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Otra memorable cornada a los osos
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Carlos Doblado

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Otra memorable cornada a los osos

Me costará tiempo cambiar de opinión. Espero que si no se ha aburrido de ver en mi un alcista durante el alza de los últimos meses, tampoco lo haga ahora

Foto: La bolsa española. (EFE Vega Alonso Del Val)
La bolsa española. (EFE Vega Alonso Del Val)

La semana previa parecía poner las cosas francamente complicadas a los alcistas. El Nasdaq había declinado de un modo evidente. Sorprendentemente, para mí, hoy el índice plantea de nuevo un escenario de continuidad alcista tras una corrección canalizada en lugar de un pequeño techo de cabeza y hombros. Esta vez en una serie de resistencias crecientes francamente llamativas, especialmente en lo que tiene que ver con el S&P500. Lo que he llamado el “muro de acero”. El movimiento semanal ha sido impresionante, elevando al S&P500 nuevamente hacia el mismo.

Y sin embargo, como no podía ser de otro modo, el oso mantiene algunos argumentos incluso más allá de las resistencias crecientes, que no serán nada fáciles de obviar. Llegar aquí ya ha sido una auténtica orgía.

Pese a la impresionante corrección semanal bajista de la semana previa, el mercado europeo ha vivido un rebote memorable. Aun con ello, los índices se mantienen bajo los huecos desplegados por la llegada de Ómicron, con el IBEX35 realmente débil tras acercarse a su primer nivel de soporte horizontal en medio plazo. Desde dichos huecos, la corrección bajista ha sido inmediata. Pero, sorprendentemente, con una volatilidad descendente en todo momento… Este tipo de descenso de la volatilidad es uno de los argumentos por los que se hizo previsible una recuperación hacia máximos tras un primer movimiento inquietante en las inmediaciones del “muro de acero”, el pasado septiembre. Jugar esa nueva recuperación hacia el mismo no es algo que me haya atrevido a plantearme de nuevo. Y no tengo previsto hacerlo, honestamente.

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Pinche para ver en detalle.

Lo de Wall Street ha sido aún más impresionante. El rebote del Dow Jones de Industriales podría formar parte de un proceso de vuelta más amplio, ciertamente carecemos de una gran figura de vuelta y es el modo de estructurarla. En cualquier caso, sin recaída y ruptura de soporte, en términos tendenciales, el oso no tiene debilidades demostradas. El Nasdaq ha acompañado también a la recuperación, aunque con algo de distancia. Pero donde no hemos visto apoyo ha sido por parte de un Russell2000 que se mantendría tocado tras la espectacular salida en falso de noviembre; circunstancia que como poco alargaría el proceso de más de tres trimestres en lateral que vendría manteniendo esta parte del mercado en 2021.

Me parece un tiempo para mantener la distancia. Para tener una cierta exposición renta variable mientras no esté todo roto a la baja -si es que alguna vez hay que quedarse con ninguna-, para mantener en cartera partes como China, tal y como comentaba durante la semana, pero no cabe ya otra cosa bajo la condición de un sentimiento inversor que es sencillamente brutal desde hace meses, frente al “muro de acero”. Hay dinero que no es para cualquier seguidor de tendencias, he acompañado casi sin fisuras al mercado desde los mínimos de marzo de 2020, pero me niego a seguir adelante sin un proceso de ajuste lateral o bajista largo en tiempo o en profundidad. La liquidez es una opción, hay otras inversiones ahí fuera, honestamente no estoy por la labor de creer en la liquidez como algo completamente maldito por cuestiones como la inflación o la gran tendencia. No en las actuales condiciones. Me costará tiempo cambiar de opinión. Espero que si no se ha aburrido de ver en mi un alcista durante el alza de los últimos meses, tampoco lo haga ahora. Si echa la memoria y recuerda aquel 2014 en el que afirmé que me hacía monje si el mercado no corregía, sabrá que soy capaz de mantenerme meses alejado de las bolsas a la espera de mejores circunstancias para el trading en tendencia…

La semana previa parecía poner las cosas francamente complicadas a los alcistas. El Nasdaq había declinado de un modo evidente. Sorprendentemente, para mí, hoy el índice plantea de nuevo un escenario de continuidad alcista tras una corrección canalizada en lugar de un pequeño techo de cabeza y hombros. Esta vez en una serie de resistencias crecientes francamente llamativas, especialmente en lo que tiene que ver con el S&P500. Lo que he llamado el “muro de acero”. El movimiento semanal ha sido impresionante, elevando al S&P500 nuevamente hacia el mismo.

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