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Ni lince, ni oso, ni lobo: este es el mamífero más amenazado de la fauna ibérica
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Jose Luis Gallego

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Ni lince, ni oso, ni lobo: este es el mamífero más amenazado de la fauna ibérica

La población de visón europeo en España se estima en 142 ejemplares. Los expertos calculan que si no actuamos de manera urgente la especie podría desaparecer en esta misma década

Foto: El visón europeo se ha convertido en el mamífero salvaje más amenazado de Europa (Foto:WWF)
El visón europeo se ha convertido en el mamífero salvaje más amenazado de Europa (Foto:WWF)

Los biólogos de campo que trabajan en el estudio y la conservación del visón europeo (Mustela lutreola) venían alertando desde hace tiempo de la caída en picado de sus poblaciones en España. Cada vez era más difícil ver un visón europeo en los territorios donde habitaba, por eso reclamaban que se llevara a cabo un censo nacional de la especie con el objetivo de saber cuántos ejemplares quedaban.

En 2017 la organización conservacionista WWF puso en marcha una campaña de comunicación para concienciar a la sociedad sobre la grave situación en la que se encontraba el visón europeo en nuestro país y exigía al Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) la realización del censo con carácter de urgencia. El título de la campaña lo decía todo: “Menos de 500”. El registro se llevó a cabo por fin durante el pasado otoño y, para consternación de biólogos y conservacionistas, los resultados han venido a demostrar que la especie se encuentra mucho peor de lo que se podía imaginar.

142 individuos, con un rango de 130-157, en todo el país: estos son los inquietantes datos que ha aportado el censo de la especie coordinado por el MITECO en colaboración con las comunidades autónomas y el CSIC. Tras darse a conocer, han empezado a movilizarse por fin los recursos que venían reclamándose desde hace más de una década. “Sabíamos que su situación era delicada: estos resultados confirman nuestros peores presagios. Tenemos que actuar pronto o se nos va de las manos” comenta Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, a este diario. Un temor que comparten los expertos sobre la especie consultados para la elaboración de este artículo.

Foto: Ejemplar de águila imperial ibérica. (SEO/Birdlife-Martín Simón)

Clasificado desde 2018 como especie ‘en situación crítica’, las probabilidades de perder para siempre al visón europeo son tan altas que ha sido declarado como el mamífero salvaje más amenazado de toda Europa. El norte de España y el oeste de Francia albergan, junto a algunas zonas de los Urales rusos y la cuenca del Danubio, las tres únicas áreas de cría que le quedan en el continente. En todas ellas los efectivos han caído un 95% en menos de un siglo. En nuestro país su área distribución abarca pequeñas manchas en el norte de la península, con núcleos de población localizados en País Vasco, Navarra, La Rioja norte de Castilla y León, Aragón y Cataluña.

Desde la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (SECEM) coinciden en que “la situación del visón europeo es crítica por su bajo tamaño poblacional”. Para el biólogo Francisco José García González, vicesecretario general de esta prestigiosa entidad científica, “aunque hay que tener en cuenta que nunca ha llegado a ser muy abundante en España, al tratarse de una especie que colonizó la Península a mediados del siglo XX, la tendencia observada para la especie en los últimos años es preocupante y requiere de medidas urgentes y decididas para su conservación y la de los hábitats riparios que ocupa”.

Laura Moreno Ruiz es la responsable del Programa de Especies de WWF. Su diagnóstico coincide con el de la SECEM. “Hay que reconocer que se han hecho importantes esfuerzos en los últimos años -comenta en conversación con este diario- tanto por las administraciones como por varias entidades dedicadas a la conservación de la especie, pero los datos hablan por sí solos: en pocos años hemos pasado de alrededor de 500 ejemplares [censo nacional 2001] a apenas 142, por lo que está claro que hay que cambiar la forma de trabajar con la especie, pues esta claro que las acciones que se han puesto en marcha hasta la fecha no están funcionando”.

El buen ejemplo del lince ibérico

A la pregunta de si estamos a tiempo de recuperar a una especie salvaje con unos registros poblacionales tan bajos, no duda en responder en positivo. “Desde WWF España estamos convencidos de que podemos salvar al visón europeo si actuamos de forma conjunta en las acciones de conservación prioritarias. De hecho, los expertos ya han comprobado anteriormente como el visón europeo ha conseguido prosperar y colonizar nuevas zonas cuando deja de tener la presión y la competencia del visón americano, como se demostró con el exitoso proyecto LIFE Lutreola”.

Para justificar su optimismo recurre al ejemplo de la prodigiosa recuperación del lince ibérico. “Lo que hemos aprendido con el lince es que, cuando hay voluntad política, se enfocan bien las acciones de conservación, y se mejoran la coordinación y la gobernanza, se ponen los recursos necesarios, una especie se puede salvar de la extinción”, señala.

placeholder Un visón europeo en su hábitat característico (EFE Raquel Manzanares)
Un visón europeo en su hábitat característico (EFE Raquel Manzanares)

El redactor recuerda que en 1992 quedaban 92 linces en la península ibérica. Los números eran tan coincidentes como escalofriantes. Este año, tras la temporada de cría que acaba de arrancar, es más que probable que la cifra supere los 1600 ejemplares repartidos entre España y Portugal. “De hecho, si continúan los esfuerzos de conservación y se mantiene la tendencia positiva en los próximos años -comenta la experta de WWF- se estima que para el año 2040, podría dejar de ser especie amenazada". Un escenario impensable hace tan solo veinte años. "Se trata de un buen ejemplo que debemos tener en cuenta y que nos da motivos de esperanza con el visón europeo, que ahora es el carnívoro más amenazado de España y de todo el continente”.

Como en el caso del felino, buena parte de las posibilidades de salvación de este mustélido pasa por la cría en cautividad y la reintroducción en su entorno. En paralelo se debe iniciar una campaña nacional de restauración integral de los ríos donde habita el visón europeo, eliminando barreras, recuperando los caudales ecológicos y la vegetación autóctona de ribera. Para García González, de la SECEM, “es preciso trabajar mejor para mejorar la conectividad entre cuencas y con la población francesa de la especie, minimizando las causas de mortalidad no natural que incluya la mejora de la detección de puntos negros de las carreteras, la adaptación de pasos para fauna, mejora de drenajes, vallados, etc”.

El enemigo invasor

Ambas entidades convienen también en destacar la necesidad de intensificar la lucha contra el visón americano, especie incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y una de las principales amenazas para el visón europeo y el resto de la biodiversidad que acogen nuestros ecosistemas ribereños. Más grande que el europeo y con mayor capacidad de adaptación a los ambientes contaminados de los ríos, el visón americano muestra además una tasa de reproducción mucho mayor, por lo que está colonizando rápidamente los hábitats fluviales expulsando a nuestra especie autóctona. “Hay que trabajar con mayor intensidad en la erradicación del visón americano, de forma continua, coordinada y persistente en el tiempo -señalan desde la SECEM- así como evitar la existencia de granjas peleteras de cría de visón americano en el área de distribución del visón europeo y sus cercanías”.

placeholder Visones americanos hacinados en una granja peletera (EFE/Igualdad Animal)
Visones americanos hacinados en una granja peletera (EFE/Igualdad Animal)

Como nos recuerdan desde WWF la especie invasora se adapta con facilidad a cualquier tipo de entorno acuático, muestra una mayor capacidad reproductora y no tiene depredadores naturales. Asimismo, está comprobado que no duda en atacar a su congénere, sobre todo a ejemplares jóvenes, actuando como un nuevo y combativo depredador. Además, como alerta Laura Moreno "la presencia de visón americano puede afectar a otras especies de mustélidos autóctonos (comadrejas, tejones, garduñas, turones, nutrias) a través del contagio de la enfermedad aleutiana del visón (ADV): una grave enfermedad vírica para la que no existen tratamientos preventivos ni curativos, y otras enfermedades como la Covid-19 o la gripe aviar que los visones americanos de las granjas peleteras han demostrado ser enormemente susceptibles de contraer y transmitir".

Por ello, su expansión desde zonas donde ya ha conseguido establecerse a otras más alejadas puede acabar alterando por completo los ecosistemas acuáticos, lo que afectará no solo al visón europeo sino también al resto de especies ligadas a los ecosistemas fluviales, algunas igualmente tan amenazadas como el desmán ibérico. De ahí que, como apuntan desde la SECEM, la organización conservacionista venga reclamando desde hace años el cierre urgente y definitivo de las granjas de visón que quedan en España, así como su prohibición para siempre. “No podemos permitirnos nuevos accidentes o escapes de visones americanos desde las granjas peleteras -insiste en remarcar Moreno- que puedan comprometer las acciones de conservación sobre el terreno”.

Foto: Oso pardo fotografiado en 2022 en los Pirineos. (GSTOP)

Otra de las claves esta en reforzar el programa de cría en cautividad, que en opinión de WWF no ha llegado a cumplir los objetivos previstos hasta la fecha “a día de hoy todavía no se dispone del número suficiente de animales aptos para ser liberados al medio y capaces de sobrevivir, reproducirse y crear poblaciones”, apunta Laura Moreno, pues, “aunque es cierto que se ha creado un nuevo centro de cría [se refiere al centro nacional de cría de visón europeo de Almarza de Cameros, en La Rioja] lo cierto también es que, a pesar de la situación de urgencia, todavía está vacío y no dispone de animales para criar”.

Respecto al papel que deben jugar las administraciones, la SECEM reclama “una revisión y redacción de la Estrategia Nacional para la especie, que data de 2005”, algo en lo que coincide WWF, desde donde se apremia al gobierno central a lograr una acción mejor coordinada pues “la población española de visón europeo es una, y hasta ahora se han hecho esfuerzos desiguales y en ocasiones descoordinados”.

placeholder Crías de visón europeo nacidas en cautividad (EFE/Ayuntamiento de Vitoria)
Crías de visón europeo nacidas en cautividad (EFE/Ayuntamiento de Vitoria)

Para evitar que eso siga ocurriendo va a ser necesario abordar la recuperación de la especie de forma integral, con un plan conjunto para toda su área de distribución histórica. Un plan que se ejecute de forma coordinada, con presupuesto suficiente y continuo, y con un liderazgo decidido por parte del MITECO, en el que estén implicadas las comunidades autónomas y las confederaciones hidrográficas. Sin esa voluntad de colaboración, sin ese ‘todos a una’, va a resultar muy difícil recuperar al visón europeo: una de las especies más bellas de la fauna ibérica, una joya de nuestra naturaleza que, como señalaba Juan Carlos del Olmo “se nos va de las manos”.

Los biólogos de campo que trabajan en el estudio y la conservación del visón europeo (Mustela lutreola) venían alertando desde hace tiempo de la caída en picado de sus poblaciones en España. Cada vez era más difícil ver un visón europeo en los territorios donde habitaba, por eso reclamaban que se llevara a cabo un censo nacional de la especie con el objetivo de saber cuántos ejemplares quedaban.

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