Telón de Fondo
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Trampas que pone el consenso del mercado
Hace mucho tiempo, un asesor fiscal me dijo que no invertía en bolsa porque estaba llena de trampas para incautos. No puedo estar más de acuerdo
Hace mucho tiempo, un asesor fiscal me dijo que no invertía en bolsa porque estaba llena de trampas para incautos. No puedo estar más de acuerdo (en lo de las trampas). Con lo de no invertir, no. De hecho habrá dejado de ganar muchísimo dinero desde que me lo dijo. Además, se puede ganar dinero aunque haya trampas. Se trata de evitarlas. El que se cree todo lo que le cuentan no debería invertir en bolsa. Para invertir hay que tener criterio y fiarse más de lo que ves que de lo que te cuentan.
Recuerdo un libro sobre los mercados que se llamaba "El póquer del mentiroso". Es una modalidad real de póquer, a la que jugaban al final del día los empleados de una muy famosa firma de bolsa norteamericana. El mercado es un juego en el que no todo es lo que parece y donde los incautos son manejados por jugadores más sofisticados. Y no lo digo como una crítica, sino como una explicación. No hay nada de malo en que en un juego de cartas existan los faroles. Es parte del juego y punto. Lo malo es no saber que existen. O no saber identificarlos.
Tenemos, por un lado, los casos que bordean la legalidad – por ejemplo cuando se calienta un valor o un activo con la intención de atraer incautos y aprovechar para vender -, pero existen también las trampas que genera involuntariamente el llamado "consenso de mercado". Se denomina así a la opinión mayoritaria de analistas, gestores y asesores.
Agosto de 2023. Sea de forma natural o inducida, casi todo el mundo recita dos mantras: “la inflación se mantendrá alta por mucho tiempo” y "las tecnológicas están sobrevaloradas". Ese era "el consenso del mercado". Así que había que vender. El índice MSCI World cayó un 11 % entre Agosto y Noviembre. Si por aquel entonces decías que la tendencia de la inflación era a la baja, eras considerado un bicho raro. Pese a que las magnitudes económicas siempre se mueven formando dientes de sierra (o como una escalera con sus peldaños). La inflación no bajaba todos los meses, pero la tendencia era claramente bajista.
La llegada de la IA a las empresas será tan importante como la llegada de los ordenadores
Por otra parte, algunos llegamos a cometer la herejía de añadir que un acontecimiento como la llegada de la inteligencia artificial generativa al tejido productivo - y por lo tanto un motor “turbo” para la productividad - no es algo que se produzca a menudo. Y que eso justificaba la valoración de las tecnológicas. El consenso se santiguaba al oírnos decir algo así.
Al final fue la típica “trampa del consenso para incautos”. En noviembre los inversores se dieron cuenta de que la inflación seguía bajando y que la llegada de la IA a las empresas será tan importante como la llegada de los ordenadores. La subida posterior de las bolsas ha sido espectacular. Recientemente hemos tenido otra trampa, de nuevo cortesía del consenso.
Tras la publicación de una mala cifra de paro en EE.UU., el consenso decidió que la economía norteamericana tendría una aterrizaje duro en lugar de un aterrizaje suave. De nada sirvió insistir en que era solo un dato y que todos los demás señalaban hacia el aterrizaje suave. O que la Reserva Federal de los EEUU tenía margen de sobra para bajar los tipos de interés y evitar la recesión. En las redes se decía que había que vender y había que vender. Se produjo una fuerte corrección, que en algunos momentos rozó el pánico, y muchos inversores malvendieron. Cayeron en la trampa.
Datos mejor que relatos
Al final las bolsas subieron y los datos de la economía norteamericana se parecen ahora al escenario “Goldilocks” de una economía ni muy fría ni muy caliente, ideal para que se normalicen los tipos de interés, las empresas sigan ganando dinero y las bolsas sigan subiendo. Subió hasta la euro esclerótica bolsa europea, animada por la expectativa de bajada de los costes de financiación. Recordemos que las grandes compañías del Eurostoxx también tienen grandes créditos y les viene muy bien la bajada de los costes financieros.
La moraleja es evidente. Hay que pensar las cosas. Datos mejor que relatos. No todo lo que se dice en las redes es cierto. Si alguien te mete miedo, puede ser para que busques protección siendo su cliente, comprando su libro o siguiéndole en las redes. Y la más importante: el consenso de mercado no siempre acierta. De hecho, suele equivocarse más que acertar, porque, si no fuera así, todos los analistas, gestores y asesores serían ricos. Y obviamente no es el caso.
En los mercados hay que tener criterio. O un asesor que lo tenga. Seguir al rebaño no es una opción. Es cierto, el consenso también acierta a veces, pero hay que distinguir si el rebaño va por el buen camino o si alguien lo está llevando al matadero.
Hace mucho tiempo, un asesor fiscal me dijo que no invertía en bolsa porque estaba llena de trampas para incautos. No puedo estar más de acuerdo (en lo de las trampas). Con lo de no invertir, no. De hecho habrá dejado de ganar muchísimo dinero desde que me lo dijo. Además, se puede ganar dinero aunque haya trampas. Se trata de evitarlas. El que se cree todo lo que le cuentan no debería invertir en bolsa. Para invertir hay que tener criterio y fiarse más de lo que ves que de lo que te cuentan.