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'Shadow money': más allá del dinero tradicional
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Kike Vázquez

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'Shadow money': más allá del dinero tradicional

Todo el mundo tiene una opinión sobre la presente crisis. Para algunos es fruto de una burbuja inmobiliaria, para otros va más allá y es consecuencia

Todo el mundo tiene una opinión sobre la presente crisis. Para algunos es fruto de una burbuja inmobiliaria, para otros va más allá y es consecuencia de una vorágine financiera, hay quien cree que el problema es poblacional y quien lo achaca al sistema monetario. Todo el mundo tiene su propia teoría, y a pesar de que muchas de ellas son contrapuestas suelen tener la suficiente lógica como para resultar plausibles. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, los razonamientos pasan por alto una de las variables más importantes de la economía moderna: el “Shadow money” o “dinero en la sombra”.

 

¿Qué es el “Shadow money”? Lo importante no es la definición, lo importante es entender su función, y por ello comenzaré con los antecedentes. En un lugar y tiempo muy lejanos alguien se percató de que otorgar un préstamo con una garantía de por medio reducía enormemente el riesgo, favoreciendo por una parte la recuperación de la inversión del prestamista y otorgando por la otra unos menores tipos de interés al prestatario. Su utilidad provocó que, lo que en un principio se usaba marginalmente para el circulante de negocios tradicionales, comenzase poco a poco a evolucionar, llegando a algo tan común hoy en día como es el préstamo hipotecario.

 

Los resultados en la economía real son excelentes por lo que alguien decide adaptar el mecanismo a la economía financiera. Pasamos de las garantías tradicionales, como puede ser una vivienda, a otras que podríamos denominar financieras, como puede ser la deuda pública o cualquier otro activo financiero. Lo que en la economía real sirvió para expandir el crédito permitiendo a negocios crecer o a familias conseguir un hogar, en la economía financiera comienza a usarse para gestionar la liquidez y el apalancamiento.

 

 

Repurchase Agreement - Repo - Secured Loan:

Momento 1) Una entidad “B” con necesidades de liquidez deja un activo financiero como garantía a cambio de efectivo, dependiendo del activo se aplicará un “haircut” o “quita” en el importe a percibir.

Momento 2) Si la entidad “B” cumple con su compromiso y devuelve el efectivo más el tipo de interés pactado, la entidad “A” devolverá la garantía.

 

LIQUIDEZ: Ahora ya no es necesario tener en balance importes sustanciales en efectivo, algo que supone un coste, sirve con poseer activos financieros líquidos que además son una fuente de rentabilidad. Si en un momento dado fuese necesario puede intercambiarse alguno de esos activos financieros, como podría ser la deuda pública, por la liquidez deseada. De hecho la deuda pública se está convirtiendo en un activo análogo al dinero en efectivo, pero con distinto vencimiento, y es que al fin y al cabo el dinero en efectivo no es más que una promesa de los diversos Gobiernos existentes, al igual que lo es la deuda pública.

 

APALANCAMIENTO: Más interesante y menos intuitivo resulta el caso del apalancamiento. Pensemos por ejemplo que compramos 1.000 euros de acciones de la empresa “Pepito Pérez Corporation SA”. Acto seguido podemos ofrecerlas como garantía a cambio de cash, cuyo importe dependerá del descuento que nos apliquen. Imaginemos que obtenemos el 90% en cash, acto seguido podemos comprar 900 euros en nuevas acciones de “Pepito Pérez Corp. SA”, y a su vez ofrecerlas como garantía… El efecto final es que con 1.000 euros habremos conseguido invertir una cantidad muy superior que dependerá del “haircut” o “quita” que nos apliquen, o lo que es lo mismo, habremos conseguido apalancarnos.

 

Démosle una nueva vuelta de tuerca. Imaginemos que no tenemos solo a alguien comprando acciones de “Pepito Pérez Corporation SA”, imaginemos que vivimos en un sistema financiero complejo, un sistema en el cual la empresa A ofrece acciones como garantía a la empresa B, y a su vez la empresa B deja ese mismo colateral a la empresa C, y así indefinidamente. Ahora las empresas se sentirán seguras individualmente, es el sistema el que se encuentra apalancado. Si por un casual están dilucidando si esto se produce hoy en día vean el caso de MF Global y la “rehyphotecation”.

 

“Shadow money”

 

Tenemos, como decía anteriormente, una nueva forma de gestionar la liquidez y una nueva forma de apalancarse, pero también tenemos, especialmente, una nueva forma de crear dinero ajena a los bancos centrales y a los tradicionales bancos comerciales, eso es el “Shadow money”. Una nueva forma de crear dinero que, junto con numerosas alternativas diferentes a lo anteriormente mencionado, se ha convertido en la verdadera sangre que fluye por el sistema financiero. Una nueva forma de operar tan extendida que la tradicional base monetaria y los tradicionales agregados monetarios se han quedado obsoletos.

 

Un ejemplo sería esta gráfica de Credit Suisse realizada en el año 2012 (desconozco si ha sido actualizada desde entonces).

 

 

Al calor de este “Shadow money” está emergiendo un nuevo concepto para definir la verdadera masa monetaria del sistema, esto es, el “Effective money”. Este concepto representa los agregados tradicionales incrementados por el dinero generado fuera de los cauces tradicionales, o lo que es lo mismo, el “Effective money” es el dinero que realmente circula en la economía. Por ello, según este concepto, el dinero total estará muy condicionado por el valor de los activos financieros líquidos, el “haircut” aplicado al ser usados como garantía y la velocidad a la que se “rehipoteca” dicho colateral, pues son estas tres variables las que condicionan el volumen del “Shadow Money”.

 

En palabras de Credit Suisse: “Less debt, lower value, higher haircuts, and reduced collateral velocity: in our view, this is an ongoing and significant monetary shock

 

Muchas veces se analiza lo ocurrido como una burbuja inmobiliaria, pero dicha burbuja sería en realidad el síntoma de un fenómeno subyacente que es el dinero creado por el propio sistema, tanto de forma oficial como en forma de “Shadow money”. El problema es que si bien los agregados oficiales están perfectamente estudiados, este “Shadow money” desaparece de forma muy rápida y sin dejar rastro, provocando unshock monetario invisible”. Si las autoridades y bancos centrales no actúan ante este fenómeno que no pueden ver, solo intuir, el sistema colapsa arrastrado por una espiral deflacionaria.

 

Un síntoma de que algo no va bien se produce cuando existe una excesiva demanda por los activos seguros, provocando la escasez (“safe assets shortage”) y en ocasiones tipos nominales negativos. ¿Tipos nominales negativos? ¿Ha pasado algo así? No en el BCE, no en la FED, pero sí en el mercado, sí en la otra parte del “Effective money” que es el “Shadow money” junto con el dinero “oficial”. El 15 de marzo el repo a 10 años en EEUU marcó un -2.95% (aunque 3% es el “fail penalty” impuesto en 2009) recuperándose al día siguiente, y el volumen de “repo fails”, el no entregar la garantía a vencimiento, alcanzó los 80 mil millones de dólares.

 

Tal fue la preocupación que el Tesoro estadounidense acto seguido publicó un nuevo requerimiento para todas aquellas entidades que posean deuda pública con vencimiento en 2023, la emisión afectada por dicha rentabilidad negativa, por importe superior a los 2 mil millones de dólares. Se desconoce el motivo por el cual la rentabilidad cayó con tanta virulencia en tan poco tiempo, podrían ser daños colaterales del “quantitative easing” (lo que provoca escasez de deuda pública, bajando así su rentabilidad y forzando por otra parte el “search for yield” aumentando el precio de los activos), podría ser desconfianza en los depósitos no asegurados por el temor a la quiebra de una entidad y por tanto una preferencia por los activos como la deuda pública en su lugar... nadie lo sabe.

 

El “Shadow money” tiene vida propia, es autónomo, procíclico, veloz, ajeno a los bancos centrales, y desconocido y temido a partes iguales por las autoridades, como así demuestra lo ocurrido en las pasadas semanas. Es un ente que sirve como engranaje de la economía actual, y sin el cual sería difícil de concebir ninguna explicación a la presente crisis financiera. Y es principalmente, y a pesar de su importancia, un desconocido que aun no sabemos cómo funciona ni cómo se comporta, pero que está llamado a alcanzar muy pronto el protagonismo. 

Todo el mundo tiene una opinión sobre la presente crisis. Para algunos es fruto de una burbuja inmobiliaria, para otros va más allá y es consecuencia de una vorágine financiera, hay quien cree que el problema es poblacional y quien lo achaca al sistema monetario. Todo el mundo tiene su propia teoría, y a pesar de que muchas de ellas son contrapuestas suelen tener la suficiente lógica como para resultar plausibles. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, los razonamientos pasan por alto una de las variables más importantes de la economía moderna: el “Shadow money” o “dinero en la sombra”.