Es noticia
Redes sociales, ¿negocio próspero o próxima burbuja de Internet?
  1. Mercados
  2. London Eye
Daniel Galván

London Eye

Por

Redes sociales, ¿negocio próspero o próxima burbuja de Internet?

Desde hace algún tiempo, asistimos a la proliferación de numerosas redes sociales y comunidades virtuales en Internet (Facebook, MySpace, Tuenti…) a las que pocos permanecen hoy

Desde hace algún tiempo, asistimos a la proliferación de numerosas redes sociales y comunidades virtuales en Internet (Facebook, MySpace, Tuenti…) a las que pocos permanecen hoy ajenos. Un fenómeno imparable que está modificando nuestra forma de relacionarnos e, incluso, las estrategias comerciales y de marketing de muchas empresas. Sus posibilidades parecen ilimitadas y su crecimiento, a pesar de la crisis, ha sido hasta ahora incuestionable. Pero, ¿existe un modelo de negocio realmente sólido que sustente estas redes? ¿De dónde provienen sus ingresos? ¿Pueden subsistir únicamente gracias a la publicidad y poco más?

En nuestra memoria aún está reciente el estallido de la burbuja de Internet que, entre 2000 y 2001, arrastró consigo a decenas de compañías nacidas en plena vorágine puntocom. En la década de los noventa, la popularización de Internet animó a muchas empresas a apostar por este nuevo canal de venta, sin barreras geográficas y con enormes nichos de mercado en todos los sectores.

Muchos inversores, ante el temor de quedarse fuera de este boom, quisieron hacerse también con un trozo del pastel que ofrecía Internet. Posibilidad de aumentar el volumen de negocio, diversificación, reducción de costes operativos, obtención de sinergias, etc. Todo eran ventajas y la rentabilidad parecía estar asegurada.

Sin embargo, como finalmente quedó de manifiesto, muchas de estas empresas no supieron gestionar bien sus activos, ya que su modelo de negocio partía de supuestos erróneos. Estimaciones poco ajustadas sobre el tamaño del mercado, la proyección y penetración futura de Internet o las perspectivas de generación de ingresos a través de publicidad, y la falta de adecuación del sistema en materia de conectividad o logística provocaron la quiebra de multitud de proyectos millonarios. Boo.com (Benetton), Go.com (Disney), Viaplus o Ecuality son sólo algunos ejemplos, dentro y fuera de nuestras fronteras.

¿Habremos aprendido de aquellos errores o deberán enfrentarse Facebook y otras redes de éxito a situaciones semejantes? Está claro que, más allá de la publicidad que se pueda insertar en sus portales, el verdadero potencial económico de estas redes parece ser el marketing directo, ya que, para formar parte de cualquier portal, el usuario da sus datos, que son guardados y analizados por las agencias de publicidad, que a la distancia de un click pueden contar con varios perfiles de targets definidos.

Se trate o no de nuevas tecnologías, el modelo de pérdidas y ganancias de cualquier compañía debe seguir las mismas pautas que en una empresa tradicional y, por supuesto, tener en cuenta ciertos factores básicos: objetivos estratégicos, modelo de negocio consistente, buena estructura financiera, selección adecuada de personal, medición correcta del ‘time to market’, momento idóneo para emprender, tamaño apropiado… y no olvidar que, más allá de conseguir un gran número de usuarios registrados, lo principal es vender.

El mercado atraviesa ciclos y, al final, todas las burbujas acaban estallando. Primero fueron las puntocom, después el private equity y el sector inmobiliario… ¿Cuál será la próxima? ¿La energética? ¿Las comunidades de Internet? De hecho, MySpace acaba de anunciar un drástico recorte en su plantilla, por lo que nadie debería olvidar el planteamiento elemental de cualquier business plan… Estamos en una coyuntura donde falta liquidez, desciende el consumo y nadie se atreve a lanzar a nuevos proyectos. Los negocios de Internet parece que también viven un inevitable ‘back to basics’.

Ya lo decía Jovellanos: “Bien están los buenos pensamientos, pero resultan tan livianos como burbuja de jabón si no los sigue el esfuerzo para concretarlos”.

 

Daniel Galván, vicepresident de GBS Finanzas

Desde hace algún tiempo, asistimos a la proliferación de numerosas redes sociales y comunidades virtuales en Internet (Facebook, MySpace, Tuenti…) a las que pocos permanecen hoy ajenos. Un fenómeno imparable que está modificando nuestra forma de relacionarnos e, incluso, las estrategias comerciales y de marketing de muchas empresas. Sus posibilidades parecen ilimitadas y su crecimiento, a pesar de la crisis, ha sido hasta ahora incuestionable. Pero, ¿existe un modelo de negocio realmente sólido que sustente estas redes? ¿De dónde provienen sus ingresos? ¿Pueden subsistir únicamente gracias a la publicidad y poco más?