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La otra 'c' de Asia

Los tigres asiáticos recuperan su fuerza. El crecimiento económico chino no es el único destacado en el tercer trimestre. Corea del Sur anunciaba esta semana un

Los tigres asiáticos recuperan su fuerza. El crecimiento económico chino no es el único destacado en el tercer trimestre. Corea del Sur anunciaba esta semana un aumento de su Producto Interior Bruto del 2,9 por ciento, con respecto al trimestre anterior, el mayor en los últimos siete años. En el segundo trimestre el crecimiento se situaba en el 2,6 por ciento, con lo que la variación interanual se sitúa ya en terreno positivo al alcanzar el 0,6 por ciento.

Tan sólo hace cuatro décadas el PIB per cápita coreano se situaba al mismo nivel que los países más pobres de Asia o Africa. Pero, desde 1960 el país ha dado un gran salto en cuanto a crecimiento e integración en la moderna economía mundial de alta tecnología y en 2008 su PIB per capita se situaba a niveles similares al de la República Checa y Nueva Zelanda.

Desde su unificación en el siglo VII  Corea existió como un país único e independiente hasta el inicio del siglo XX. Tras la guerra chino-rusa, se convirtió en protectorado del imperio japonés en 1905 hasta que, en 1910, fue anexado como colonia. Este fue su estatus hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando, con la rendición japonesa de 1945, reconquistó su independencia, aunque ya dividida en dos, Corea del Norte y Corea del Sur. La Guerra de Corea (1950-1953) terminó con el armisticio de 1953, por el que se dividía la península coreana a lo largo del famoso paralelo 38, situación en que permanece hoy en día.

El éxito económico de Corea del Sur, a partir de este momento, se logró gracias a un sistema de estrechas relaciones entre el gobierno y el mundo empresarial, restricciones a la importación, apoyo a determinados sectores industriales y un importante esfuerzo laboral. El gobierno promovió la importación de materias primas y tecnología, en detrimento de bienes de consumo, y alentó el ahorro y la inversión sobre el consumo.

Aún así, la crisis financiera asiática entre 1997 y 1998 reveló debilidades del modelo de desarrollo coreano como altos niveles de préstamo y apalancamiento y un sector financiero indisciplinado. Su PIB se hundió hasta un 6,9 por ciento en 1998, para recuperarse hasta el 9 por ciento entre 1999 y 2000. Se adoptaron grandes reformas económicas, incluyendo una mayor apertura a inversiones extranjeras y a importaciones. Sin embargo el crecimiento cayó hasta el 3,3 por ciento en 2001 como consecuencia de la ralentización económica en todo el mundo, la caída de las exportaciones y la demora en la aplicación de reformas en el sector financiero y empresarial. De nuevo la economía se recuperó con vigor en 2002, creciendo hasta el 7 por ciento, debido fundamentalmente al aumento en las exportaciones y el consumo interno. El crecimiento fue más moderando entre 2003 y 2007, de entre 4 y 5 por ciento anualmente; la caída del consumo interno se vio contrarrestada por un rápido aumento de las exportaciones. Ya en 2008, el dramático aumento en los precios de petróleo y alimentación supuso para Corea un fuerte aumento de la inflación durante los tres primeros trimestres del año. La crisis global tuvo un fuerte impacto en su mercado bursátil, con un descenso de más de un 40 por ciento en el año, y el won cayó un 26 por ciento. Su PIB se contrajo en el último trimestre, con un crecimiento en el año de 2,2 por ciento. Como el resto de países, el gobierno coreano puso en marcha un paquete de estímulo económico que, comparado con otros países desarrollados, puede calificarse como moderado, lo que hace que la previsión de déficit público para este año alcance el 4,5 por ciento del PIB, según estimaciones de The Economist.

Como resultado, el índice KOSPI ha recuperado un 65 por ciento desde sus mínimos de diciembre de 2008 y las exportaciones se han recuperado, gracias también en gran medida a la creciente demanda china, un socio comercial que crece a un ritmo algo más lento pero que cuenta con una población que es 27 veces la coreana.

La balanza comercial coreana muestra un saludable estado. La agencia de calificación Fitch, que había puesto a Corea en observación para un posible descenso desde su grado A+, ha anunciado recientemente que no será necesario y que el país podría tener superávit en sus presupuestos ya en 2011. Un dato más que demuestra que el país dirigido por el presidente Lee Myung-bak, elegido a comienzo de 2008, está bien gestionado y ha navegado con  bastante acierto la crisis financiera global.

Aunque su acuerdo comercial con Estados Unidos ha quedado suspendido indefinidamente, Corea firmó recientemente un acuerdo similar con la Unión Europea que puede afectar favorablemente a la evolución de sus exportaciones.

Encontramos entre los fondos de inversión registrados para su comercialización en España, algunos ejemplos de inversión en este país asiático que han tenido una evolución muy positiva durante 2009.

PARVEST SOUTH KOREA es uno de ellos. Gesionado por BNP Paribas, el fondo alcanza una rentabilidad durante 2009 de 55,32 por ciento en su clase PARVEST SOUTH KOREA CLASSIC CAP, batiendo al índice de su categoría VDOS Renta Variable Internacional Asia ex-Japón. Su revalorización es aún más notable si consideramos el último periodo anual, un 79,49 por ciento. Denominado en dólares, invierte principalmente en acciones, obligaciones convertibles, bonos de suscripción, certificados de inversión, warrants sobre acciones u otros valores asimilables a acciones, emitidos por sociedades de Corea del Sur. Su referencia es el índice KOSPI y requiere una aportación mínima de 1 participación, siendo su valor liquidativo de 53,11 euros, según VDOS. 

 

También tomando el índice KOSPI como referencia, la clase A en euros del fondo JF KOREA EQUITY, JF KOREA EQUITY A (ACC) EUR,  acumula una rentabilidad en el año de 51,97 por ciento, según VDOS. Al menos un 67% del activo total del Subfondo se invierte en títulos de renta variable de empresas constituidas en Corea, o que generen una parte predominante de su actividad económica en Corea. La aportación mínima para ser partícipe de este fondo, gestionado por JP Morgan Asset Management, es de 35.000 dólares.
 

Las perspectivas para Corea son pues muy positivas. Su notable crecimiento le ha granjeado una sólida posición entre el grupo de países del área Asia-Pacífico, incluyendo China y Australia. Dado que esta recuperación económica ha estado fuertemente soportada por estímulos fiscales y recorte de tipos, el foco de atención inversor se centra ahora en identificar señales que indiquen el fin de estas medidas, como ya se ha visto con la subida de tipos de Australia y Noruega recientemente.

Paula Mercado, directora de análisis de VDOS Stochastics

Los tigres asiáticos recuperan su fuerza. El crecimiento económico chino no es el único destacado en el tercer trimestre. Corea del Sur anunciaba esta semana un aumento de su Producto Interior Bruto del 2,9 por ciento, con respecto al trimestre anterior, el mayor en los últimos siete años. En el segundo trimestre el crecimiento se situaba en el 2,6 por ciento, con lo que la variación interanual se sitúa ya en terreno positivo al alcanzar el 0,6 por ciento.