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El coste económico del sedentarismo y la obesidad

Estamos en un momento en nuestro país en el que los datos sobre los comportamientos de nuestros escolares generan mucha inquietud. Y no hablamos sólo de pantallas

Foto: Deporte en el colegio. (iStock)
Deporte en el colegio. (iStock)

Estamos en un momento en nuestro país en el que los datos sobre los comportamientos de nuestros escolares generan mucha inquietud. Y no hablamos sólo de pantallas, aunque verán cómo puede estar íntimamente relacionado.

El último estudio de Vigilancia de la Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España, (estudio Aladino) sobre obesidad infantil, enumera los malos hábitos de alimentación (bajo consumo de frutas y hortalizas, demasiado dulce y comida procesada), la falta de actividad física (el 30% de los niños pasan menos de 1 h diaria al aire libre), y el uso excesivo de pantallas.

El estudio enciende todas las alarmas porque, si nos paramos a pensarlo, los datos están bastante interrelacionados. Como primera reflexión, parece evidente que debemos hacer un gran esfuerzo para inculcar la importancia del deporte en el transcurso de la vida.

Para ello, algunas revisiones y posibles modificaciones del modelo educativo son necesarias. Todo apunta a que una estrategia efectiva sería la integración de asignaturas que aborden tanto la teoría como la práctica de diversas disciplinas deportivas. Este enfoque integral permitiría a los estudiantes comprender no solo los beneficios físicos, sino también los valores y habilidades sociales que el deporte promueve.

Foto: Imagen de MotoGP.

Para hacer accesible el deporte, se deberían mejorar la propuesta de contenidos y la dedicación en horario lectivo, además de conseguir un censo real de las instalaciones deportivas escolares, cuestión fundamental para garantizar su disponibilidad de forma complementaria fuera del horario lectivo. Esto permitiría que los estudiantes puedan participar en diferentes actividades físicas y deportivas según sus preferencias. Al mismo tiempo que se han de establecer alianzas con comunidades locales que puedan liderar y organizar eventos deportivos, creando un vínculo más sólido entre las escuelas y su entorno.

La inclusión de contenidos sobre salud y bienestar físico y mental en el currículo educativo es un elemento crucial. Contar con la experiencia de expertos en salud y psicología para impartir estas materias contribuiría a concienciar a los estudiantes sobre la importancia de cuidar su bienestar integral. En resumen, adaptar el modelo educativo en España para que los escolares incorporen el deporte en su vida implica una combinación de enfoques.

Tales medidas, desde la integración curricular hasta la promoción de competiciones y la colaboración con profesionales, sentarían las bases para que el deporte se convierta en pilar fundamental en la agenda vital de los estudiantes, promoviendo hábitos saludables y valores que perdurarán a lo largo de sus vidas.

Y aquí viene la segunda interrelación: hacer deporte + promover hábitos saludables fomenta principalmente una alimentación más sana. Y ambas, deporte y hábitos saludables, destierran el sedentarismo, que crece con la exposición abusiva - incluso dependencia- de los escolares a las pantallas. En este último punto, que merece una reflexión aparte, se están empezando a dar pasos importantes, como la prohibición de móviles en los colegios. Esto concierne a todos: gobierno, comunidades, ayuntamientos y sector deportivo.

A modo ilustrativo, es un hecho contrastado que el gasto sanitario se puede reducir en función de los días de actividad física que desarrolle la población y es importante recordar que su tendencia va en aumento.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el periodo 2020 y 2030 se producirán a nivel mundial casi 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles que se pueden combatir con un comportamiento activo. Una persona que sea activa cinco días a la semana cuesta un 23% menos al sistema público de salud; por el contrario, una persona sedentaria aumenta el gasto en un 26%. De esta forma, si como país fuésemos capaces de cambiar el comportamiento inactivo, nos acercaríamos a reducir en casi un 50% el gasto sanitario por inactividad física.

El 50% de la población no realiza las recomendaciones de ejercicio, lo que implica un impacto económico de 1.560 M

Sin embargo, según el último Eurobarómetro de actividad física, el 50% de la población no realiza las recomendaciones de ejercicio, lo que implica una situación de riesgo en salud y un impacto económico de 1.560 millones de euros. El sobrepeso y la obesidad pueden representar alrededor del 2,5% del PIB en los próximos años, con un coste estimado superior al 9% de los gastos en salud.

No hacer nada, permanecer inactivos desde el Gobierno y las instituciones sanitarias, supone un coste difícil de asumir para generación actual y las futuras.

No estamos para enfangarnos o despistarnos con el estéril debate de las competencias. Es el momento de los liderazgos que apuestan por impulsar soluciones a cuestiones que definen qué tipo de sociedad queremos y tendremos en un futuro. Y a estos liderazgos se sumarán la mayoría de los responsables públicos y privados cuyo principal objetivo es servir a la ciudadanía. A los demás ni están ni se les espera. Estamos abordando cuestiones serias, de futuro y de país. Como suele decirse, no es cosa de niños

*Alfonso Arroyo, director general de la plataforma España Deporte y adjunto a la presidencia de GO fit

Estamos en un momento en nuestro país en el que los datos sobre los comportamientos de nuestros escolares generan mucha inquietud. Y no hablamos sólo de pantallas, aunque verán cómo puede estar íntimamente relacionado.

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