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Too conected to fail
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Vicente Varó

No Brain, No Gain

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Too conected to fail

Este pasado viernes participé, a través de una videoconferencia, en unas jornadas sobre finanzas organizadas por el Instituto Tecnológico de Sonora, México. Cuando hablé con Álex,

Este pasado viernes participé, a través de una videoconferencia, en unas jornadas sobre finanzas organizadas por el Instituto Tecnológico de Sonora, México. Cuando hablé con Álex, la persona que se puso en contacto conmigo, y me dijo qué esperaban de mi ponencia, lo primero que pensé es que se habían equivocado de “experto”.

Buscaban a alguien que hablara de finanzas y mercados internacionales, en lo que no me considero desde luego un gran especialista. Además, me habían contactado en mi correo, pero me conocían sólo por Twitter, donde el conocimiento lo desgranas sólo en 140 caracteres. En fin, el caso es que casi por cortesía y por lo interesante de tomar parte en una conferencia internacional, dije que sí.

Pero claro, pensé, y de qué hablo yo, un simple periodista financiero y community manager, sobre finanzas mundiales en una conferencia de este tipo. Casi de modo inconsciente les planteé un tema algo distinto a lo habitual: la economía a través de las redes, les propuse como título “La economía más viral” y empecé a documentarme.

Como admirador del programa de ese gran divulgador que es Punset, cada vez que veo una de sus entregas de Redes, siempre me quedó con una sensación amarga. Casi todos sus capítulos podrían tener una aplicación a la actuación del hombre en relación con la economía y las finanzas, pero casi nunca, por no decir nunca, suele centrarse en éste área, lo cual me extraña mucho.

Cuando empecé a preparar la conferencia, comprendí una de las razones. Inexplicablemente, en el campo económico apenas se está investigando poniendo como fondo las teorías de redes que tanto están moviendo otros ámbitos del conocimiento, como los relacionadas con la actividad cerebral, los mapas del ADN; los negocios online o incluso el marketing.

Como dice Albert Lázslo Bárabasi en su genial libro Linked, “a pesar del importante papel que las relaciones cruzadas (que se traducen en consejeros comunes en muchas empresas, que son grandes nodos conectores, o los contagios que se producen por las decisiones de determinados agentes económicos o políticos) desempeñan en la economía, las teorías económicas han prestado habitualmente una muy escasa atención a las redes”.

En su crítica este profesor incide en que “hasta hace poco los economistas han visto el mundo como un conjunto de individuos autónomos y anónimos que interactúan sólo a través del sistema de precios, un modelo que suele ser considerado el modelo económico estándar”.

A poco que alguien hubiese tomado en serio el sistema de redes y su importancia en la economía mundial, habría resultado evidente el riesgo que suponían para las economías mundiales la cantidad de enlaces que se estaban generando alrededor del nodo de la banca de inversión, sobre todo teniendo en cuenta que no se trata precisamente de un negocio que ponga especial énfasis en velar por algo más que sus propios beneficios.

El problema es que, aún después de lo ocurrido, muchos siguen sin fijarse en lo que puede venir, como se demuestra con el famoso Too big too fail y las medidas para trocear a los mayores bancos mundiales. Los virus desde siempre nos han demostrado que tanto o más que el tamaño de los mayores núcleos conviene estar atento a los enlaces menores, a cómo pasa la información de un nodo al otro.

El problema para el sistema financiero no son los Too big to fail (demasiado grande para caer), sino los “too connected to fail” (demasiado conectados para caer). ¿O nadie recuerda que en 1998 un solo hedge fund, LTCM, estuvo a punto de destrozar el sistema financiero? 

Este pasado viernes participé, a través de una videoconferencia, en unas jornadas sobre finanzas organizadas por el Instituto Tecnológico de Sonora, México. Cuando hablé con Álex, la persona que se puso en contacto conmigo, y me dijo qué esperaban de mi ponencia, lo primero que pensé es que se habían equivocado de “experto”.