A cada uno, su mierda

Este habría sido el mensaje que la canciller Merkel habría lanzado a sus interlocutores del G4, el pasado sábado, en París. O al menos eso es lo que afirma en su portada el semanario satírico galo Le Canard Enchaîné, que, además de satírico, suele tener buenas fuentes y ha destapado más de un escándalo nacional en Francia.

 

Según Le Canard, Sarkozy está indignado porque la prensa ha calificado el encuentro del pasado sábado en el Elíseo con Angela Merkel, Gordon Brown y Silvio Berlusconi de auténtico fracaso. “El fracaso no ha sido mío, sino de  Merkel. Ella no ha querido el fondo de salvamento europeo. Ella ha dicho: A cada uno, su mierda”.

El origen de la bronca viene de la entrevista que la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, concedía el miércoles de la semana pasada al diario financiero alemán Handelsblatt. En ella mencionaba por vez primera la posibilidad de lanzar un plan europeo de rescate financiero por valor de 300.000 millones de euros. Al parecer, el presidente Sarkozy montó en cólera porque la ministra había lanzado la noticia sin consultarle a él y, sobre todo, sin darle la oportunidad de presentarse como el gran salvador de Europa, en el momento en que París asume la presidencia semestral de la UE.

Pero, además, la cancillería alemana y el Ministerio de Finanzas de Berlín se preguntaron cómo era posible que los franceses sacaran una propuesta de semejante calado sin haberles consultado. Conclusión: el Elíseo ordenó a la ministra que desmintiera esas declaraciones a Handelsblatt, ésta lo hizo a través de un comunicado dirigido a la agencia France Press a última hora de ese mismo miércoles y todo quedó aplazado hasta el sábado. La Merkel llegó a París con cara de perro, lo mismo que Gordon Brown, y el comunicado conjunto fue tan poco significativo como cabía prever.

La cumbre extraordinaria europea de los próximos miércoles y jueves dedicada a la crisis financiera se presenta, como poco, caliente.