Es noticia
La necesidad del ahorro (productivo), a largo plazo
  1. Mercados
  2. De Vuelta
Javier Molina

De Vuelta

Por

La necesidad del ahorro (productivo), a largo plazo

Disponer de un colchón para emergencias se sitúa como la primera de las razones para invertir o ahorrar. Le sigue de cerca mantener el nivel de vida de cara a la jubilación

Foto: iStock
iStock

En tiempos donde las expectativas y el miedo a una mayor inflación se apoderan de los mercados, es mucha la narrativa que aparece al respecto con soluciones que vienen a intentar, en la medida de lo posible, sortear el alza de precios que hace que nuestro ahorro valga cada vez menos. Mantener dinero en efectivo, a modo de cuenta corriente y depósitos bancarios, es la peor idea que uno puede tener en estos entornos. Teniendo en cuenta que sólo la cifra de depósitos de las familias en bancos, se sitúa muy cerca del billón de euros y aumentando más de un 5% con respecto al ejercicio anterior, algo se nos pierde en el camino.

Sin embargo y antes de entrar en algunas de las soluciones posibles, resulta interesante comentar el tercer observatorio del ahorro y la inversión elaborado por Bestinver junto al IESE, por la existencia de ciertos datos que parecen indicar un cambio de fondo del ahorrador nacional. Si bien la muestra del estudio tiene ciertas características a considerar (entre ellas el tener más de 35.000 EUR de ingresos brutos o tener contratado al menos un producto financiero), las conclusiones evidencian ciertas modificaciones del comportamiento del inversor.

Disponer de un colchón para emergencias o imprevistos se sitúa como la primera de las razones para invertir o ahorrar. Le sigue muy de cerca el hecho de mantener el nivel de vida de cara a la jubilación y disponer de capacidad para ayudar a la familia o ir de vacaciones. De cara a enfrentarse a la contratación de un producto financiero, minimizar las pérdidas sigue siendo la nota dominante a la hora de señalar las prioridades. Cerca del 77% de los encuestados ahorra siempre que puede y la idea de invertir a largo plazo, tal vez impulsada por la pandemia, gana adeptos entre los inversores. La bolsa en el largo plazo (aunque con mayor riesgo) y el inmobiliario (con menor riesgo), son los activos percibidos como más adecuados.

Foto: iStock

Los Fondos y los Planes de Pensiones son los productos más conocidos y utilizados al tiempo que, la inversión socialmente responsable gana puntos con respecto a años anteriores. Con respecto al futuro, un 35% manifiesta la necesidad de planificar a largo plazo, en lo que supone un ligero aumento en un entorno donde, por el contrario, disminuye la preocupación por el corto plazo. Destacar la creencia entre los encuestados (71,6%) de que, llegado el momento, la pensión no será suficiente para mantener el nivel de vida.

Por último, mientras que los bienes inmuebles y los productos financieros (fondos, planes y acciones) siguen en el top de los activos seleccionados, se produce un descenso en el importe destinado a depósitos que cae del segundo, al cuarto puesto. Este dato, junto al incremento de la “democratización” observada este año, hace pensar en una adopción cada vez mayor del hábito de destinar ahorro a inversión de cara a posicionarse a largo plazo.

Así las cosas y mientras los activos reales como los inmuebles, el oro, las acciones, las materias primas o los TIPS presentan las mejores opciones frente a la inflación y son, curiosamente, los principales activos ya seleccionados por una parte de los encuestados en el anterior observatorio, se hace cada vez más patente la necesidad de invertir correctamente y a largo plazo, los excesos de ahorro no necesario. Si bien se aprecia un ligero aumento de la base inversora, cosa que ya es destacable, queda mucho camino que recorrer en materia de cultura financiera, que permita salir de esos depósitos a tipos reales negativos y que, cuando los mercados lo permitan desde un punto de vista de valoración, sean un destino natural donde, bien con asesoramiento profesional, bien con conocimiento propio, permitan planificar el futuro eficientemente.

En tiempos donde las expectativas y el miedo a una mayor inflación se apoderan de los mercados, es mucha la narrativa que aparece al respecto con soluciones que vienen a intentar, en la medida de lo posible, sortear el alza de precios que hace que nuestro ahorro valga cada vez menos. Mantener dinero en efectivo, a modo de cuenta corriente y depósitos bancarios, es la peor idea que uno puede tener en estos entornos. Teniendo en cuenta que sólo la cifra de depósitos de las familias en bancos, se sitúa muy cerca del billón de euros y aumentando más de un 5% con respecto al ejercicio anterior, algo se nos pierde en el camino.

Depósitos Inflación Planes de pensiones Bestinver Inversores
El redactor recomienda