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Ya tenemos unión bancaria, ¿o no?
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Enrique Benito

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Ya tenemos unión bancaria, ¿o no?

Entre 150 y 200 bancos europeos pasarán a ser inspeccionados directamente por el Banco Central Europeo (BCE), como supervisor único, previsiblemente a partir de marzo de

Entre 150 y 200 bancos europeos pasarán a ser inspeccionados directamente por el Banco Central Europeo (BCE), como supervisor único, previsiblemente a partir de marzo de 2014.

La esencia del nuevo acuerdo tiene sentido. Dado el descalabro ocurrido, se trata de que el BCE haga el trabajo de los supervisores nacionales, pero solo con los bancos más grandes, los considerados sistémicos. 

El BCE también tendrá poderes para inmiscuirse en asuntos de bancos más pequeños (unos 6.000), pero el mecanismo para que esto suceda no esta del todo claro. En cualquier caso, no deja de ser un distanciamiento de la propuesta original de la Comisión Europea que planteaba la transferencia de la supervisión de todas las entidades, grandes y pequeñas, aunque en dos fases transitorias.

Aunque el BCE había expresado deseos de asumir la supervisión de algunos bancos desde hace tiempo, el desarrollo de la unión bancaria y su vínculo con la crisis de deuda soberana ha sido bastante sorprendente.

En 2010 se le dieron poderes a la European Banking Authority (EBA) para coordinar tareas de supervisión entre distintos países mediante los "colegios de supervisión", una especie de mesas redondas para cada banco donde se sientan los supervisores de las filiales en cada país y que son presididas por el supervisor de la matriz (home supervisor).

Todo apuntaba a un papel dual de la supervisión europea:

* La EBA, con sede en Londres, se encargaría de la coordinación de los colegios y la creación e interpretación de normas armonizadas.

* El European Systemic Risk Board (ESRB), con sede en el BCE (Frankfurt), se encargaría de la coordinación de medidas mas macroeconómicas, como evitar la creación de nuevas burbujas. Por ejemplo, utilizando nuevas medidas como el colchón (buffer) de capital contracíclico que ya comentamos hace unas semanas.

Esta estructura original tenia bastante sentido ya que algunos estados, como Suecia y Republica Checa, pero especialmente Reino Unido, son miembros con voto en la EBA y el ESRB, pero no pertenecen a la zona euro, ni participan en el nuevo mecanismo supervisor recién aprobado.

Aunque en principio una estructura dual y la adopción de responsabilidades supervisoras por el BCE no tienen por qué ser incompatibles, hay puntos de conflicto derivados de la acumulación de poderes en una única entidad y la internacionalización del sistema bancario, existiendo la posibilidad de que algunas entidades huyan del Reino Unido con el objetivo de acogerse a un sistema de supervisión único (y por ende menos costoso) o de que los países parte del acuerdo aprovechen la nueva concentración de poder para redactar normas conforme a sus intereses.

Siguiendo esta lógica, el acuerdo final incluye medidas adicionales que cambiaran el sistema de voto de la EBA, para evitar que los países que forman parte del acuerdo puedan monopolizar las decisiones en los colegios de supervisión, o en los órganos de gobierno, una concesión clara al Reino Unido.

En cualquier caso, como consecuencia de la creación de un supervisor único, los colegios de supervisión pasaran a ser mayormente mecanismos de coordinación entre el BCE y supervisores de fuera de la zona euro.

Aunque un supervisor único es un primer paso, la unión bancaria no estará completa sin reglas únicas, un mecanismo de resolución, y un seguro de depósitos pan-Europeos.

* Las reglas únicas (la Directiva CRD IV y el reglamento) están en camino aunque, paradójicamente, su aprobación ha tenido que retrasarse por la necesidad de llegar a un acuerdo en la creación del supervisor único. 

* Los mecanismos de resolución bancaria consisten en acordar qué ocurre cuando un banco quiebra y quién paga la cuenta. Las posiciones de algunos países con respecto a mutualizar deudas o dejar que estados o bancos insolventes quiebren son de sobra conocidas. De hecho, Wolfgang Münchau, en un artículo reciente en el Financial Times (FT, "Politics undermines hope of banking union", 16-12-2012) comparaba un posible mecanismo de resolución con las operaciones de compra directa de deuda soberana anunciadas por el BCE, utilizadas como una mera señal al mercado, pero que nunca fueron utilizadas en la practica.

* Un seguro de depósitos pan-europeo ayudaría a eliminar el vínculo del pago de los depósitos en caso de quiebra bancaria a la solvencia del país en cuestión, minimizando las fugas de capitales que se han visto recientemente. Pero este problema toca de nuevo la mutualización de deudas, donde no hay soluciones fáciles salvo que se establezca una unión fiscal.

Sin embargo, es importante recordar que a veces el enemigo esta en casa. Coordinar objetivos de política monetaria y de estabilidad financiera y supervisión bajo un mismo techo puede generar claros conflictos de interés, especialmente cuando la crisis se apacigüe. Tan importante es el acuerdo en sí, como el proceso de implementación en Frankfurt, y que deberá asegurar, para empezar, que no hay futuras luchas de recursos o guerras políticas entre las distintas áreas. Le queda mucho trabajo por delante al señor Draghi. 

Entre 150 y 200 bancos europeos pasarán a ser inspeccionados directamente por el Banco Central Europeo (BCE), como supervisor único, previsiblemente a partir de marzo de 2014.