnológicas avanzadas. La visión de líderes como Jen-Hsun Huang refuerza esta perspectiva, anticipando un futuro donde la tecnología y la IA sean accesibles y transformadoras para todos en el ámbito legal. Los despachos que se adelanten a esta tendencia no solo liderarán en innovación tecnológica, sino que también estarán en posición de ofrecer servicios legales más eficientes, innovadores y ajustados a las demandas de la sociedad digital del siglo XXI.

* Jens-Christian Jahnke, socio de Balder