Baring Asean Frontiers, el crecimiento Asiático

Asia es la región de mayor crecimiento del mundo. Una encuesta entre gestores llevada a cabo por HSBC en el cuarto trimestre de 2010, revelaba que un 75 por ciento esperaba que la región de Asia-Pacifico, excluyendo Japón, tuviera un comportamiento superior al de su sector y mercado. Un dato que contrasta con el 44 por ciento del trimestre anterior.

El mercado de renta variable de la región ofrece un amplio espectro de oportunidades para acceder a estas economías. Las compañías asiáticas están adquiriendo una posición relevante en el contexto global, reconociendo de forma creciente la importancia de sus accionistas.

Entre los fondos 5 estrellas VDOS de la categoría Renta Variable Internacional Asia, la clase A EUR del fondo BARING ASEAN FRONTIERS FUND alcanzó durante 2010 una rentabilidad de 47,06 por ciento. Con el objetivo de obtener una revalorización de sus activos a largo plazo, invierte su patrimonio mayoritariamente en una cartera bien diversificada de empresas de países integrantes de la ASEAN – Asociación de países del Sudeste Asiático - incluyendo Singapur, Tailandia, Filipinas, Malasia, Indonesia y Vietnam.

El fondo se gestiona activamente, con un estilo de inversión growth bottom-up con valoraciones razonables. Normalmente mantiene entre 60 y 80 activos en cartera, de tal forma que cada uno de ellos pueda contribuir significativamente a la evolución del fondo. Bajo esta premisa, se seleccionan compañías que, a juicio de los gestores, se beneficiarán del crecimiento y desarrollo de la región.

El gestor de BARING ASEAN FRONTIERS FUND es SooHai Lim. Con 13 años de experiencia en gestión, es un reconocido líder como analista y gran conocedor de los países de la región. Su labor está apoyada por Kai Yang Lee, otro experto miembro del equipo de Baring en Hong Kong, especializado en la región del sudeste asiático. Ambos cuentan, adicionalmente, con el soporte del resto del equipo de inversiones de Baring en Hong Kong  y con los equipos de analistas sectoriales globales, en cuanto a análisis y tendencias macroeconómicas y sectoriales se refiere.

Por sectores, Financiero (31,50%) Industrial (16,30%) Consumo Básico (12%) Materiales (9,40%) y Consumo Discrecional (8%) ocupan las cinco primeras posiciones de la cartera de este fondo, mientras que de forma individual, United Overseas Bank (4,20%) Astra International (2,70%) Overseas-Chinese Banking (2,60%) Keppel Corporation (2,60%) y Baring China A-Share Fund (2,60%) son las compañías con mayor ponderación en el fondo.

Globalmente, gestiona un patrimonio global de 356,30 millones de dólares (aproximadamente 171,36 millones de euros) con una exitosa historia de rentabilidades que lo sitúa en el primer quintil en todos los periodos a largo plazo (1, 2, 3,5 y 10 años). Su volatilidad a tres años es, sin embargo, algo elevada, un 34,85 por ciento que se reduce hasta un 11,95 por ciento en el último periodo anual, en el que su ratio Sharpe es de 3.98 y su alfa, respecto al índice de su categoría, es de 13,84 por ciento. Para invertir en este fondo se requiere una aportación mínima de 3.500 euros, gravando a sus partícipes con una comisión fija de 1,25 por ciento y de depósito de 0,025 por ciento y hasta un 5 por ciento en concepto de comisión de suscripción.

Sectorialmente, el equipo gestor considera el deslucido comportamiento de las recientes ofertas públicas en el sudeste asiático como una oportunidad para incrementar sus activos. Buscan también añadir posiciones en Filipinas e Indonesia, así como en cualquier acción que cuente con potencial de crecimiento.

Se espera que estos mercados continúen al alza durante 2011, con un fuerte crecimiento de beneficios y valoraciones sostenibles. Puede anticiparse un aumento del consumo doméstico en la mayor parte de las economías de la región, consecuencia de un creciente aumento de los ingresos domésticos y una floreciente clase media. Otra de las fortalezas de estos países es su posición dominante en la producción de materias primas como aceite de palma o arroz. Un factor que, dada la escalada actual en los precios de los alimentos, incrementará los ingresos de las familias, redundando en un aumento del consumo doméstico.