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Asia puede ser la zona preferida por los mercados en 2018
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Víctor Alvargonzález

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Asia puede ser la zona preferida por los mercados en 2018

Muchas veces los mercados funcionan en base a las ideas que calan entre los inversores, que no tienen por qué ser las que les gustan a los economistas

Foto: Inversores en Asia.
Inversores en Asia.

En mi primer artículo del año les hablaba de Japón como una de las ideas que pueden funcionar este año. Porque muchas veces los mercados funcionan en base a las ideas que calan entre los inversores, que no tienen por qué ser las que les gustan a los economistas, especialmente a los más ajenos al mercado y sus reglas. Recuerden que son los mismos que dijeron que el proceso de estímulo monetario norteamericano (QE) iba a ser un desastre y resulta que el Dow Jones ha subido un 380% desde entonces. Y qué decir de los bonos, que han tenido uno de los periodos alcistas más potentes de su historia. Puede que acabe siendo un desastre —las grandes subidas siempre acaban en grandes bajadas—, pero desde luego no ha sido un desastre para el que invirtió. Bendita 'represión financiera'. En todo caso, de ser un desastre, por el momento solo lo ha sido para el que se asustó y no invirtió.

Volviendo a Japón, en el informe de mi web del mes de diciembre les decía que, precisamente porque Japón era un desastre, es por lo que puede ser interesante. Si mejora la situación de su economía, los mercados empezarán a descontar la posibilidad de que Japón salga del agujero de deflación y estancamiento en que lleva décadas inmerso. Pero hoy no voy a hablar de Japón, ya lo hice en el artículo y en el informe mencionados anteriormente. Hoy voy a hacer extensiva mi recomendación a toda Asia.

¿Riesgos en China?

Según los economistas defensores de la ortodoxia, el otro desastre que iba a caer sobre nuestras cabezas —aparte del fin del QE— era China. Aviso que, por cierto, vino después de la crisis de 2015, no antes. Pero la economía china no se ha colapsado. De hecho, el que no ha caído en absoluto, sino más bien todo lo contrario, es el índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong, que es uno de los que veo más atractivos en Asia.

El Hang Seng es representativo de la actividad económica de Asia en general y no solo de China. Además, Hong Kong es un mercado creado por los británicos, comparable en funcionamiento, exigencias de transparencia contable y liquidez a los índices occidentales. Vamos, que no es el casino de las bolsas de la China interior.

Foto: Bolsa de Madrid. (EFE)

El atractivo de Asia deriva de una idea que ya ha calado en la comunidad inversora y de la que también hablaba en mi primer artículo del año. Se trata del concepto de 'crecimiento global coordinado'. Está en boca de todos que, por primera vez en mucho tiempo, el mundo crece de forma coordinada. Detectar qué bolsas pueden ser las premiadas por los inversores en base a esa idea será clave en 2018.

La idea de que Asia es una de las zonas geográficas que suelen beneficiarse de las épocas de crecimiento global tiene una buena base, tanto histórica como empírica. Y no es algo que vaya contra el análisis fundamental, porque los precios actuales no son en absoluto exagerados. Lo de Japón es más arriesgado, pero es precisamente incluir Japón en la ecuación lo que puede marcar la diferencia en los resultados de los fondos asiáticos. Y, por supuesto, cubrir la divisa, porque otra obsesión del mercado es que el euro tiene que seguir subiendo en la medida en que anticipa el fin del QE europeo.

Cuidado con las comisiones

La forma de hacer correctamente esta inversión es paradigmática de cómo se puede evitar tirar el dinero en comisiones, que es lo que se hace normalmente con la ayuda de banqueros privados, EAFI y sociedades de valores. Todos viven de la retrocesión de comisiones que reciben de las gestoras, así como de las comisiones de asesoramiento por sus análisis de fondos, etc. Así que tratan de convencerle —contra toda evidencia empírica— de que la selección de fondos de gestión activa que realizan aporta valor. Eso fue cierto en su día, sin duda, pero hace años que dejó de serlo.

Así que ni gestión activa, ni 'value' ni analistas que se dicen 'independientes' pero cobran de las gestoras: Ud. lo único que necesita es un intermediario financiero que le venda un fondo que replique la evolución del índice MSCI Asia, incluido Japón. Y que el vendedor le asegure que el fondo cubre la divisa. También puede utilizar un índice asiático y otro japonés por separado. Si utiliza un fondo índice, se ahorrará una pasta. Si usa un ETF, más todavía. Pero si no toma precauciones y le colocan la gestión activa, el asesoramiento, el análisis y el 'cariñito', pagará un 1% extra o más a cambio de nada.

Foto: Marc Garrigasait, durante su participación en el Iberian Value.

Como todas, esta inversión tiene riesgos específicos importantes. El primero es ese tipo con un 'look' curioso que es el dictador de Corea del Norte. Pero yo lo veo más como un riesgo de corrección —como consecuencia de alguna pataleta que le dé en el proceso de negociación en que se encuentra inmerso— que de una guerra nuclear, que, en cualquier caso, sería desastrosa para todos los mercados, no solo para Asia.

El otro riesgo está en el 'timing'. Asia ha empezado el año muy fuerte y el mercado está sobrecomprado. Esta sobrecompra se arregla con una corrección —que puede ser moderada— o con un periodo lateral. Mi sugerencia es que si decide entrar en este mercado, lo haga en dos fases. Una, ahora. La otra, si el mercado corrige o se enfría. Si no corrige y sigue subiendo como un cohete, al menos tendrá Ud. una posición tomada, aunque sea pequeña. Y si cae, aprovechará para mejorar su cambio medio de compra.

En mi primer artículo del año les hablaba de Japón como una de las ideas que pueden funcionar este año. Porque muchas veces los mercados funcionan en base a las ideas que calan entre los inversores, que no tienen por qué ser las que les gustan a los economistas, especialmente a los más ajenos al mercado y sus reglas. Recuerden que son los mismos que dijeron que el proceso de estímulo monetario norteamericano (QE) iba a ser un desastre y resulta que el Dow Jones ha subido un 380% desde entonces. Y qué decir de los bonos, que han tenido uno de los periodos alcistas más potentes de su historia. Puede que acabe siendo un desastre —las grandes subidas siempre acaban en grandes bajadas—, pero desde luego no ha sido un desastre para el que invirtió. Bendita 'represión financiera'. En todo caso, de ser un desastre, por el momento solo lo ha sido para el que se asustó y no invirtió.

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