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Si hasta Nigeria se financia al 3% a 10 años
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Marc Garrigasait

El Abrazo del Koala

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Si hasta Nigeria se financia al 3% a 10 años

Nunca la globalización se propagó como lo está haciendo ahora. En enero de este año, el tipo de interés que pagaba Nigeria en sus bonos en

Nunca la globalización se propagó como lo está haciendo ahora. En enero de este año, el tipo de interés que pagaba Nigeria en sus bonos en dólares a un plazo de diez años era increíblemente de sólo un 3,64%. A finales de junio, tras el pánico en el mercado de bonos, la rentabilidad del bono nigeriano alcanzó el 6,24%, nivel aún muy bajo para una inversión de tanto riesgo. Los nigerianos han sido muy inteligentes y han aprovechado está búsqueda desesperada de rentabilidad para emitir a un coste financiero que nunca hubieses podido imaginar.

 

Nigeria es uno de los países más poblados del mundo, que crece al 6-8% anual desde el año 2000. El acceso a internet de su población es ya del 30% (2% en 2006).

Las compras de 85.000 millones mensuales, mitad en bonos del Estado norteamericano y mitad en bonos hipotecarios, que está realizando sin descanso la Fed, más los 'QE' del Banco de Inglaterra, BCE y banco de Japón, han propagado la política de tipos de interés 'cero' por todo el planeta. Los tipos de interés 0 en los plazos cortos de la curva, más los 'QE', han llevado a los tipos de interés a los que se financian los estados a niveles históricamente bajos (excepto en los países del sur de Europa).

Ruanda emitió en abril de este año 400 millones de dólares, en bonos del Estado entre inversores internacionales. El tipo de interés pagado por el estado ruandés fue de sólo un 6,9%. Ruanda tuvo el gran genocidio entre hutus y tutsis apenas unos veinte años atrás. Actualmente, y tras la brusca subida en junio en los tipos de interés a largo plazo a nivel global, ya cotiza por encima del 8%.

Este tipo de interés es muy bajo. En primer lugar, porque su rating es apenas 'B', pero además, según explica Bloomberg, al ser inferior a los 500 millones no formará parte del índice de bonos de emerging markets bond.

 

Lo que me cuesta entender es el uso del dinero por parte del Gobierno de Ruanda y cómo los inversores se han atrevido a invertir en estos bonos. De los 400 millones de dólares, 350 millones los usarán para la construcción del faraónico Kigali Convenction Centre. Más concretamente, 200 millones irán destinados a refinanciar la deuda para la construcción del centro de convenciones y 150 millones para acabar la construcción. Sólo 50 millones se usarán para la construcción de infraestructuras, más concretamente con la edificación de una central hidroeléctrica.

Desconozco la importancia de construir un centro de convenciones, quizás será importante para el futuro del país, pero me da la impresión que sería fácil encontrar un uso del dinero más claramente provechoso para la economía nacional y, por tanto, que diese más seguridad a quien presta dinero al Gobierno ruandés.

Según el Banco Mundial, un 40% del presupuesto de Ruanda se financia con donaciones, lo que supone un 11% de su producto nacional bruto (PNB). Un grupo de expertos de Naciones Unidas acusaron el año pasado al Gobierno ruandés de financiar a la guerrilla M23 en su vecino República del Congo, tras lo que varios países cortaron sus ayudas al país. No sería descartable que el Gobierno de Ruanda usara ese dinero para otros fines a los explicados.

África, prácticamente siempre, ha tenido cerrado el mercado de bonos internacional para financiarse. La agresivas políticas monetarias de tipos de interés 0 de la mayoría de bancos centrales de países occidentales, liderados por la Fed de Ben Bernanke, han conducido a los inversores en mercados internacionales a buscar algo de rendimiento donde fuese. Por este motivo, varios países africanos están siendo muy inteligentes en aprovecharlo, emitiendo deuda. Además de Ruanda, Nigeria, Ghana, Gabón, Senegal y Namibia están emitiendo deuda comprada por inversores internacionales. Quienes culpan a los mercados financieros de todos los males del mundo pueden ver en este ejemplo cómo estos países obtienen una excelente financiación, que si aciertan en su uso pueden mejorar mucho el nivel de vida de sus ciudadanos.

Pero si el resto de países han hecho el mismo uso que Ruanda, no podrán devolver esta financiación o bien deberán subir impuestos a la población y no podrán dedicar el dinero a otros temas más útiles, y dedicarlos a pagar intereses de la deuda. En mi opinión, la iniciativa privada, ONG incluidas, suele acertar más en sus inversiones que los Gobiernos que suelen ser corruptos, que básicamente no piensan en el bien común.

En Ruanda BNP Paribas y Citigroup lideran la emisión, para buscar inversores internacionales. Me apostaría algo que las deudas de la construcción del centro de convenciones las ha financiado uno de estos bancos y ahora buscan 'pasarla' a inversores internacionales.

Para situarlo en términos históricos, la media de bonos que forman parten del índice JP Morgan High Yield Bond Index, de bonos con riesgo pagaban de media un 22% en 2008, un 18% en 2009, un 9% en 2010 y apenas un 5,5% en 2013.

A finales de junio, los eurobonos emitidos por Ghana en su emisión reciente de 750 millones, pagaban una TIR del 6,12%.

 

Gracias a Ben Bernanke, en 2012 Angola y Zambia emitieron bonos por primera vez en su historia a tipos muy atractivos en dólares. En moneda local, la rentabilidad suele ser superior al 20%. En 2011, Namibia y Nigeria lo hicieron por primera vez. Igual que Ruanda en 2013.

¿Alguien quiere una señal más clara de que vivimos una gran burbuja internacional en el mercado de bonos, viendo a Nigeria pagando menos del 4% en bonos a 10 años?

Nunca la globalización se propagó como lo está haciendo ahora. En enero de este año, el tipo de interés que pagaba Nigeria en sus bonos en dólares a un plazo de diez años era increíblemente de sólo un 3,64%. A finales de junio, tras el pánico en el mercado de bonos, la rentabilidad del bono nigeriano alcanzó el 6,24%, nivel aún muy bajo para una inversión de tanto riesgo. Los nigerianos han sido muy inteligentes y han aprovechado está búsqueda desesperada de rentabilidad para emitir a un coste financiero que nunca hubieses podido imaginar.