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2011: una de cal y una de arena
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Ignacio Sarría

Secretos del Private Equity

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2011: una de cal y una de arena

Aprovecho la primera tribuna del nuevo año para hacer balance del 2011 en el sector de Private Equity, un año con dos caras: una de cal

Aprovecho la primera tribuna del nuevo año para hacer balance del 2011 en el sector de Private Equity, un año con dos caras: una de cal y otra de arena.

Después de dos años tan complicados como 2009, donde apenas pasó nada en el sector ni en lo que se refiere a nuevas inversiones y realizaciones ni a captación de nuevos fondos, y un 2010, donde se empezó a recuperar la actividad en el sector especialmente en la segunda mitad del año; se esperaba en 2011 una confirmación del cambio de tendencia que dejara atrás las consecuencias de la “gran recesión”.

El año que acabamos de dejar empezó muy bien con unos niveles de inversión superiores a los del año anterior y acercándose a los volúmenes de inversión de los años 2004 y 2005 -período anterior al boom crediticio que pulverizó todos los récords en lo que se refiere a operaciones de compra y venta de compañías-.

Según las estadísticas de Prequinen el año 2011 el volumen invertido por los fondos de Private Equity en nuevas adquisiciones a nivel global supera los 180.000 millones de dólares, lo que supone más de un 20% respecto al ejercicio anterior, aunque todavía sea un tercera parte de la actividad del 2007, año record.

La mayor parte de las adquisiciones han tenido lugar en Estados Unidos, más de dos tercios del capital invertido y en la primera mitad del ejercicio. A partir del verano y como consecuencia de las incertidumbres generadas por el hipotético “default” en Estados Unidos y la solvencia de las finanzas públicas de los países de la Unión Monetaria, el volumen de inversión se redujo especialmente en el último trimestre.

En lo que se refiere a las desinversiones, factor clave para el equilibrio del ecosistema del Private Equity, el volumen de realizaciones aumentó sustancialmente respecto a 2010 y se estima en 100.000 millones de dólares. Una parte importante de las desinversiones se llevaron a cabo en el primer trimestre del año, y este volumen decreció significativamente a partir del verano conforme las incertidumbres en los mercados crecían.

Más de la mitad de las operaciones de desinversión en 2011 fueron ventas a un comprador estratégico, aprovechando la fortaleza financiera de muchas compañías después de tres años de ahorro de costes. El factor negativo respecto al volumen de desinversiones ha sido la escasez de Salidas a Bolsa, registrando uno de los peores años que se recuerdan tanto en Estados Unidos como en Europa.

Por último, y por lo que se refiere a captación de nuevos fondos, la situación no ha cambiado mucho en los últimos doce meses. Los inversores institucionales siguen siendo muy cautos respecto a invertir en nuevos fondos. En el 2011, el volumen captado por nuevos fondos se estima en 100.000 millones de dólares y se concentra principalmente en gestores americanos.

Si miramos a Europa, la lectura del 2011 es negativa, se han cerrado pocas operaciones de compra  y de venta, y la demanda de los inversores institucionales para invertir en nuevos fondos europeos es limitada. Una parte muy importante de la actividad se ha centrado en Estados Unidos y en los mercados emergentes, tanto en Asia como en Latinoamérica. Esperemos que el 2012 se recupere la confianza perdida y que el sector  -especialmente en Europa- recupere los volúmenes de inversión de periodos anteriores. Es precisamente en este entorno cuando las compañías europeas no cotizadas necesitan un sector de Private Equity dinámico y dispuesto a arriesgar su capital en buenas inversiones.

Aprovecho la primera tribuna del nuevo año para hacer balance del 2011 en el sector de Private Equity, un año con dos caras: una de cal y otra de arena.