Visión Alternativa
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No solo de la estabilización vive la economía
Una subida de tipos implicaría un cambio sustancial en políticas monetarias, si bien este cambio debería absorberse al ser aceptado por el mercado
Seguimos en semanas ligadas a la confirmación de datos macroeconómicos, con especial atención a los datos de evolución de crecimiento y a los de inflación. En estos últimos, la gran esperanza sigue en la transitoriedad de los mismos, no cotizando en ningún momento un cambio estructural. Aunque lo comentemos más adelante, creo que sí es importante hacer mención a que el problema, como suele cotizar el mercado, no sería a un repunte puntual de la inflación tras la pandemia, el riesgo estaría en que la evolución de la inflación tenga un componente estructural por la devaluación de las divisas en entornos de elevados niveles de deuda y déficit.
Veremos más adelante si el riesgo cambia, aunque no parece que aún sea el momento. También es importante entender hasta qué punto el repunte de la inflación, aun siendo temporal, tiene en los tipos de interés. Una subida de tipos implicaría un cambio sustancial en políticas monetarias, si bien este cambio debería absorberse al ser aceptado por el mercado. Lo que no creo que el mercado aún cotice de ninguna forma, es el cambio de referencia en los tipos de interés, por limitado que sea, y el consecuente cambio de precios en todos los activos ligados a los mismos.
Repuntes de inflación e incluso mayores tipos de interés
Respecto a la evolución de la inflación, esta semana conocimos como en US mostró un crecimiento del 5% YoY, 0.8% mensual, vs a un 4.2% anterior. No hay que olvidar de que se trata del dato más alto visto desde el año 2008, así como la segunda sorpresa al alza en dos meses. En Europa, más concretamente en Alemania, hemos visto como el IPC aumentaba un 0.6% frente al 0,8% de abril. El mayor incremento vino ligado a los precios de los automóviles de segunda mano (+7.3% mensual). Como puede verse, se trata fundamentalmente de componentes ligados al proceso de normalización y reapertura económica.
Los datos de actividad, de los que ya hablamos la pasada semana, siguen manteniendo una evidente tendencia positiva si bien, hay excepciones que deberíamos vigilar. Por el lado más positivo, destacar la evidente mejoría en la valoración de la situación económica actual vista en el ZEW, y que alcanza -9.1 puntos ante los efectos que la apertura está teniendo en el sector servicios. Por el lado negativo, el mismo indicador de sentimiento económico, registro un descenso de 4.6 puntos, tras el mes anterior, su máximo precrisis.
En relación a la continuidad de las políticas monetarias y la implantación de las muy anunciadas políticas fiscales, habría que destacar dos intervenciones. Por un lado, las palabras de Yellen, secretaria del Tesoro americano que, se declaró partidaria de que el presidente Joe Biden, siguiera adelante con sus planes de inversión a pesar de que los mismos, recordar que estamos hablando de 4 bln de dólares, generarán repuntes de inflación e incluso mayores tipos de interés. Sinceramente creo que la sorpresa sería el no apoyo cuando Yellen, anteriormente en su cargo de presidente de la FED, siempre habló de la necesidad de políticas fiscales que acompañarán a las monetarias.
Realmente es complejo pensar que solo con políticas de estabilización y creación de puentes, como son las monetarias, podamos llegar a una meta sostenible. La necesidad de políticas de reestructuración y aceleración de procesos, ligadas a su vez a las monetarias, son clave en el futuro desarrollo de la economía y la sociedad. Las palabras concretas de Yellen fueron: " Si terminamos con un entorno de tipos de interés ligeramente más altos, en realidad sería una ventaja para el punto de vista de la sociedad y el punto de vista de la FED"
El BCE, pese a la evidente mejora económica mantuvo su mensaje respecto a seguir adelante con su agresivo plan de estímulos monetarios. Su riesgo principal, y una de las razones para seguir adelante, es claramente el mercado laboral, que sigue siendo un problema principal con un importante impacto en muchas de sus economías. La revisión del crecimiento al alza, hablando ya de un 4,6%e en el 2021 y un 4.7% en 2022, implica a su vez un aumento de las expectativas de inflación situándose en un 1.9%e para 2021y un 1.5%e para 2022. Desde luego, niveles muy por debajo de los de US que, según queramos ver, permiten u obligan a seguir siendo agresivos en sus planes.
Repuntes de inflación
Por último, me gustaría mencionar dos noticias globales con efectos para el conjunto de las economías. En primer lugar, las conversaciones entre los ministros de comercio de China y EEUU con el objetivo de impulsar vínculos de comercio e inversión. Parece que la aprobación por parte del senado americano de un plan para invertir 250 mil millones de dólares en potenciar la fabricación y desarrollo de la tecnología en US, implica un cambio en las relaciones al suponer un fuerte golpe a la política de desarrollo realizada con anterioridad. La no dependencia de mano de obra barata extranjera a la que lleva el plan, fortaleciendo el desarrollo interno vs al externo, será una temática muy significativa en la lucha de fuerzas entre las dos superpotencias.
La otra noticia es el acuerdo histórico del Grupo de los siete, por el que se ayudará a los países a recaudar más impuestos de las grandes empresas globales, al evitar que trasladen sus ganancias a paraísos fiscales. Una noticia que influye en una recaudación más justa y que, no conlleva ninguna ralentización del crecimiento en industrias ya consolidadas.
Respecto al mercado, me gustaría hacer dos mínimos comentarios. Primero respecto a la evolución de crédito y bonos tras los datos de repunte de inflación y, sobre todo, tras los de aceleración del crecimiento económico. Si bien, como decía antes, es cierto que la creencia de situación temporal favorece un menor movimiento, no es normal que los tipos de mercado deban seguir a los actuales niveles, lejos aún de los prepandemia. No es lógico y solo es explicable por la necesidad de compra de activo por parte de inversores y el "apoyo" de bancos centrales. Tengamos cuidado con esas obligaciones y más aun con la consistencia o inercia de nuestras inversiones, los cambios bruscos ocurren. Segundo, respecto a los vencimientos de futuros y su influencia en el mercado de cara a verano, será muy importante ver los rolos de futuros de cara a septiembre. La subida desde febrero ha sido significativa y la evolución del verano también tendrá que ver con la liquidez existente, sin olvidar la volatilidad propia de agosto.
Seguimos en semanas ligadas a la confirmación de datos macroeconómicos, con especial atención a los datos de evolución de crecimiento y a los de inflación. En estos últimos, la gran esperanza sigue en la transitoriedad de los mismos, no cotizando en ningún momento un cambio estructural. Aunque lo comentemos más adelante, creo que sí es importante hacer mención a que el problema, como suele cotizar el mercado, no sería a un repunte puntual de la inflación tras la pandemia, el riesgo estaría en que la evolución de la inflación tenga un componente estructural por la devaluación de las divisas en entornos de elevados niveles de deuda y déficit.
- Jaume Giró, nuevo 'conseller' de Economía de la Generalitat Marcos Lamelas Agencias