Es noticia
Ahorrar e invertir en un mundo cada vez más inestable
  1. Mercados
  2. Telón de Fondo
Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

Por

Ahorrar e invertir en un mundo cada vez más inestable

Si no se pudo calificar oficialmente como tal es porque no venía de un país concreto, sino de una organización. No había ocurrido nunca

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

El siglo empezó con un ataque terrorista de enorme magnitud. En el propio territorio de los Estados Unidos. Casi un acto de guerra. Si no se pudo calificar oficialmente como tal es porque no venía de un país concreto, sino de una organización. No había ocurrido nunca.

Años después se produjo una crisis financiera con origen en el mercado inmobiliario, sólo comparable al “crash” del 29. Podría haber acabado en una depresión similar, si no fuera porque la Reserva Federal actuó muy rápido y con todo lo que tenía a mano, que no es poco. Y ha tenido que seguir inyectando liquidez desde entonces. Porque luego se produjo otro evento poco habitual. Tan poco habitual que no ha ocurrido nunca. Porque pandemias ha habido antes, pero que se cierre la economía y se confine a toda la población es la primera vez que ocurre. Y, de nuevo, se apostó por fabricar dinero y deuda para evitar una depresión económica de magnitud impredecible. Por supuesto el remedio tendrá efectos secundarios en el futuro.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

La lista de eventos que muestran que, al menos la primera mitad del siglo XXI, va a ser mucho más movida que la segunda mitad del siglo pasado, son muchos. Podríamos añadir la crisis del euro, que casi se lleva la moneda de la UE por delante. O la invasión de Ucrania. No se producía una guerra en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

Hay que ser muy optimista para pensar que todo esto son casos puntuales. La realidad es que hay épocas de la historia que son más convulsas que otras. Y los problemas del futuro ya enseñan la patita: desde la unión de China y Rusia, que cambiará totalmente el equilibrio del poder mundial, hasta la guerra cultural que se ha desatado en las sociedades occidentales. Ahora parece anecdótica, pero no olvidemos que muchos enfrentamientos empezaron por motivos ideológicos. O eran económicos pero se utilizaron la ideología o la religión como palanca. Y el movimiento “woke” recuerda mucho a la religión de otras épocas, aunque en este caso la inquisición y la hoguera son mediáticas o profesionales.

Foto: Inversores en la bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
TE PUEDE INTERESAR
La ignorancia como activo o por qué saber demasiado puede ser malo para invertir
The Wall Street Journal. Spencer Jakab

Pero no es menos cierto que esta primera mitad del siglo XXI también ha dado oportunidades únicas de inversión. Hemos tenido nada más y nada menos que una auténtica revolución industrial - la revolución digital -, que ha hecho que el índice tecnológico NASDAQ suba más de un 500 % en los últimos 20 años. La propia crisis financiera de 2008-2009 dio lugar una de las mayores oportunidades de compra que se recuerdan en las bolsas o en el sector inmobiliario. Y la locura de las rentabilidades negativas en los bonos generó una de las más evidentes oportunidades de ponerse “corto” (apostar contra el valor de un activo) que ha habido en mucho tiempo (de la cual, por cierto, nos sentimos muy orgullosos de haber hecho partícipes a nuestros clientes, cuando ninguno de los especialistas en burbujas hablaba de la que realmente se estaba creando, que era la de los bonos).

Porque inestabilidad significa arriba y abajo, no sólo abajo. Algo que sea siempre negativo no es inestable, es “establemente” negativo. Y algo que suba siempre no es estable, es alcista. Inestabilidad es pasar del frío al calor y viceversa, de la guerra a la paz o de la recesión al crecimiento. Es lo que hemos vivido de forma extrema y es lo que seguramente nos depara el futuro a corto y medio plazo. Y lo que nos lleva a una conclusión evidente: tenemos que prepararnos para ahorrar e invertir en un mundo profundamente inestable.

Algo que sea siempre negativo no es inestable, es “establemente” negativo

Nótese que hablamos primero de ahorrar, porque otro de los serios problemas que nos esperan es que las pensiones no van a cubrir nuestras necesidades futuras. Y más con la esperanza de vida actual. Y no las van a cubrir porque, con una natalidad como la actual, que además sigue descendiendo, es matemáticamente imposible. Y lo de que se va a solucionar haciéndoselo pagar a las empresas, a las rentas medias - altas y a los autónomos es una broma de mal gusto. Todos buscarán la forma de no ser los “paganinis” de algo de lo que además no son culpables. El Estado podría ahorrar en gasto político y reducir el coste de la corrupción, lo que con un poco de esfuerzo solidario adicional podría mejorar algo la cosa, pero olvídense: el Estado no gastará menos, porque de eso viven los políticos de todo signo. Y no va a atacar una corrupción de la que los políticos son los mayores beneficiarios.

Así que hay que ahorrar. Por eso el título de nuestra próxima conferencia en abierto - tienen información en nuestra web nextepfinance.com – no habla solo de invertir en un mundo inestable, habla también y en primer término de ahorrar, como en el título de este artículo.

Porque lo del inversor es evidente. Mal inversor sería el que no aproveche las muchas oportunidades que generará un entorno así. Pero el ahorrador que piense que todo esto no va con él porque tiene su dinero en cuentas corrientes y depósitos no ha entendido la señal que han mandado los bancos en su reciente crisis. No tiene porque haber otra, pero sería imprudente descartarlo totalmente. Y quien piense que teniendo todo el dinero en ladrillo está completamente seguro, es que ha olvidado demasiado pronto la crisis 2008-2009. Y lo que vino después.

Foto: (iStock)

La buena noticia es que para cada amenaza y para cada crisis existe un refugio “ad hoc”. Siempre que cae el valor de un activo, sector o país sube otro. Y la otra buena noticia es que es tal el desarrollo que han tenido los productos financieros en nuestro país que todos estos refugios son, además de efectivos, plenamente accesibles a todo tipo de ahorradores e inversores.

Hablando de inversores: la lista de eventos positivos que se pueden producir en la economía a corto y medio plazo tampoco es pequeña. Bastaría con citar la propia inestabilidad, ya que como se gana de verdad en los mercados es comprando en los grandes desplomes, ya sean bursátiles o inmobiliarios. Pero es que además la revolución digital sigue viva y coleando, ahora en forma de inteligencia artificial, meta verso o lo que esté por venir. Y tenemos una revolución en el mundo de la energía: es evidente que la humanidad necesita energía limpia y barata e invertir en el sector es una solución mucho mejor que retrotraernos a la edad media.

Nos espera un futuro muy inestable, por eso tenemos que solidificar nuestra posición financiera y, quien tenga estómago para ello, aprovechar las enormes oportunidades que generará la propia inestabilidad.

El siglo empezó con un ataque terrorista de enorme magnitud. En el propio territorio de los Estados Unidos. Casi un acto de guerra. Si no se pudo calificar oficialmente como tal es porque no venía de un país concreto, sino de una organización. No había ocurrido nunca.

Inversiones
El redactor recomienda