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Te lo dije: éramos pocos y parieron los bancos
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Carlos Doblado

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Te lo dije: éramos pocos y parieron los bancos

Los bajistas no suelen tener muchas grandes oportunidades. Menos aún tan seguidas. Y desde 2015 los osos han disfrutado tres veces en Europa

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

Lo que estamos viendo es un milagro. Incluso los que hemos apostado por el mercado en los mínimos de marzo, podemos ser perfectamente conscientes de ello. Hay muchos modos de recuperar, y hacerlo como una flecha no es nunca lo más sencillo. Obviamente lo han permitido las históricas acciones de gobiernos y bancos centrales, que audazmente han evitado mucho dolor ahí fuera aunque el populismo les acuse de volver a favorecer a Wall Street frente a Main Street. Es bastante incierto, y es que las acciones llevadas a cabo van mucho más allá de las tomadas para atajar la gran crisis financiera de 2008.

Como digo, muchos eran los caminos dentro de una dirección alcista altamente probable a largo plazo. Podíamos tardar en hacer lo que hemos hecho tres años, e improbablemente tres meses. Piensa siempre lo impensable es el mantra que más veces habré repetido en mi vida, y sobre el que nunca se conciencia uno lo suficiente.

Marzo fue probablemente la mejor oportunidad de compra en una década. Pero claro, es ahora cuando lo empezamos a tener claro, tras un rebote del 50 por ciento en muchos índices. Por supuesto un día el lobo vendrá para quedarse. Pero no había llegado ese día por muchos motivos, que suelo sintetizar en este gráfico…

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Nunca hemos estado muy claramente por encima de la regresión a la media en el gráfico de Siegel. Y mientras no sea así, la capacidad de recuperación del mercado en el corto/medio plazo es abrumadora y beneficia al que sabe/puede sufrir. Es muy improbable un gran mercado bajista históricamente hablando. No es un tema de argumentos, es un tema de historia financiera. Si fuera por argumentos, el mercado no batiría una y otra vez las expectativas humanas. Como explicaba Tomas García Purriños no hace mucho en su magnífico blog, y tan maravillosamente como siempre, los pesimistas nos encantan.

Durante semanas el mercado ha progresado. Lo ha hecho a una velocidad descomunal, aunque no sin generar dudas… ¿Es que alguna vez sucede de otro modo? Claro que no, ser pesimista ha sido biológicamente demasiado útil. En esta ocasión muchos grandes índices recuperaban abultadamente, pero dejando muy atrás a las partes más dañadas del mercado: bancos, aerolíneas, cíclicas, sur de Europa en general… Incluso el Russell2000 y el Dow Jones de Transportes, con tantas minas por desarmar. Y una vez tras otra, con dudas nunca mínimamente refrendadas por los precios, el mercado ha ido reventando resistencias, eliminando zonas de conflicto teórico, desactivando bombas y recuperando almas. Lo raro hubiera sido que no recuperase a los bancos, y así lo expresaba el pasado 15 de mayo.

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Lógicamente, ahí he puesto la visión de mis lectores ahí en las últimas semanas, con el índice como posibilidad de inversión o, si uno no está familiarizado a ese tipo de operativa, con el Santander y el BBVA; que difícilmente podían hacer otra cosa que acompañarlo. Si lo han aprovechado, lo celebro. No es fácil volver a apostar por la basura cuando te has pringado con ella. El paso delante de los bancos de esta semana es abrumador, técnicamente hablando tiene un significado descomunal. Es un paso, además, que se produce al tiempo que se liquidan un montón de resistencias intermedias en muchos índices –huecos semanales, recuperación de más de dos tercios de la corrección de febrero/marzo- y que ha deteriorado a los bonos en el corto plazo.

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Sí, veremos correcciones, incluso correcciones fuertes, claro que sí… En algún momento al menos. Lo que no vamos a volver a ver, probablemente en años, lo de febrero/marzo. Los bajistas no suelen tener muchas grandes oportunidades. Menos aún tan seguidas. Y desde 2015 los osos han disfrutado tres veces en Europa. Mucho me ha parecido siempre.

Lo que estamos viendo es un milagro. Incluso los que hemos apostado por el mercado en los mínimos de marzo, podemos ser perfectamente conscientes de ello. Hay muchos modos de recuperar, y hacerlo como una flecha no es nunca lo más sencillo. Obviamente lo han permitido las históricas acciones de gobiernos y bancos centrales, que audazmente han evitado mucho dolor ahí fuera aunque el populismo les acuse de volver a favorecer a Wall Street frente a Main Street. Es bastante incierto, y es que las acciones llevadas a cabo van mucho más allá de las tomadas para atajar la gran crisis financiera de 2008.

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