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El euribor subió en escalera, pero baja en ascensor
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Rubén J. Lapetra

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El euribor subió en escalera, pero baja en ascensor

El giro de la curva de tipos no tiene parangón. En la jerga automovilística le llamarían paella, como las curvas de 180 grados que obligan a

El giro de la curva de tipos no tiene parangón. En la jerga automovilística le llamarían paella, como las curvas de 180 grados que obligan a derrapar durante varios segundos a los pilotos de rallys. Si es Jean Claude Trichet es Sebastien Loeb, Mervyn King es el Collin McRae de la política monetaria. Lo que antes era lucha contra la inflación ahora es lo contrario. El rally o la danza de los tipos ha comenzado. La deflación es el riesgo y la recesión económica es oficial y viene tan fuerte que es muy difícil frenarla sólo con las políticas monetarias.

Será el mercado -al que muchos han dado por muerto-, y no los políticos, quien comience a ofrecer soluciones reales y una de ellas sobre el actual ajuste del coste del endeudamiento. Los tipos interbancarios se asoman a mínimos anuales y comenzarána  deslizarse en breve por debajo de la curva oficial que fija el Banco Central Europeo (BCE), algo que no sucedía desde los mínimos históricos de 2004, cuando llegaron a bajar incluso del 2% en  mercado. El tipo a 1 semana cederá el nivel del 3,25%, el oficial, en próximos días. Y bajando.


El ajuste a la baja del coste de la deuda, como se puede observar en el gráfico, va a tener efectos benignos para la economía. Más bien, quizá, salvadores. Para España es agua fresca lloviendo en pleno incendio.

'Gracias' al modelo económico adoptado tras la crisis de 1992-93 por los sucesivos Gobiernos de PSOE, PP y PSOE, el apalancamiento de la economía española se ha desorbitado, con un volumen total de crédito que supera en 1,5 veces el PIB, lo que viene a decir que el país debe, con sus intereses, 1,5 veces lo que produce en 12 meses. Con un billón de euros sobre créditos hipotecarios, España se convierte en el país de la zona euro más expuesto a la oscilación del euribor, que entre los españoles alcanza al 85% de las hipotecas concedidas.

Si aplicásemos una rebaja a este 'supercrédito' de 200 puntos básicos, o hasta 300 puntos básicos, si atendemos a las previsiones del Servicio de Estudios de BBVA, que espera un euribor en la zona del 2,5% para 2009, la rebaja alcanzaría cotas importantes. Supongamos que este préstamo lo devuelve el Gobierno a un plazo de 50 años. La cuota mensual de España SA pasaría de 4.580 millones de euros a 2.100 millones, es decir, casi 2.500 millones de ahorro. Todo un alivio.

El caso es que la nueva política monetaria de los bancos centrales tardará en resucitar la liquidez del crédito, pero, al menos, aliviará el profundo dolor de la recesión en la que nos encontramos desde hace meses, pese a que es oficial desde esta semana tras cumplirse el requisito técnico de que se cumplan dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.

Una de las consecuencias principales que se vislumbran en el corto plazo es la mejora de algunos indicadores de confianza como la de los inversores y empresarios, que llevan más de año y medio dañados y dañándose a cuenta de la crisis financiera, primero, con la consiguiente real y física, después. Más difícil parece que mejore el pesimismo galopante entre los consumidores, pero el euribor puede ayudar. Más de lo que imaginan. Lo mismo que la bolsa, cuyo efecto psicológico para la economía es intenso. Si baja continuadamente se despierta el pesimismo, pero si es a la inversa la confianza tiende a crecer.

Para que quede claro: la población está pendiente del 'euribor', más de lo que imaginan, en muchos países.  Españoles, de largo, son los más interesados, seguidos de los italianos, portuguese, finlandeses, estonios, austríacos, lituanos, holandeses, eslovenos y rumanos, según datos de Google Insights, que procesa los trillones de términos o palabros utilizados por los usuarios de todo el mundo a través del buscador. Las consultas sobre este índice interbancario se han disparado a la vuelta de este verano.

Las previsiones lo sitúan por debajo del 3% en breve periodo de tiempo. Ahora queda lo más difícil. Que el motor del interbancario arranque con este lubricante. Otros recintos parece que intentan encender las luces. De momento, las empresas de más calidad y respaldo están logrando colocar bonos en mercado con tímido entusiasmo de algunos inversores. Iberdrola, Pepsi, BMW, RWE... ¡están vendiendo bonos! ¿Se reabrirán las puertas de los mercado? ¿La muerte del 'libremercado' sólo fue una pesadilla? Respuesta, este fin de semana en el G-20. ¿Volverá a ponerse de moda el verde esperanza?

El giro de la curva de tipos no tiene parangón. En la jerga automovilística le llamarían paella, como las curvas de 180 grados que obligan a derrapar durante varios segundos a los pilotos de rallys. Si es Jean Claude Trichet es Sebastien Loeb, Mervyn King es el Collin McRae de la política monetaria. Lo que antes era lucha contra la inflación ahora es lo contrario. El rally o la danza de los tipos ha comenzado. La deflación es el riesgo y la recesión económica es oficial y viene tan fuerte que es muy difícil frenarla sólo con las políticas monetarias.