El 'handicap' de las exportaciones españolas ante la debacle del dólar

La estrepitosa caída del dólar, unida al anuncio por parte del Gobierno Bush del “Plan para la Seguridad de las Importaciones”, han eclipsado esta semana la publicación de un informe alentador para aquellas empresas españolas de alimentación que tienen depositadas sus expectativas de crecimiento en Estados Unidos.

Los exportadores de productos gastronómicos españoles a Estados Unidos viven momentos de preocupación. Por un lado, sus productos pierden competitividad debido a la extrema debilidad del dólar. Por otro, la Casa Blanca anunció un plan que plantea la presencia de inspectores norteamericanos en puertos de salida de los países exportadores, así como el aumento de las multas a aquellos que no cumplan con los criterios de calidad del plan.

En medio de semejante coyuntura, el Conference Board, una importante asociación mundial de empresarios con oficinas en Nueva York, Bruselas y Hong Kong, y autora del reconocido índice de confianza del consumidor, anunció el jueves los resultados de un alentador informe sobre la riqueza de las familias en Estados Unidos.

Según el informe, en los últimos cinco años se ha producido un notable aumento del número de familias norteamericanas con “renta discrecional”, entendida ésta como la renta disponible de las familias después de atender a la cobertura de las necesidades más esenciales como vivienda, alimentación y ropa.

El número de familias con renta discrecional creció de 57 millones en el 2002 a 73 millones en 2007, según el Conference Board. El ingreso discrecional medio por familia se sitúa ahora en los 24,335 dólares.

De la variada oferta de bienes y servicios que compiten por la atención de las familias norteamericanas, los productos gastronómicos internacionales reciben un interés creciente. Así lo avala en un reciente informe el Hartman Group, un reconocido centro de investigación con sede en Washington DC.

"Los norteamericanos, especiamente los más jóvenes, están cada vez más interesados en la gastronomía y en los productos provenientes del extranjero,” dijo un portavoz del grupo.

No es de extrañar que en los últimos tres años las tiendas especializadas en productos gourmet internacionales hayan visto incrementar sus ventas en Estados Unidos un 30%, según apunta el Instituto de Comercio Exterior de España.

Los dueños y encargados de tiendas gourmet y de grandes superficies especializadas en comida de calidad confirman la tendencia. Karen Rose, una norteamericana de mediana edad, decidió abrir una tienda gourmet en uno de los barrios de moda de Chicago como resultado de su pasión por productos europeos, entre ellos los españoles.

Su tienda, “City Olive”, o ciudad de la oliva, vende botes de 150 gramos de aceitunas españolas Gordal a siete dólares. “Desde que las degustaron en un evento de la comunidad, las compran sin parar”, dijo Rose.

Rose cree firmemente que el aumento de los precios como consecuencia de la subida del euro, no frena a los norteamericanos a consumir este tipo de productos. “La gente está dispuesta a pagar por calidad”, dijo Rose.

Pero a pesar del enorme interés por los productos de calidad, éste no es suficiente para asegurar su venta. Es necesario acercar dichos productos al paladar de los norteamericanos. “Si los prueban y encuentran calidad, entonces compran”, dijo Rose.

Ante los elevados precios, ahora más que nunca las tiendas y supermercados gourmet en Estados Unidos reclaman a los exportadores y productores europeos no sólo calidad sino también los recursos de marketing necesarios para que el consumidor norteamericano conozca y experimente el producto europeo.