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Tribuna Mercados
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Incertidumbre en Francia: Desafíos y Resiliencia de sus Grandes Bancos
La incertidumbre generada por la situación política viene en un momento delicado para Francia y la expectativa de bloqueo continuo puede empeorar la percepción de los inversores y acreedores de la economía francesa
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La situación general en Francia
Michel Barnier, primer ministro de Francia, hasta el pasado miércoles 4 de diciembre, cayó en una moción de censura apoyada por la izquierda y la extrema derecha. Esto supone para Francia la segunda crisis política en los últimos seis meses. La incertidumbre generada por la situación política viene en un momento delicado para Francia y la expectativa de bloqueo continuo puede empeorar la percepción de los inversores y acreedores de la economía francesa.
El déficit fiscal de Francia en el año 2023 fue del 5,50% sobre el PIB. La Comisión Europea espera que el déficit del 2024 alcance el 6,2%, el desempleo se sitúe en el 7,4%, el crecimiento del PIB mejore y se sitúe en el 1,1%, aunque muy por debajo de la inflación que se estima en un 2,4%.
La situación de incertidumbre en Francia ha propiciado que la rentabilidad del bono de Francia a 10 años esté en un 2,88%, por encima del español, que cotiza a 2,73% y, por supuesto, del alemán, que está en el 2,12%. El CDS (Credit Default Swap) a 5 años de Francia, que es un seguro financiero que protege contra el riesgo de impago del bono, se sitúa en 36,95 puntos básicos, es decir, el asegurado pagaría una prima anual del 0,3695% sobre el valor nocional asegurado lo que no supone un precio alarmante en ningún caso. El CDS a 5 años para España está en 33,78 puntos básicos y el de Alemania en 12,51.
La evolución del endeudamiento en Francia
La incertidumbre generada por la situación política es especialmente dañina teniendo en cuenta la situación del endeudamiento privado en Francia. Si tomamos los datos del Global Debt Monitor del FMI y lo comparamos con la situación de endeudamiento en Alemania, España, Estados Unidos e Italia se pueden extraer conclusiones interesantes. El porcentaje de deuda pública sobre el PIB ha crecido notablemente en España, Estados Unidos, Francia e Italia desde la crisis financiera iniciada en 2008. Esto no ha sucedido en Alemania, como se puede ver en el Gráfico 1. La deuda pública sobre el PIB de Francia se situó en el año 2023 en un 111%, mientras que en Estados Unidos alcanzó el 123% y en Italia el 135%.
En cuanto al endeudamiento de las familias, teniendo en cuenta préstamos y títulos de deuda, se alcanza un 73% del PIB en Estados Unidos y en Francia un 63% tal y como se observa en el Gráfico 2. A destacar la reducción de la deuda de las familias en España que ha pasado de un 85% en 2009 a un 46% en 2023.
En lo que respecta al endeudamiento de las empresas no financieras, teniendo en cuenta préstamos y títulos de deuda, en el Gráfico 3 se puede observar el elevado nivel en Francia que en 2023 alcanza el 150% del PIB, siendo el siguiente país España con un 80%, pero nuestro país ha conseguido un desapalancamiento muy meritorio desde el año 2010 cuando la cifra estaba en un 139% del PIB. Francia ha sido el único de los cinco países que desde la crisis financiera ha tenido un incremento muy notable del endeudamiento de sus empresas no financieras. Téngase en cuenta que la bajada desde el año 2020, se ha producido en todos los países como consecuencia de la devolución de la financiación relacionada con los programas de ayuda del COVID-19.
El Gráfico 4 contiene la evolución del endeudamiento privado, sumando el endeudamiento de las familias y las empresas no financieras, donde se puede observar el elevado endeudamiento privado de Francia que supone en el año 2023 un 212%, si a lo anterior le añadimos el endeudamiento público del país en ese año, 111% del PIB, parece claro que la incertidumbre generada por la última crisis política no llega en el mejor momento y, además, un futuro posible bloqueo no permitiría adoptar las medidas necesarias. Una sociedad con altos niveles de endeudamiento se enfrenta a un doble desafío: por un lado, tiene un mayor riesgo de experimentar una crisis financiera, ya que los compromisos de deuda pueden volverse insostenibles ante cambios económicos inesperados. Por otro lado, esta misma sociedad tiene menos capacidad para anticiparse y responder de manera efectiva a dichos riesgos, ya que el margen de maniobra tanto público como privado se reduce significativamente. En el caso de Francia, esta vulnerabilidad se ve agravada por la debilidad política actual del Gobierno, que dificulta la implementación de medidas decisivas para estabilizar la economía, como reformas estructurales o ajustes presupuestarios. Esta combinación de endeudamiento elevado y fragilidad política no sólo aumenta el riesgo de crisis, sino que también limita las herramientas para prevenirla o mitigar sus efectos.
La situación de los tres grandes bancos franceses
Pasamos a continuación a analizar cómo la situación económica y política de Francia está afectando a sus tres grandes bancos. BNP Paribas ha dejado de estar en el Top 3 de bancos de los bancos de Europa por capitalización de mercado, en concreto, ahora ocupa la cuarta posición por detrás de HSBC, Santander e Intesa.
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Los niveles de préstamos improductivos (Non-Performing Loans) no están en niveles preocupantes. Los seguros frente a impagos, CDS, de la deuda senior y subordinada de los tres bancos franceses están en niveles parecidos a sus competidores, sin embargo, la baja rentabilidad, ROE y ROA, y el mayor ratio de eficiencia (costes operativos frente a ingresos, cuanto mayor sea el ratio, peor), provoca que la relación entre el valor de mercado y el valor contable de los bancos franceses no sea buena, y en el caso de Société Générale sea especialmente baja.
En Francia es habitual que los préstamos sean mayoritariamente a tipo fijo. Las Cuentas Anuales del año 2023 de Société Générale muestran que el 67,40% de su stock de préstamos sean a tipo fijo, lo que provoca que las subidas de tipos de interés de los años 2022 y 2023 hayan afectado negativamente a la valoración de los bancos franceses. Adicionalmente, en Francia se ha producido, en mi opinión, una sobreprotección al consumidor que afecta negativamente al valor de los bancos. En febrero de 2016, el euríbor a 12 meses entró en terreno negativo y, en Francia, se empezaron a renegociar los préstamos hipotecarios a tipo fijo, de hecho, en enero de 2017 se habían renegociado el 61,6% de los préstamos hipotecarios, según datos del Banco de Francia. Esto perjudicó no sólo la rentabilidad del sector bancario y sus expectativas, sino que supuso una fuente de inestabilidad. Téngase en cuenta que cuando bajan los tipos de interés, se produce la renegociación de los préstamos a tipo fijo, pero cuando los tipos de interés suben, se producen pérdidas latentes en el valor de mercado de los préstamos a tipos fijos para los bancos y no se produce la renegociación de los contratos. Una excesiva protección del consumidor afecta negativamente al valor de las empresas y a su capacidad para afectar positivamente a la economía y esto debemos tenerlo en cuenta en Europa.
Por otra parte, el que la prima del bono de Francia a 10 años haya subido y la rentabilidad se sitúe en el 2,88% produce una disminución del valor de mercado de los bonos franceses que están en el balance de los bancos. De momento la situación no es preocupante puesto que el diferencial con Alemania (2,88-2,12) no es muy elevado, y además, hay que tener en cuenta que el BCE aprobó el 21 de julio de 2022 el TPI (Transmission Protection Instrument) con el objeto de, si es necesario, reducir la fragmentación en la Eurozona derivada de unos costes de financiación heterogéneos entre países. Por tanto, si el bono francés se disparara, cosa que no es probable, el BCE actuaría para reducir la fragmentación, lo que es tenido en cuenta por los inversores y alivia la presión sobre los bancos.
Conclusión: Resiliencia en medio de la incertidumbre
La situación del endeudamiento de las empresas no financieras en Francia afecta a los bancos franceses, pero la gran banca francesa siempre ha demostrado su capacidad de resiliencia, si bien un Gobierno francés débil que no pueda tomar las medidas necesarias para realizar reformas estructurales, ajustes presupuestarios y favorecer la inversión empresarial restaría capacidad a los bancos para enfrentarse a una situación de empeoramiento económico. Para la eurozona es muy importante que los bancos franceses mejoren su rentabilidad, es la mejor garantía de desarrollo económico y bienestar y de que haya capacidad para financiar a las empresas, a las familias y al país.
*Germán López Espinosa, catedrático de Contabilidad de la Universidad de Navarra y del IESE
La situación general en Francia
Michel Barnier, primer ministro de Francia, hasta el pasado miércoles 4 de diciembre, cayó en una moción de censura apoyada por la izquierda y la extrema derecha. Esto supone para Francia la segunda crisis política en los últimos seis meses. La incertidumbre generada por la situación política viene en un momento delicado para Francia y la expectativa de bloqueo continuo puede empeorar la percepción de los inversores y acreedores de la economía francesa.