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Hablando de Gamesa y de preferentes
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Miguel de Juan Fernández

A Bordo del Argos

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Hablando de Gamesa y de preferentes

“Suponga que es usted el propietario de una empresa industrial y que como a tantos otros, no le fue muy bien el año 2011. Las perspectivas

Suponga que es usted el propietario de una empresa industrial y que como a tantos otros, no le fue muy bien el año 2011. Las perspectivas a corto plazo no son nada halagüeñas, se siente bastante pesimista y estaría dispuesto a vender si le llegara una buena oferta, hacer las maletas y disfrutar de un merecido descanso. Un posible inversor parece interesado, le pide sus cuentas y usted le presenta un muy saneado balance, que viene a ser algo como lo siguiente: Fábricas, maquinarias y patentes….5.715.000 euros; Existencias y clientes…..14.000.000 euros; Tesorería……3.050.000 euros; TOTAL ACTIVO…..22.765.000 euros; Menos deuda a pagar…..16.000.000 euros; Patrimonio NETO…..6.765.000 euros.

Tras revisarlo por encima, el inversor le hace una oferta de 1.800.000€ por toda la compañía. Los más de tres millones en efectivo, las existencias y lo que nos deben los clientes y todo lo demás. De una empresa que, aunque el año pasado lo tuvo complicado, aún fue capaz de ganar dinero, poco pero fue un año más obteniendo resultado positivo. ¿Vendería vd?¿Aceptaría la oferta del inversor? Admitamos que la pregunta parece un chiste; seguramente nadie respondería de forma afirmativa a la oferta de venta, nadie en su sano juicio cambiaría por menos de dos millones algo que, limpio de deudas, vale casi siete y que sigue generando beneficios para su propietario. Sin embargo, por increíble que parezca, los miles de accionistas de Gamesa Corporación Tecnológica que vendieron sus acciones en este mes de Mayo entre 1,8 y 2 euros hicieron prácticamente eso. (Nota: Los datos del balance se han calculado por acción y redondeado a millones para hacer más sencillo el cálculo).”

Miguel de Juan Fernández (Artículo para La Crónica de León en Mayo 2012)

Hace un año escribí para La Crónica de León una serie de artículos que se alargaron seis meses y esta cita inicial fue el comienzo del primero. La evolución de Gamesa, tras escribir dicho artículo fue caer hasta el euro por acción -un fuerte desplome de aproximadamente el 50% en pocos meses- y la posterior recuperación hasta los niveles actuales entorno a los 2,96 euros por acción -una subida desde esos niveles del entorno del 48-64% dependiendo del nivel de referencia que tomáramos-. Es bastante evidente, por tanto, que no soy ningún adivino respecto a la evolución en el corto plazo de la cotización de una acción o en general del propio mercado,… por eso insisto tanto en que no pretendo adivinar qué hará el mercado y les recomiendo que tampoco pierdan el tiempo en dicho esfuerzo. Sin embargo, quería utilizar el ejemplo de Gamesa para ver el punto de vista del value. En ningún caso, ni ahora ni hace un año, suponía ninguna recomendación en ningún sentido y de hecho, aunque pensando que Gamesa cotizaba muy por debajo de lo que sería lógico, yo no la tenía ni me interesaba tenerla en el Argos,… pero ello no era impedimento para saber que estaba razonablemente barata. (Y como pasa en determinadas ocasiones, algo que hoy está barato puede abaratarse mucho más mañana).

Pero como decía Graham, “uno no tiene razón porque haya muchos que coincidan con él, sino porque su razonamiento y hechos sean correctos”; en nuestro caso, el mercado no nos dio la razón en el cortísimo plazo, pero nos la está dando en el corto plazo. Olvidándonos de las características de la empresa que no la hacían lo suficientemente atractiva como para incluirla en el Argos, los propios datos de la compañía indicaban que estaba barata; tan barata que valía más liquidarla que lo que los accionistas estaban dispuestos a pagar por ella sin contar con el futuro de la misma

Sin embargo, calcular lo que puede valer una determinada empresa -cotizada en este caso- no significa en ningún caso que podamos adivinar el comportamiento de su cotización en el corto plazo, y en ese sentido es importante establecer un margen de seguridad antes de invertir en ella. Una vez que tenemos claro lo que vale y que sabemos que contamos con suficiente margen de seguridad, la decisión más racional es invertir. Incluso aunque nos enfrentemos con que nuestra empresa sigue cotizando a la baja.

Fuera de este aniversario, me gustaría hablar algo sobre las preferentes y el escándalo que han supuesto y qué están haciendo algunos afectados. En su día ya comenté que eran un producto que era difícil que se hubieran colocado bien, ya que sus características generalmente sólo lo hacen atractivo para la entidad emisora. Y les advierto de que ya se están preparando las nuevas preferentes.

Muchos afectados que se sienten estafados -y casi seguro con razón- se enfrentan a la disyuntiva entre demandar, aceptar el arbitraje de la entidad o no hacer nada y lamerse las heridas. La peor decisión, pienso, es esta última. El arbitraje dependerá de la cantidad que acepte devolver la entidad, pero con una advertencia. Es difícil que la devolución -salvo casos puntuales- sea en dinero efectivo ya que la entidad precisamente se encuentra en dificultad financiera; lo más probable es que la cantidad que les devuelva sea a través de acciones o a través de algún otro producto y que en una fecha futura se les entreguen las acciones. En este caso, tengan cuidado con el precio de dichas acciones y piensen que, por lo general, es probable que pierdan algo más en el momento en que se desprendan de ellas.

Sin querer decirle a nadie lo que debe hacer creo que la mejor opción es la de acudir a los tribunales. Si consiguen que la justicia les de la razón la entidad habrá de devolverles su dinero en metálico, no en acciones; lo que es una ventaja. En León, al frente de un grupo de demandantes está la abogada Mª José del Río que se está especializando en la defensa de inversores leoneses afectados por productos financieros de la banca. No le faltarán casos, dada la historia reciente. Pero no crean que los escándalos acabarán aquí. Como he dicho en otras ocasiones, mientras a los asesores financieros de la banca comercial o de la banca privada se les siga retribuyendo por las comisiones que consiguen captar de los clientes, el conflicto de intereses seguirá vigente y los asesores seguirán ofreciendo los productos de campaña que tantas comisiones dejan a la entidad.

Si de algo sirve el enfoque value de Graham y Buffett es para alejarse de estos productos y asesores, para comprar títulos con margen de seguridad y para superar al mercado en el medio y largo plazo,… como está demostrando el Argos Capital. Sean prudentes.

Suponga que es usted el propietario de una empresa industrial y que como a tantos otros, no le fue muy bien el año 2011. Las perspectivas a corto plazo no son nada halagüeñas, se siente bastante pesimista y estaría dispuesto a vender si le llegara una buena oferta, hacer las maletas y disfrutar de un merecido descanso. Un posible inversor parece interesado, le pide sus cuentas y usted le presenta un muy saneado balance, que viene a ser algo como lo siguiente: Fábricas, maquinarias y patentes….5.715.000 euros; Existencias y clientes…..14.000.000 euros; Tesorería……3.050.000 euros; TOTAL ACTIVO…..22.765.000 euros; Menos deuda a pagar…..16.000.000 euros; Patrimonio NETO…..6.765.000 euros.

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