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¿Cuánto vale el cash?
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Miguel de Juan Fernández

A Bordo del Argos

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¿Cuánto vale el cash?

“Ved mis obras, poderosos, y temblad- dijo Ozymandias”, Watchmen- Alan Moore   “Sólo hay dos requisitos para triunfar en Wall

“Ved mis obras, poderosos, y temblad- dijo Ozymandias”, Watchmen- Alan Moore

 

“Sólo hay dos requisitos para triunfar en Wall Street”, dijo una vez Ben. “Uno,

tienes que pensar correctamente; y dos, tienes que pensar independientemente”, Benjamin Graham citado por Janet Lowe en Benjamin Graham on Value Investing (1996, Penguin Books)

 

Uno de vuestros comentarios a la serie sobre el cálculo del valor (Ganándome un piso-I a V) pedía que os pusiera más casos concretos de empresas. A parte de recomendaros que le echéis un vistazo al libro donde hay varios casos, tanto de renta variable como de renta fija, tengo que deciros que lamentablemente no puedo ser excesivamente explícito debido a que podría suponer relegar a los argonautas. Los casos que os comente -además de no suponer nunca una recomendación- siempre serán de situaciones ya pasadas o descartadas y, en otras ocasiones, comentarios generales. Supongo que lo entenderéis. Los argonautas, por el contrario, sí que reciben todas las explicaciones en el momento pues a ellos me debo. Dicho lo cual, voy a comentaros una situación que quizás os resulte interesante.

En líneas generales, la cuenta de tesorería y equivalentes no debería dar muchos problemas a la hora de analizarla. Sin embargo no es así. Hay que mirar a ver qué tiene realmente la empresa en esa cuenta, no vaya a ser que pensando que es dinero líquido, os enteréis que la empresa haya invertido su dinero en estructurados y ahora no lo pueda sacar -que supe de un caso- porque el emisor esté dando problemas. Pero, aún suponiendo que lo que hay en caja sea puro efectivo en el banco, si una empresa cotiza por debajo de su valor en cash ¿es un chollo? ¿deberíamos comprarla sin dudar?

Naturalmente cada uno puede hacer lo que quiera, pero creo que merece la pena razonar un poco sobre el tema. Es lo bueno de invertir, que cada operación es un mundo y hay que procurar tener bien claro qué terreno estamos pisando antes de invertir nuestro dinero o el de nuestros inversores (donde la responsabilidad, creo, es mayor), no vayamos a caer en una trampa de valor y el cash sí que son obras, “poderosas”.

Veamos el caso siguiente, una situación considerada, en principio, chollo por cualquier inversor: una compañía cotizando por debajo de su efectivo en caja. Y efectivo normal, sin cosas más raras que repos o letras a tres meses. Dado que aún estoy con ella, permitidme que os hable en líneas generales y con datos modificados pero correctos en lo esencial.

La empresa se dedica a la pura exploración minera y actualmente tiene licencia para explorar en las Islas Kuriles, cerca del Ártico. Se espera que encuentre pronto mineral apropiado para su explotación, dado que en una zona cercana otra compañía acaba de descubrir vetas de mineral que promete una explotación muy rentable. Ambas compañías son pequeñas y para su financiación precisan de acuerdos con otras empresas mayores. Ambas lo tienen, pero la nuestra aún no ha encontrado ninguna veta satisfactoria y ello ha llevado a su cotización a desplomarse en los últimos meses, de forma que su valor en bolsa es inferior al dinero que tiene en caja. ¿Deberíamos comprar sin más? ¿Un euro no es un euro?

Pues quizás no. En líneas generales esta situación nos haría salivar como al perro de Pavlov, pero no todas las cajas son iguales (y no va con segundas). Por eso es importante analizar y conocer cada situación. Ya sé que hay una rama del value que es más cuantitativa y que comprando 50 o 100 empresas a precios de derribo puede funcionar sin necesidad de pensar más, ni asumir más trabajo y rotando la cartera cada uno o dos años. Pero, personalmente, prefiero el otro camino -y si sois lectores de Tolkien, el Camino Recto hacia Valinor- dado que normalmente ese tipo de gestión cuantitativa se centra en micro o nano empresas y creo que debo a las personas que me han confiado todo o parte de su patrimonio el poderles explicar porqué considero que tal empresa les va a aportar valor en vez de una simple situación mecánica.

Sigamos. En este tipo de empresas en el que su negocio es pura exploración -las hay también en el sector petrolífero, por ejemplo, y en el farmacéutico- básicamente podemos encontrarnos con que la caja que actualmente tenemos en cartera desaparece a gran velocidad, pues necesitan seguir explorando hasta dar con la veta adecuada y encontrar el yacimiento que les permita obtener su rentabilidad. Básicamente son empresas -apuestas- que si sale bien y aciertan con el lugar podemos multiplicar por 5, 10 o 20 veces su valor. Si salen mal, iremos derrochando nuestra liquidez cavando grutas por todas las Kuriles sin encontrar en nuestra zona de licencia nada del otro mundo. 

Y, por si fuera poco, estas empresas para poder seguir vivas necesitarán -en caso de no tener éxito en su exploración- de nuevas inyecciones de capital, cediendo derechos de explotación sobre cada vez mayores zonas y diluyendo, por tanto, nuestra participación. Salvo que seáis unos expertos en ese nicho de mercado sería preferible una estrategia o bien de esperar a que encuentren la veta, pasar completamente de la empresa como inversión y fijar vuestra atención, quizás, en su deuda si la hubiere o, finalmente, adquirir acciones de todas las empresas mineras que están hurgando en esa zona, en especial si alguna de ellas ya ha encontrado alguna veta con éxito. Es probable que de la inversión en varias, además de minimizar el riesgo de apostar todo a una que parece barata se compensen unas con otras.

Por mi parte optaría antes por las dos primeras opciones, en especial la segunda.

Si, por el contrario la empresa es una empresa industrial normal, es decir, que fabrica y vende cosas de manera recurrente, con mejores o peores márgenes, que cuenta con años de historia y no está excesivamente endeudada… si vale menos en bolsa que el dinero en su caja fuerte puede ser muy, muy interesante.

Nos vemos en el próximo artículo. Un abrazo a todos.

“Ved mis obras, poderosos, y temblad- dijo Ozymandias”, Watchmen- Alan Moore