Pasen y vean GRATIS la batalla entre Microsoft y Google

Es una guerra incruenta, pero ofensiva. Y no se libra en el campo de batalla, sino alrededor de tu pantalla de ordenador: es Microsoft contra Google. Google contra Microsoft. Es una guerra muy amplia y con muchos frentes, pero a mí me han llamado la atención por el cariz que está tomando en las últimas batallas: todas giran alrededor de los servicios… GRATIS.

Hace un mes Microsoft lanzó un buscador para intentar competir con Google que se llama Bing; poco después Google lanzó la versión definitiva (por ahora) de su conjunto de aplicaciones, Google Apps; y en los últimos días Google ha anunciado el lanzamiento de su sistema operativo, para rivalizar con Windows, y Microsoft ha sorprendido dejando caer que ofrecerá algunas herramientas de Office gratuitas a través de la red.

¿Por qué esta obsesión por lo gratis? ¿Por qué, al menos públicamente, las mayores disputas giran alrededor de lo gratuito en estas empresas? ¿Acaso no saben cómo generar ingresos? Esto lo descartaremos rápidamente: el año pasado facturaron en conjunto más de 80.000 millones de dólares.

Y sus accionistas tampoco parecen nerviosos. Los títulos no han sufrido demasiado en las últimas semanas por el hecho de ofrecer más contenidos y servicios gratis. Más bien lo contrario. Ambas están cerca de máximos anuales y han subido en casi todas las últimas sesiones, aunque lógicamente todavía registran intensísimos descensos desde sus máximos históricos. En conjunto capitalizan casi 350.000 millones de dólares, sólo un poco menos que todo el Ibex 35. ¿Por qué entonces esta batalla por lo gratis?

Ambas compañías son conscientes de que en los tiempos en que nos movemos el efecto red es clave. Las aplicaciones tecnologías se están convirtiendo en una materia prima: hay pocas cosas que el de enfrente no pueda hacer a poco que tenga dinero (y a ambas les sobra) para invertir en ello, sólo ganas algo de tiempo.

Lo importante para ellas es generar, por lo tanto, ese efecto red, acostumbrar al consumidor a que use sus artículos y se conviertan en algo imprescindible en su día a día en la oficina, y que cuando te pasen un archivo lo puedas abrir porque tienes ese mismo programa. A partir de ahí vendrán muchas ventajas adicionales a la propia venta de software o tecnología, como ya demostró en su momento Google con su buscador.

Este planteamiento, en un contexto de crisis como el actual, todavía cobra más sentido. Si lo pruebas y no te convence, pruebas el de al lado. Pero lo importante para ambas compañías es que al menos las pruebes y las acabes usando.

La gran guerra no ha hecho más que comenzar. De momento, en tamaño de mercado y en ingresos, Microsoft sigue siendo sensiblemente mayor que Google, que tiene a su favor que sigue creciendo más rápido. Ambas presentan sus cuentas estos días. Seguro que ambas aprovechan para seguir lanzándose golpes. Todo gratis.