Telón de Fondo
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Invierta en bancos inteligentes. Serán los mayores beneficiarios del 'fintech'
¿Qué pasaría si un banco inteligente decidiera actuar como una 'fintech' e irrumpir en el mercado aprovechando las lagunas que ha creado una transformación tecnológica mal planteada?
Es opinión generalmente aceptada que el fenómeno 'fintech' perjudica a los bancos y beneficia a las empresas no bancarias que les van a quitar el negocio. En mi opinión, este planteamiento es tan simplista como erróneo: ni todos los bancos se van a ver perjudicados por el fenómeno 'fintech', ni todas las empresas 'fintech' van a tener éxito. De hecho, habrá banqueros inteligentes que sabrán aprovechar los cambios del sector en lugar de verse engullidos por ellos. Porque, además, parten con ventaja.
Piensen por ejemplo en el ciberataque global que se produjo hace un par de semanas. Estuvo dirigido a hospitales, compañías telefónicas, líneas aéreas, etc. Pero cuando esos ciberataques se generalicen y vayan buscando principalmente dinero, mucha gente se verá más segura en un banco que en un jugador 'fintech', aunque dicho jugador deposite el dinero de sus clientes en un banco. La seguridad de la que hablo es también la de los datos personales. Los atracadores del futuro no solo buscarán dinero: también buscarán datos. Y el público percibe, acertada o equivocadamente, que los bancos tienen recursos para pagarse la mejor seguridad, tanto para el dinero como para los datos.
Cómo lo estará haciendo la banca que, incluso contando con el factor seguridad, el prestigio de marca y todo el apoyo político del mundo, aun así se multiplican las iniciativas para quitarles negocio. Y con éxito, cuando el modelo de muchas de esas iniciativas consiste simplemente en hacer mejor y a menor coste algo que ya hace la banca tradicional. Peor todavía: cuando, siendo conscientes de lo anterior, los bancos se ponen el gorro 'fintech', en lugar de mejorar el servicio empeora.
Últimamente visito muchas sucursales bancarias. Las colas son kilométricas. Muchas cosas siguen teniendo que 'pasar por caja'o no se ha explicado bien cómo evitarlo. O no es sencillo hacerlo. Pero lo que sí se ha hecho a conciencia es eliminar la mitad de las sucursales. Es más: llegado el momento de pagar, no te dejan hacerlo con tarjeta de crédito o débito si no es del banco, cuando hoy en día hasta el chiringuito de playa más humilde permite pagar con tarjeta. Ojo al dato: los bancos son los únicos establecimientos comerciales del país que no dejan pagar con tarjeta ¡toma 'fintech'!
Por su parte, los esforzados clientes tratan de adaptarse al nuevo modelo Ikea bancario. Pero ojo: el que diseñó las aplicaciones 'online' de los bancos no era un ingeniero de Ikea ni un Steve Jobs obsesionado con la simplicidad, no. Parece que cogieron el mismo programa que utilizaba el empleado ahora prejubilado, se lo pusieron en pantalla al cliente y hala: a trabajar (el cliente). Un sueldo menos para el banco.
Por el momento, esto ocurre en casi todas las entidades, así que no hay problema. Los clientes no tienen muchas alternativas. Pero ¿qué pasaría si un banco inteligente decidiera actuar como una empresa 'fintech' de verdad e irrumpir en el mercado aprovechando las lagunas y el mal servicio que ha creado una transformación tecnológica mal planteada?
Un banco que ofreciera, por ejemplo, una aplicación tan atractiva que las personas de más de 'cierta edad'estuvieran deseando utilizarla en lugar de ir a la sucursal. Y no me digan que las personas de 'esa edad' —o incluso más— no se manejan bien con la tecnología. El grado de penetración y uso de 'smartphones' y tabletas en ese sector de la población es muy alto y aumenta cada día.
La revolución digital ha traído a la banca colas. Y autobuses que se instalan en los pueblos para suplir la desaparición de las sucursales porque no funcionaron la 'Ikeización' ni la digitalización. Pero tarde o temprano habrá bancos que vean el hueco y sepan aprovecharlo, lo que, unido a la rebaja de costes que supone el modelo Ikea bien aplicado a la banca, hará de esos bancos máquinas de ganar dinero capaces de competir con las 'fintech'.
Les cuento todo esto porque quienes identifiquen los bancos con esa mentalidad o a los gestores de fondos con esa visión serán quienes obtengan mejores resultados a la hora de invertir en el sector financiero.
El análisis que les recomiendo es muy sencillo, porque es más importante usar los servicios del banco que estudiar balances o cuentas de resultados. Analizar el grado de satisfacción que producen en el cliente, si son sencillos de usar, valorar la plataformas de internet, ver con qué éxito sustituyen la sucursal por la aplicación, etc. Las oficinas móviles en los pueblos indican que algo ha fallado, por muy bonitas que las pongan. Otro buen indicador son las colas tipo Este de Europa comunista. La mayoría de los que las sufren son clientes del banco. Y ya sabemos cómo se pasa la gente a digital: un día estás hasta las narices de un mal servicio tradicional, alguien te hace ver que estás haciendo el canelo, te bajas una aplicación y ya no te 'bajas' nunca de ella. Pero en este caso, será de otro banco.
Es opinión generalmente aceptada que el fenómeno 'fintech' perjudica a los bancos y beneficia a las empresas no bancarias que les van a quitar el negocio. En mi opinión, este planteamiento es tan simplista como erróneo: ni todos los bancos se van a ver perjudicados por el fenómeno 'fintech', ni todas las empresas 'fintech' van a tener éxito. De hecho, habrá banqueros inteligentes que sabrán aprovechar los cambios del sector en lugar de verse engullidos por ellos. Porque, además, parten con ventaja.