El oro contra el dinero fiduciario en los mercados

Muchos suscriptores míos se preguntan por qué me gusta tanto el oro y no el papel moneda fiat. Y eso tiene una fácil respuesta. Usted trabaja toda su vida y a no ser que usted sea un deportista de élite, la cantidad total de dinero que ganará rondará el millón y medio de euros. Sin embargo, la FED crea mil millones de dólares en sus sótanos en un solo día, sin riesgo, sin sudor y sin madrugar puesto que crean el dinero de la nada. Por eso pienso que el dinero fiat es básicamente inmoral. De hecho, es el mal que estamos sufriendo en esta crisis que cumple ya tres años puesto que no es ni más ni menos que más deuda. Por eso creo que el dinero fiat está por decreto en proceso de destrucción.

El oro es dinero, dinero verdadero, honesto, obtenido con sudor, riesgo, madrugando en la mina. Por eso a largo plazo el oro siempre ha ganado al dinero fiduciario a lo largo de la historia que ha acabado en el desagüe o en el fuego de la chimenea... Cuando el 15 de agosto de 1971, Richard Nixon cerró la puerta de la vinculación con el oro, nunca imaginó las consecuencias no deseadas de su acto arrogante. Antes de eso, el dólar era "tan bueno como el oro"  porque si querías más dólares sólo podías ir a la mina y cavar más hondo, hoy basta con pulsar un botón...

Recibo más de 50 e-mails todos los días preguntándome por el techo de ambos metales preciosos. La mayoría de ellos se plantean la venta sino lo han hecho ya. Esto me dice que a pesar de la extrema sobrecompra que tienen pueden seguir escalando posiciones todavía. Es más, sé que cuando comience la corrección muchos inversores saltarán del barco tarde y justo cuando ya sea momento de recomprar. A fin de cuentas la historia siempre se repite...

Y hablando de vender, hemos visto un nuevo máximo por cierres en el Nikkei esta madrugada y de continuar las subidas mañana asumiré mi error y cerraré mi posición corta.

PD: Este resto de semana voy a estar de viaje por lo que desconozco si me será posible realizar nuevas entradas.