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¿Es el principio o es el final de la partida de Putin?
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Víctor Alvargonzález

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¿Es el principio o es el final de la partida de Putin?

Si Putin se detuviera ahora, la jugada le habría salido redonda. Ha asustado al mundo con la posibilidad de iniciar una gran guerra. Si luego se

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Si Putin se detuviera ahora, la jugada le habría salido redonda. Ha asustado al mundo con la posibilidad de iniciar una gran guerra. Si luego se limita a dar un nuevo zarpazo y anexionarse el Donbás ucraniano se habrá comido una nueva pieza de su partida de ajedrez sin disparar un solo tiro y sin grandes consecuencias, puesto que occidente respirará aliviado y solo le aplicarán sanciones menores.

Europa estaría especialmente dispuesta a ser condescendiente, dado que la mitad de los hogares alemanes tienen calefacción gracias al gas natural que mayoritariamente importan de Rusia. Sin casi centrales nucleares, Alemania es ahora mismo un yonqui del gas ruso. Y su “suministro” depende de un sólo “dealer”. No está como para sancionarlo.

Además, metiendo miedo en los mercados, Putin ha conseguido que se dispare el precio de sus exportaciones, es decir, del petróleo, gas, minerales y otras materias primas, lo que hace que lleve meses rellenando sus arcas. Y las sanciones que se le impongan las pagaremos los occidentales cada vez que llenemos el depósito de gasolina, pongamos la calefacción o construyamos cualquier edificio o infraestructura. Si Putin no siguiera adelante, Europa tardaría un cuarto de hora en eliminar esas sanciones que hacen más daño al que sanciona que al sancionado.

Foto: El alto representante europeo para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

Por si todo lo anterior fuera poco, a Putin le basta con dejar las tropas rodeando Ucrania y continuar con el “bullyng” y el ciberterrorismo para que el país viva asustado. Y asustar a los inversores extranjeros. En esta situación y viendo la tímida respuesta occidental - y al otro lado al ejército ruso -, lo más probable es que a Ucrania se le quiten las ganas de pedir el ingreso en la OTAN. Y si no, ya se la quitarán los países de la Eurozona.

Así que a la economía mundial y a las bolsas lo mejor que les puede ocurrir es que Putin añada un nuevo trofeo a su colección, incluidas algunas de las cosas que ya le han prometido – como la “finlandización de Ucrania - , pare, y espere a la próxima oportunidad (que le habrá, porque tiene cogida a Europa por la energía). Desgraciadamente podría tener planes más ambiciosos.

Si se fijan, la estrategia de Putin es clavada a la de Hitler cuando invadió Checoslovaquia. Con la excusa de que se estaba oprimiendo a una minoría germano parlante, invadió esa parte del país y, luego, ya puestos, invadió Checoslovaquia entera.

Foto: Foto: Reuters

Yo creo que si Putin imitara a Hitler cometería un grave error de cálculo (lo cual no significa que no lo haga). Y digo error porque Hitler tenía muy fácil invadir a la débil Checoslovaquia, mientras que Ucrania contaría con el apoyo de la OTAN y el armamento más avanzado para sus guerrillas. Además, a Hitler le daba absolutamente igual la opinión pública, que además en aquella época le apoyaba incondicionalmente. En cambio la vuelta de jóvenes rusos en ataúdes no le saldría tan barata a Putin (y serían muchos). En cuanto a las sanciones, la economía alemana era una de las más fuertes del mundo, cosa que no ocurre actualmente con la economía rusa.

Todo lo anterior es importante para los inversores, porque tienen que apostar por uno u otro escenario. Sobre todo en lo que respecta a la bolsa europea. O Putin para y da por cumplidos sus objetivos o decide emular a Hitler.

Afortunadamente hay una estrategia de inversión - la que elegimos para protegernos de la inflación y la subida de los tipos de interés - que también “protege” de Putin. Y lo tenemos comprobado, porque en su día orientamos parte de nuestras carteras recomendadas hacia lo que llamamos “La Gran Rotación” y esos activos, sectores y países, que han funcionado mucho mejor que la media frente a la inflación y la subida de tipos también lo están haciendo mejor que la media ante el conflicto de Ucrania. Digamos que permite matar dos pájaros de un tiro. Y no digo que impidan que esos problemas afecten a la carteras, sino que amortiguan mucho el impacto, ya venga de la inflación, de los tipos de interés o de Putin.

Foto: Campo de trigo en Ucrania (Reuters)

La explicación es muy sencilla: desde un punto de vista puramente económico, el problema de un conflicto en Ucrania se centra en su efecto sobre la inflación. El gas pasa por Ucrania y Rusia es uno de los principales productores de gas, petróleo y materias primas del mundo. Y resulta que la inflación (o más bien la actitud de los bancos centrales ante la inflación) es ahora mismo uno de los mayores problemas de la economía mundial. Si ,como consecuencia de una reducción de la oferta de materias primas y productos energéticos los precios empeoran, el problema de la inflación se cronificará en lugar de mejorar.

Si Putin considera que ya ha tenido suficiente, esos mismos activos, sectores y países no se beneficiarán tanto del rebote bursátil como las “víctimas” bursátiles de Putin, pero se seguirán beneficiando del ciclo de mayor crecimiento y mayor inflación que ya había comenzado antes de que Putin decidiera jugar su macabra partida de ajedrez.

Si Putin se detuviera ahora, la jugada le habría salido redonda. Ha asustado al mundo con la posibilidad de iniciar una gran guerra. Si luego se limita a dar un nuevo zarpazo y anexionarse el Donbás ucraniano se habrá comido una nueva pieza de su partida de ajedrez sin disparar un solo tiro y sin grandes consecuencias, puesto que occidente respirará aliviado y solo le aplicarán sanciones menores.

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