Es noticia
Yo no soy tonto… si vigilo el “dinero tonto”
  1. Mercados
  2. No Brain, No Gain
Vicente Varó

No Brain, No Gain

Por

Yo no soy tonto… si vigilo el “dinero tonto”

Tengo un muy buen amigo que siempre se equivoca con sus predicciones. Y seguro que tú lo tienes también. Se le distingue porque además suele ser

Tengo un muy buen amigo que siempre se equivoca con sus predicciones. Y seguro que tú lo tienes también. Se le distingue porque además suele ser locuaz. Por ejemplo, en la famosa final de la Champions que el Manchester le ganó al Bayern en el Camp Nou dijo, sólo un minuto antes de su desgracia, que era IMPOSIBLE que los alemanes perdieran.

En los mercados hay muchos inversores como mi amigo, quizá la gran mayoría. Y cuando se suben con fuerza a una tendencia, ha llegado la hora de salir corriendo. La mitología financiera presenta a estos agentes como taxistas, barrenderos y otros tópicos del estilo. Pero la realidad y la estadística demuestran que el ejército del “dinero tonto” va más allá de los clichés.

Los profesores de la Universidad de Yale Andrea Frazzini y Owen Lamont desarrollaron un método para intentar descubrirlo. Y apuntaron hacia los flujos de dinero en los fondos de inversión de moda. Examinaron las acciones en las que relativamente entraba más dinero de manera abrupta procedente de fondos de inversión y las que menos, durante el periodo 1980-2003. El resultado fue sorprendente.

Vieron que las cotizadas que recibían más dinero de fondos de moda se comportaban muy bien a muy corto plazo, pero a partir de los tres meses mucho peor que en los activos a los que llegaba menos dinero procedente de fondos. Al mismo tiempo vieron que las propias compañías en las que entraba más dinero de fondos ponían a la venta más acciones. Es decir, eran, junto con otros fondos de inversión no masivos, el dinero “listo” que le vendía mercancía al “dinero tonto”.

Pensaba sobre esto cuando el lunes leí una encuesta según la cual los inversores españoles somos los más conservadores de Europa.  Un amigo, que acababa de leer mi post del lunes sobre inteligencia colectiva, me contestó a través de Facebook que eso dejaba en mal lugar este tipo de teorías. Y entonces me pareció muy importante hacer una matización.

No es lo mismo inteligencia colectiva que consenso. Si la minera del otro día hubiese lanzado una encuesta sobre dónde encontrar oro y hubiese elegido la opción con más respuestas y se hubiese puesto a excavar allí, probablemente estaría arruinada, igual que los inversores que sigan la evolución de los consensos en los mercados.

Se puede buscar consensos, pero de los mejores inversores, no de todo el mercado. Es decir, sólo valen los consensos que identifican a los pocos que logran obtener mejores resultados al margen de las modas. Y la clave es poder separar y perfilar, tener herramientas para hacerlo. Hasta ahora no han funcionado porque el “dinero listo” es muy escurridizo, por lo que nos queda como último recurso identificar al “dinero tonto” para no caer en sus errores.

En EEUU varios blogs y portales ofrecen información actualizada de los movimientos del “dinero tonto”, elaborado a partir de diversas encuestas entre grupos de inversores que suelen ser como mi amigo en el fútbol. Y las últimas lecturas señalaban que éste “Dumb Money” llegó la semana pasada al mayor nivel en los últimos años. Las últimas veces que sucedió esto, o estábamos en un mercado alcista glorioso, o fue preludio de una importante caída. Puede ser sólo una casualidad, pero conviene vigilarla.

Tengo un muy buen amigo que siempre se equivoca con sus predicciones. Y seguro que tú lo tienes también. Se le distingue porque además suele ser locuaz. Por ejemplo, en la famosa final de la Champions que el Manchester le ganó al Bayern en el Camp Nou dijo, sólo un minuto antes de su desgracia, que era IMPOSIBLE que los alemanes perdieran.