Es noticia
¡Putin ya ha perdido la guerra!
  1. Mercados
  2. En Primera Línea
Rodrigo Rodríguez

En Primera Línea

Por

¡Putin ya ha perdido la guerra!

El "nuevo Zar" ruso pensaba que su entrada y recepción en Ucrania iba a ser similar a la que tuvo en Bielorrusia o en la propia Crimea y que en 24 o 48 horas habría tomado el país

Foto: El presidente de Rusia, Vladímir Putin. (Reuters/Mikhail Klimentyev)
El presidente de Rusia, Vladímir Putin. (Reuters/Mikhail Klimentyev)

No les estoy dando ninguna primicia, según escribo estas líneas, los bombardeos sobre Kiev y distintas grandes ciudades ucranianas se intensifican, y la tragedia continua. Sin embargo, creo que todos ustedes estarán de acuerdo conmigo en el hecho que, quince días después, las tropas rusas no han tomado Ucrania.

El "nuevo zar" ruso pensaba que su entrada y recepción en Ucrania iba a ser similar a la que tuvo en Bielorrusia o en la propia Crimea y que en 24 o 48 horas habría tomado el país. Su estrategia de "divide y vencerás" ha sido un gran fracaso, sus continuas peticiones al ejército ucraniano para dar un golpe de Estado han sido recibidos con un oportuno silencio y la respuesta internacional ha resultado muchísimo más fuerte de lo que él nunca pudo imaginar.

Foto: El alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. (EFE)

El nuevo canciller alemán no tiene los complejos de la "pro soviética" Angela Merkel y ha decidido que la dignidad y la paz eran más importantes que el abastecimiento energético. Esta vez Alemania no ha cedido al chantaje y eso no estaba en los cálculos de Putin.

Día a día, pierde además la batalla mediática y su único apoyo parece reducirse a China, que claramente intenta pescar en aguas revueltas. ¿Alguien cree que va a pagar el precio justo por los activos rusos?

Decía mi padre hace más de treinta años, cuando estaba a cargo del comité hispano-norteamericano, que el ejército ruso no le preocupaba en absoluto, que probablemente solo el 20% de los tanques arrancaran y de ellos dudaba que el 50% fuera capaz de llegar a su destino. Parece que no andaba muy equivocado, visto el constante fracaso de los grandes convoyes rusos. Si a esto unes las "jabalinas" ucranianas, no veo al ejército ruso entrando en Kiev en mucho tiempo y en caso de que lo hagan, deberán prepararse para una larga batalla.

Foto: Uno de los trenes acorazados rusos utilizados en su invasión a Ucrania

Rusia, hasta ahora, ha evitado utilizar su fuerza aérea, que sería la única manera de obtener la ansiada victoria. ¿La razón? Los daños civiles podrían ser tan enormes que terminarían provocando que la OTAN no pudiera mantenerse fuera ni un solo día más.

Cierto es que ello podría abocarnos a un conflicto nuclear (cosa que evidentemente espero que nunca ocurra), pero también los últimos ataques con misiles podrían provocar ese conflicto si toman una trayectoria equivocada y terminan en Polonia. Quiera Dios que nada de eso pase y que termine imponiéndose el sentido común.

Putin, y lo que es más importante, los oligarcas rusos saben que nuclear o no, la guerra ya la han perdido y que a partir de ahora toca salvar la cara para intentar seguir en el poder en Rusia, recuperar los activos ahora congelados y no perder también la potencial guerra interna en la "Madre Patria". Ucrania y su presidente Zelenski ya han dejado claro que no se va a rendir, pero que están dispuestos a negociar, quieren parar el gran coste humanitario y económico de esta crisis, y la OTAN continúa ayudando "sin ayudar" y mantiene una alta preocupación ante un posible contagio a países limítrofes.

Foto: Ilustración de un billete de 200 rublos, vista a través de un cristal roto. (Reuters/Dado Ruvic)

A mi entender, los ucranianos estarían dispuestos a aceptar que Crimea, Donetsk y Lugansk formen parte de Rusia a cambio de un acuerdo que garantice su seguridad para el futuro. Ese acuerdo, sin duda, incluirá a la OTAN, de tal manera que Ucrania renuncia a su adhesión en la OTAN, pero esta se compromete a intervenir en un futuro si Rusia rompe su garantía de paz. Todas las partes probablemente puedan vender una victoria en dicho acuerdo.

El intentar analizar donde estamos en la guerra es por dos motivos claves. El primero, porque es la pregunta que más conocidos y amigos me han hecho en los últimos días. El segundo, para que entiendan por qué les vuelvo a presentar como ideas dos viejas conocidas: las aerolíneas y las renovables o, más específicamente, la energía nuclear.

Las aerolíneas desde el 10 de febrero han caído un 35% y se encuentran cerca de los mínimos marcados en los tiempos del covid. Con todo hijo de vecino queriendo irse de vacaciones, a donde sea, cuándo sea, me parece un error de bulto. Cierto es que el petróleo anda disparado, pero muchas de estas compañías ya tienen coberturas de protección contra tan alza de precios.

Les vuelvo a presentar como ideas dos viejas conocidas: las aerolíneas y las renovables o, más específicamente, la energía nuclear

Déjenme que miremos a Easyjet, La exposición directa a Rusia es cero. Entre las aerolíneas europeas, Easyjet es la única compañía sin exposición a Rusia o Ucrania. Respecto a la cobertura de combustible para aviones; todas las aerolíneas europeas, excepto Wizz Air, están cubiertas de acuerdo con la política de cobertura divulgada para 2022. Así, Easyjet tiene el 60% de su uso de Jet fuel para 2022, contratado al mejor nivel de todas ellas, por lo que está bien preparada ante los costes adversos de combustible.

El valor está en niveles que no se ven desde el covid. Mi opinión es que el mundo moderno nunca se había enfrentado a una situación de pandemia, donde todos los aspectos de la economía mundial se cerraron. La situación actual es claramente un riesgo, pero un impacto muy tangible en la energía y las finanzas. Y ese es un riesgo que las compañías han cubierto considerablemente.

Respecto a las renovables, el argumento resulta tan simple que es absurdo. El petróleo a 120 dólares, el gas a 400 euros, la electricidad disparada y una dependencia de Rusia extrema no dejan más opciones a Europa que invertir en nuevas formas de energía, como las renovables, y también viejas conocidas, como la nuclear. Nos guste o no, la nuclear es el camino, puesto que su capacidad de generación de energía es infinitamente mayor que ninguna otra renovable. Mi apuesta es el uranio y la mejor manera de comprarlo a través del ETF URA US, que refleja las mayores compañías de uranio a nivel mundial.

Foto: La central nuclear de Cattenom en Francia

Europa obtiene el 25% de su electricidad y casi la mitad su producción de energía baja en carbono a partir de la energía nuclear. Alrededor del 10% de la electricidad mundial es producida por energía nuclear, pero Fukushima y Chernóbil siguen siendo importantes en la psique de algunos grupos políticos, ONG y activistas. Han sido efectivos para evitar que se expandiese la industria del uranio, pero con los precios de los combustibles fósiles subiendo tan rápido como lo han hecho y, sobre todo si estos precios se mantienen en el tiempo, el uranio tiene buen sentido económico.

Es clave que encaje en el modelo ESG, pues aplacará el estigma de invertir en existencias de uranio o en lingotes de uranio y por ello creo que la Unión Europea lo incluirá como parte de la "energía verde". De ahí que este producto básico podría tener un largo camino por recorrer.

Según la WNA, la Asociación Nuclear Mundial, la producción mundial en 2020 cubrió solo el 74% de la demanda mundial. Los inventarios globales ya son bajos. Además, el riesgo de interrupción del suministro por sanciones no es bajo y Ucrania está entre los diez principales productores de uranio. Me parece una apuesta bastante simple y segura.

No les estoy dando ninguna primicia, según escribo estas líneas, los bombardeos sobre Kiev y distintas grandes ciudades ucranianas se intensifican, y la tragedia continua. Sin embargo, creo que todos ustedes estarán de acuerdo conmigo en el hecho que, quince días después, las tropas rusas no han tomado Ucrania.

Ucrania Vladimir Putin