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Adiós a la Golden Visa: España acaba con una importante herramienta de atracción de capital
La relación entre la Golden Visa y el problema de la vivienda en España merece una revisión más profunda
El Gobierno de España ha decidido eliminar la Golden Visa, una modalidad de visado que permitía a ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea obtener la residencia en el país mediante inversiones significativas. Desde su creación en 2013, estos visados se han convertido en una herramienta clave para atraer capital extranjero, especialmente en sectores como el inmobiliario, financiero y empresarial. Sin embargo, el pasado 14 de noviembre, el Congreso aprobó la derogación de los artículos 63, 64, 65, 66 y 67 de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, de forma que se elimina este tipo de residencia. Se espera que el texto definitivo se publique en el Boletín Oficial del Estado antes del 31 de diciembre de 2024 y que la nueva normativa entre en vigor en un plazo de tres meses, lo que significaría la desaparición de este régimen para finales de marzo de 2025. Hasta entonces, se podrán seguir tramitando solicitudes de Golden Visa en todas sus modalidades y se gestionarán conforme a la normativa anterior.
La Golden Visa ofrecía a los ciudadanos extranjeros la posibilidad de establecerse en España a cambio de realizar una inversión relevante en el país. Esta opción de residencia se otorgaba a quienes adquirían bienes inmuebles con un valor mínimo de 500.000 euros, pero también a inversores que realizaran otras formas de aportaciones financieras. Entre ellas, se incluían la compra de títulos de deuda pública española por un valor superior a dos millones de euros o la inversión de al menos un millón de euros en empresas locales, fondos de inversión constituidos en España o depósitos bancarios en entidades financieras nacionales. Además, los inversores podían optar a este visado si desarrollaban un proyecto empresarial que generase empleo, impacto socioeconómico o innovación en la región donde se estableciera.
Este régimen de visado ha permitido atraer importantes flujos de inversión a España en un contexto que, en su momento, buscaba reactivar la economía tras la crisis financiera. Para muchos extranjeros, la Golden Visa se ha presentado como una oportunidad para establecer una relación con el país sin la exigencia de una residencia prolongada, lo que facilitaba tanto su inversión como su vinculación a nivel profesional y familiar.
La decisión de eliminar la Golden Visa genera diversas dudas sobre su supuesto impacto negativo. Los defensores de esta medida argumentan que la compra de inmuebles de alto valor por parte de inversores extranjeros ha contribuido a la subida de precios en ciertas zonas y ha dificultado el acceso a la vivienda para los residentes locales. Sin embargo, esta relación entre la Golden Visa y el problema de la vivienda en España merece una revisión más profunda. La mayoría de las inversiones en inmuebles bajo este régimen se realizan en propiedades de alto valor, que suelen estar fuera del alcance de la mayoría de la población y cuyo alquiler, en caso de ser destinado al arrendamiento, oscila entre los 3.000 y 5.000 euros mensuales. Esto sugiere que el impacto sobre el mercado de vivienda accesible podría no ser tan directo como se plantea.
Todos los visados
Asimismo, al eliminar los visados para otro tipo de inversiones —como la compra de deuda pública, la inyección de capital en empresas locales y la financiación de fondos de inversión y proyectos empresariales— España renuncia a una fuente de financiación que beneficia tanto al sector público como al privado. La Golden Visa no solo ha favorecido a grandes proyectos corporativos, sino también a empresas de menor tamaño y a iniciativas de interés general en regiones que se han beneficiado de un impulso económico significativo. Además, la salida de estos inversores podría tener un impacto en los depósitos y cuentas en entidades financieras españolas, y disminuir la liquidez de capital extranjero en el sistema financiero nacional.
Por otro lado, muchos inversores extranjeros, especialmente de origen hispanoamericano, consideraban la Golden Visa como una vía de entrada ágil hacia una posible nacionalidad española. Este factor tenía además un potencial de beneficio demográfico para España, un país que actualmente enfrenta una crisis de natalidad y un envejecimiento de su población. En este sentido, el fin de la Golden Visa puede suponer la pérdida de un segmento de población que ha mostrado interés en establecer lazos más permanentes con el país, lo que no debería pasar desapercibido en el debate.
En conclusión, la eliminación de la Golden Visa supone un cambio en la política migratoria y económica de España que trae consigo interrogantes sobre su verdadero impacto en la sociedad y la economía local. La decisión de suprimir este visado podría privar al país de oportunidades de inversión extranjera en sectores clave así como dificultar la atracción de capital y proyectos que han demostrado generar beneficios a largo plazo. Aunque las solicitudes aún pueden tramitarse hasta la entrada en vigor de la nueva normativa, la cuenta regresiva ya ha comenzado para inversores que quieran aprovechar esta última oportunidad de residencia por inversión en España.
*Andrés Dos Santos es abogado de Next Abogados
Andrés Dos Santos
Andrés Dos Santos
El Gobierno de España ha decidido eliminar la Golden Visa, una modalidad de visado que permitía a ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea obtener la residencia en el país mediante inversiones significativas. Desde su creación en 2013, estos visados se han convertido en una herramienta clave para atraer capital extranjero, especialmente en sectores como el inmobiliario, financiero y empresarial. Sin embargo, el pasado 14 de noviembre, el Congreso aprobó la derogación de los artículos 63, 64, 65, 66 y 67 de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, de forma que se elimina este tipo de residencia. Se espera que el texto definitivo se publique en el Boletín Oficial del Estado antes del 31 de diciembre de 2024 y que la nueva normativa entre en vigor en un plazo de tres meses, lo que significaría la desaparición de este régimen para finales de marzo de 2025. Hasta entonces, se podrán seguir tramitando solicitudes de Golden Visa en todas sus modalidades y se gestionarán conforme a la normativa anterior.