Las agencias calificadoras o el timo de la estampita

Leo esta mañana que Estados Unidos sopesa presentar una demanda contra la agencia de calificación crediticia Moody's por defraudar a los inversores, aunque no lo hará hasta ver el resultado de la presentada contra Standard & Poor's, vamos que en función de los resultados de una presentará la otra, vaya suerte tiene Moody´s... ¡a lo mejor se libra!

El Departamento de Justicia está discutiendo junto a varios estados estadounidenses la posibilidad de presentar una demanda conjunta contra Moody's, por los mismos motivos que el pasado lunes decidió actuar contra S&P, y yo me pregunto ¿Qué tienen que discutir?

Ambas compañías se dedican al mismo negocio, ejercen una posición de oligopolio consentido, sus calificaciones son iguales o muy parecidas a las que otorgo S&P y por la que está ha sido demandada, a mí me parece una arbitrariedad que no se presente una demanda contra Moody´s, incluso casi un trato de favor.

El fiscal general de Estados Unidos, Erik Holder, anunció una demanda civil contra S&P y su matriz McGraw-Hill por crear un esquema para defraudar a los inversores con productos financieros como RMBS (valores respaldados por hipotecas) y CDOs (obligaciones de deuda colateralizada), y todo porque presuntamente S&P era consciente de que estaba inflando los 'ratings' por lo que engañó a sus inversores, incluidas muchas instituciones financieras avaladas por el Gobierno, que perdieron miles de millones de dólares, "motivada por su deseo de incrementar sus beneficios y su cuota de mercado".

Moody's ha asegurado que su proceso de calificación de productos financieros es muy serio y que en todo momento garantiza la independencia entre sus actividades analíticas y comerciales, que en la mayoría de los casos implican a los mismos clientes.

El esquema de este negocio de las agencias calificadoras va contra natura desde el momento que te paga la empresa a la que tienes que calificar. Los inversores tienen que creer que el producto que comercializa determinada institución es AAA cuando es esa misma institución quien paga a la agencia calificadora.

Es razonable sospechar que en función de la nota que ponga a dicha institución seguiré calificándola en un futuro o perderé al cliente, por mucho que se empeñen en decir las agencias calificadoras la independencia entre sus actividades analíticas y comerciales, resulta fácil imaginar la inmensa presión que el departamento comercial hará sobre el departamento de análisis si este no califica “adecuadamente”.

Y para más 'inri', estas agencias calificadoras esgrimen que no son más que informadores al mercado, meros “periodistas” que informan y valoran determinados productos pero que son solo “opiniones”, resulta absolutamente dantesco.

Las agencias calificadoras están y estarán en entredicho siempre, su función y responsabilidades debería estar más reguladas por el bien del inversor final, pero cuando vemos quienes están detrás de las agencias calificadoras y forman parte de su accionariado y consejo de administración nos damos cuenta que toda esperanza de transparencia es absurda.

El problema de las agencias calificadoras es muy similar a las empresas de auditoria, los conflictos de intereses son absolutamente obvios y la defensa que esgrimen para negarlo insulta la inteligencia de cualquier primate, pero mientras no pase nada miramos para otro lado, hasta que explota Enron y entonces investigamos….. y nos indignamos.

El mundo ha cambiado desde entonces y yo particularmente nunca tomo decisiones en función del rating de ningún producto o compañía, lo que no significa que no lo observe, califican mal y cuando rebajan el rating ya es tarde (el último ejemplo Monte di Paschi), a lo mejor actuó así porque en su día fui auditor en la más grande del mundo, quien sabe…