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Cerberus salva los muebles en Chrysler
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Ignacio Sarría

Secretos del Private Equity

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Cerberus salva los muebles en Chrysler

Desde que en mayo de 2007 Cerberus llegara a un acuerdo con el gigante alemán Mercedes-Benz para tomar el control de Chrysler, nada ha sido fácil

Desde que en mayo de 2007 Cerberus llegara a un acuerdo con el gigante alemán Mercedes-Benz para tomar el control de Chrysler, nada ha sido fácil en esta inversión. El equipo de ejecutivos de Cerberus, liderados por Stephen Feinberg (que dirige uno de los mayores fondos de Private Equity especializados en invertir en empresas con dificultades o como dicen ellos en “oportunidades especiales” para crear valor y obtener atractivas plusvalías), ha estado luchando contra todos los elementos para intentar reflotar y sanear uno de los iconos de la industria automovilística americana.

En estos cuatro años a Cerberus, como reconocía uno de los ejecutivos involucrados en la gestión, “todo lo que podía ir mal en la inversión en Chrysler le ha ido mal”. La gran crisis financiera hundió la venta de coches en Estados Unidos, registrando en 2009 unas ventas de 10 millones de vehículos, marcando el mínimo de los últimos treinta años. 

Como ya es bien conocido, en junio de 2009 Cerberus tuvo que firmar la capitalización de su inversión en el fabricante de los famosos Jeeps en las oficinas del Departamento del Tesoro americano en Washington DC, acordándose entonces la nacionalización de Chrysler con un préstamo del Tesoro de 7.000 millones de dólares. 

Dos años después y tras un intenso plan de restructuración que le ha permitido a Chrysler volver a la rentabilidad, Fiat (que ya tiene una participación minoritaria) ha anunciado su intención de hacerse con el control del fabricante de Detroit. La toma de control del fabricante italiano permitirá el repago del préstamo de Tesoro e incluso se rumorea la posibilidad de sacar la compañía a Bolsa en el corto plazo.

Como decía el Financial Times en uno de sus editoriales la semana pasada, el rescate de Chrysler es un modelo de éxito que ha permitido salvar la compañía con dinero público y mantener muchos puestos de trabajo e incluso, proporcionar rentabilidad a los fondos públicos.

A pesar de perder su participación en el fabricante de coches, Cerberus mantuvo la propiedad de Chrysler Financial Corp,. el negocio financiero que suministra los préstamos para adquirir los vehículos y que, a pesar de mantener el nombre desde la nacionalización de Chrysler, se independizó y creció en el atractivo negocio del crédito al consumo, no solo de automóviles.

La baja tasa de fallidos en los créditos en cartera, así como los tipos de interés tan bajos, ha permitido una buena evolución del negocio, que ha atraído el interés de varios compradores para adquirir la compañía.

Hace unos meses se filtraba que Cerberus estaba a punto de llegar a un acuerdo para vender su participación en Chrysler Financial Corp. a Toronto-Dominion Bank, un banco canadiense muy interesado en crecer en el área de “consumer finance”. Cerberus va a obtener unos mil millones de dólares, que es más o menos la cantidad invertida para tomar el control de Chrysler en 2007.

Después de cuatro años muy complicados, que le ha traído muchos quebraderos de cabeza a Cerberus y a su base de inversores, el fondo ha sido capaz de recuperar la inversión y colaborar de forma muy activa -y casi me atrevería a decir que “patriótica”- a salvar a Chrysler. Estoy seguro que muchas familias en Detroit estarán muy agradecidas.

Desde que en mayo de 2007 Cerberus llegara a un acuerdo con el gigante alemán Mercedes-Benz para tomar el control de Chrysler, nada ha sido fácil en esta inversión. El equipo de ejecutivos de Cerberus, liderados por Stephen Feinberg (que dirige uno de los mayores fondos de Private Equity especializados en invertir en empresas con dificultades o como dicen ellos en “oportunidades especiales” para crear valor y obtener atractivas plusvalías), ha estado luchando contra todos los elementos para intentar reflotar y sanear uno de los iconos de la industria automovilística americana.