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Carlos Doblado

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Usted elige, susto o muerte

El mercado norteamericano ha estado más cerca de un suelo relevante que de un techo en lo que llevamos de 2016. Y por correlación, el europeo

Foto: Parqué de Nueva York, Estados Unidos. (EFE)
Parqué de Nueva York, Estados Unidos. (EFE)

Llevo desde primeros de febrero defendiendo una idea que está claramente contra el consenso, al menos el de los analistas técnicos: el mercado norteamericano ha estado más cerca de un suelo relevante que de un techo en lo que llevamos de 2016. Y por correlación, el europeo. Argumentos no me han faltado incluso desde antes que empezara el rebote, y a medida que éste se ha ido desarrollando hemos ido viendo mejoras que se completaban no hacen muchas sesiones con un cruce del oro -corte al alza de la media móvil simple de 200 sesiones por parte de la de 50-.

Hemos llegado a la zona de máximo previo -histórico- en el caso del S&P500 y Dow Jones Industrial en versión total return. Sucede además todo en mayo, ese mes que cada año nos instalan en el inconsciente colectivo como a la mismísima final de la NFL. Y ahí, como es lógico tras un movimiento alcista vertical, amenazan los precios con plantear una formación de techo -de tipo cabeza y hombros (hch?) para ser exactos- tras los acontecimientos de esta semana. Todo, después de que Europa haya vivido una semana de lateralidad tras el desplome previo en zona de grandes resistencias, en los niveles que los bajistas reconocen como su territorio, como el nivel bajo el cual han conquistado el medio plazo. Y de no mediar Wall Street, yo no se lo discutiría sino todo lo contrario.

¿Esperaba usted una ruptura sin sufrimiento?

¿Incluso sin señales bajistas en falso? Qué mal acostumbrado está... Las primeras señales en favor de los bajistas, falsas o no, ya están sobre la mesa en Wall Street. Javier Molina está exultante... Puede hablarse de patrón de vuelta en el Dow Jones Transportes -de tipo doble techo con asa- e incluso en el Industrial -de tipo cabeza y hombros-. Aún no en el Russell2000, aunque por los pelos, ni en el S&P500. Pero todo podría andarse y además hay algo que me resulta preocupante y es la recaída de activos como el cobre y, sobre todo, de la subida de los bonos vivida durante las últimas semanas.

Si hay ruptura general, y caen los gaps que estos días han mantenido a flote a los índices europeos, se abrirá el melón del lateral de orden superior nuevamente y podríamos buscar de nuevo las zonas de soporte a medio plazo. Sí, tengo derecho a adaptar la táctica, que en mi caso es de control del riesgo monetario, a la estrategia; y no es la primera vez que lo hago durante los últimos meses.

Es bueno visualizar que en caso de pérdida de soportes, los índices podrían no ofrecer nuevas señales -de hecho creo que no lo harían- sin perforar los mínimos del ejercicio. Así que usted elige, susto y cierra una parte de sus posiciones si se produce ruptura general recomprando cuando el mercado se reordene al alza, algo que sugiero especialmente en caso de ruptura de los 17 puntos en el VIX porque el trabajo no es batir al mercado a costa de cualquier tipo de volatilidad para algunos de nosotros, o se ata los machos hasta los mínimos sabiendo lo que siempre hemos sabido: el cambio de tendencia sólo se produce por debajo de ese nivel y que la historia está a nuestro favor. ¿Quién dijo que esto era fácil? Comer en un buen restaurante nunca lo fue.

Llevo desde primeros de febrero defendiendo una idea que está claramente contra el consenso, al menos el de los analistas técnicos: el mercado norteamericano ha estado más cerca de un suelo relevante que de un techo en lo que llevamos de 2016. Y por correlación, el europeo. Argumentos no me han faltado incluso desde antes que empezara el rebote, y a medida que éste se ha ido desarrollando hemos ido viendo mejoras que se completaban no hacen muchas sesiones con un cruce del oro -corte al alza de la media móvil simple de 200 sesiones por parte de la de 50-.

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