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Tribuna Mercados
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Cómo están capeando los inversores las turbulencias del mercado en 2025
El kit de supervivencia de los inversores para unos mercados turbulentos
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La volatilidad en el mercado de valores no es algo nuevo, pero 2025 está demostrando ser un año en el que los inversores se ven obligados a replantearse sus planes de inversión. La antigua estrategia de simplemente invertir en acciones tecnológicas de gran capitalización está dando paso a un enfoque más equilibrado, que favorece la diversificación, la calidad y la cobertura inteligente.
En lugar de concentrar el riesgo en un puñado de firmas sobrevaloradas, los inversores quizá quieran diversificar sus carteras. Los ETF diversificados están ganando terreno como forma de protegerse contra el riesgo de invertir en una sola acción, mientras que los mercados globales, en particular Europa, Asia y Japón, están atrayendo capital fresco. Con las reformas corporativas en Japón y las oportunidades infravaloradas en la renta variable europea, la exposición internacional vuelve a estar en el punto de mira, lo que ayuda a diversificar el riesgo de concentración en Estados Unidos.
Mientras tanto, los fundamentos están tomando protagonismo. Los inversores quemados por los frenesíes especulativos, como se ha visto con los Siete Magníficos, pueden considerar la posibilidad de virar hacia empresas de alta calidad con balances sólidos, fuertes flujos de efectivo y ganancias resistentes, dando prioridad a la sustancia sobre el bombo publicitario.
También se están produciendo cambios sectoriales. Las posiciones defensivas como la sanidad, los servicios públicos y los productos de consumo básico están experimentando un renovado interés a medida que los inversores buscan un refugio frente a las fluctuaciones del mercado. Las finanzas, castigadas durante mucho tiempo por la incertidumbre, están mostrando signos de vida, impulsadas por el aumento de los márgenes de interés netos y la mejora del entorno crediticio. Mientras tanto, las acciones de defensa se están beneficiando del aumento del gasto militar mundial, mientras que la energía limpia sigue atrayendo capital, impulsada por los incentivos gubernamentales y el apoyo de políticas a largo plazo.
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La cobertura es otra pieza fundamental del rompecabezas. Con las preocupaciones por la inflación aún persistentes y las expectativas de recortes de tipos cambiantes, los inversores están recurriendo al oro y a las materias primas como amortiguadores. Los ETF de bonos también están resurgiendo, ofreciendo ingresos consistentes y estabilidad de cartera en medio de la incertidumbre.
Incluso los criptoactivos, que en su día fueron descartados por considerarse una opción de alto riesgo, se han hecho hueco en la conversación. En tiempos de volatilidad, es aconsejable ceñirse a los criptoactivos de primera línea. Bitcoin y ethereum siguen siendo las opciones preferidas de muchos inversores. ¿Por qué? Tienen las redes más grandes, la mayor adopción y un importante respaldo institucional.
¿La conclusión? Puede que los días en los que la tecnología impulsaba el mercado por sí sola hayan quedado atrás. En cambio, 2025 se perfila como un año de liderazgo más amplio, en el que primarán la calidad, la resiliencia y la diversificación estratégica. Los inversores que se adapten a esta nueva realidad, jugando tanto a la defensiva como al ataque, serán los que tengan más probabilidades de prosperar a largo plazo.
*Lale Akoner, analista Global de Mercados de eToro
La volatilidad en el mercado de valores no es algo nuevo, pero 2025 está demostrando ser un año en el que los inversores se ven obligados a replantearse sus planes de inversión. La antigua estrategia de simplemente invertir en acciones tecnológicas de gran capitalización está dando paso a un enfoque más equilibrado, que favorece la diversificación, la calidad y la cobertura inteligente.