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Tribuna Mercados
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Mercados de divisas bajo el 'Efecto Trump': lo que puede deparar el 2025
Las políticas económicas de Trump están diseñadas para impulsar el crecimiento a corto plazo a través de recortes fiscales, aunque con posibles implicaciones inflacionarias
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Las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos, con la consiguiente victoria republicana que todos conocemos, ha reavivado el fenómeno que ya se conoce como el 'Efecto Trump' en los mercados financieros. Desde la noche electoral, el dólar ha fortalecido su posición frente a las principales divisas del G10 salvo el yen japonés, destacándose el euro como el gran perdedor con una caída del 3%. Este movimiento refleja el impacto de las políticas proteccionistas y fiscales anunciadas por Trump, que han reconfigurado las expectativas del mercado en torno al crecimiento, la inflación y los tipos de interés.
El fortalecimiento del dólar parece respaldado por un escenario en el que las políticas económicas de Trump están diseñadas para impulsar el crecimiento a corto plazo a través de recortes fiscales, aunque con posibles implicaciones inflacionarias y un aumento del déficit. Entre las propuestas destaca la extensión de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017 más allá de su fecha de expiración en 2025, junto con medidas como la ampliación del crédito tributario por hijos, la exención del impuesto a la Seguridad Social, así como a los ingresos por propinas. Aunque no todas estas medidas tienen garantizada su aprobación, y algunas parecen promesas de campaña electoral más que propuestas serias, incluso su implementación parcial podría presionar al alza a la inflación, empujando a la Reserva Federal hacia una política de tipos más altos. Esto, a su vez, consolidaría la fortaleza del dólar en el corto plazo, aunque con efectos inciertos en el mediano y largo plazo.
En el frente comercial, las propuestas arancelarias de Trump —que incluyen gravámenes de entre el 10% y el 20% sobre las exportaciones de la eurozona a Estados Unidos— amenazan con debilitar el crecimiento global y, al mismo tiempo, elevar la inflación estadounidense a través de precios de importación más altos. El impacto negativo en Europa y China podría ser significativo, aunque la diversificación comercial y el estímulo fiscal en Estados Unidos podrían mitigar parcialmente estos efectos. Sin embargo, el balance neto sigue siendo desfavorable para la actividad económica global, reforzando el atractivo del dólar como refugio seguro.
Asimismo, la dimensión geopolítica añade un elemento de incertidumbre que no puede ser ignorado. Las políticas exteriores erráticas de Trump, desde Oriente Medio hasta las tensiones en el Indo-Pacífico, pueden acentuar la volatilidad en los mercados. La percepción de riesgo global, en un contexto de aislacionismo estadounidense ("Estados Unidos primero"), podría reducir el apetito por activos de riesgo, beneficiando nuevamente al dólar.
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El interrogante principal ahora es calibrar hasta qué punto estas expectativas ya están descontadas en los tipos de cambio. Los movimientos iniciales tras la elección fueron relativamente moderados, lo que sugiere que los mercados ya habían incorporado una alta probabilidad del "efecto Trump". A medio plazo, pensamos que hay que esperar a que se concreten las políticas arancelarias de la Administración entrante y, previsiblemente, veremos movimientos relativamente limitados hasta que dichos detalles se clarifiquen.
El momento de implementación de estas políticas será clave. Basándonos en precedentes, es probable que las prioridades iniciales de Trump se centren en asuntos internos como la inmigración, dejando las discusiones arancelarias para la segunda mitad de 2025. Esto implica que el impacto económico pleno de estas medidas podría retrasarse, dejando a los mercados en una fase de espera hasta entonces
En este contexto, prevemos un tipo de cambio EUR/USD estable, ligeramente por debajo de los niveles actuales, hasta finales de 2025. Esto supone que gran parte del "efecto Trump" ya está descontado, aunque la posibilidad de un cambio en la dirección del dólar dependerá de los detalles y el calendario de las políticas propuestas. Una postura más agresiva en los aranceles podría consolidar la fortaleza del dólar, mientras que una política más moderada podría permitir cierta reversión.
El 2025 se perfila como un año crucial para los mercados de divisas, con un dólar que parece destinado a permanecer en el centro del escenario, impulsado por políticas fiscales expansivas, incertidumbre geopolítica y un entorno comercial más restrictivo. En este clima, los inversores deben estar preparados para un entorno de mayor volatilidad y oportunidades selectivas en los mercados de divisas.
*Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos Financieros de Ebury
Las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos, con la consiguiente victoria republicana que todos conocemos, ha reavivado el fenómeno que ya se conoce como el 'Efecto Trump' en los mercados financieros. Desde la noche electoral, el dólar ha fortalecido su posición frente a las principales divisas del G10 salvo el yen japonés, destacándose el euro como el gran perdedor con una caída del 3%. Este movimiento refleja el impacto de las políticas proteccionistas y fiscales anunciadas por Trump, que han reconfigurado las expectativas del mercado en torno al crecimiento, la inflación y los tipos de interés.