GPS Elecciones EEUU
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29 días: la inmigración, miedo transversal
El miedo y la angustia identitaria están disparados en Estados Unidos
Los distintos sondeos coinciden al señalar a la inmigración como el segundo factor que los norteamericanos tendrán en cuenta a la hora de decidir si votan y a quién votan. Gran parte de la campaña gira alrededor de esa cuestión, sobre todo la más ruidosa, la más viral.
De lejos, podría parecer que nos encontramos ante un malestar equiparable al de Europa. No es así. El miedo y la angustia identitaria están disparados en Estados Unidos. No estamos aquí para discutir si la desazón es o no es fundada. Esto va de tratar de comprender lo que ocurrirá allí. Y eso pasa, necesariamente, por reflejar que la inquietud por la inmigración ya es transversal, desborda la preferencia partidaria.
La evaluación de la gestión gubernamental en este ámbito es masivamente negativa. Lo es, desde luego, entre el electorado republicano — que viene digiriendo el discurso de Trump desde hace años —, lo es entre los votantes independientes — en un volumen que debería preocupar al equipo de Harris — y lo es, incluso, de forma no menor, entre quienes respaldan al Partido Demócrata.
Ante la evidencia de la demanda de endurecimiento en la cuestión migratoria, puede haber quien quiera debatir sobre la guerra cultural, quien señale que los progresistas estadounidenses han perdido la batalla. Es interesante. Pero los números son contundentes y las urnas están a la vuelta de la esquina.
Si alguien te pregunta por el sentido que tiene hablar de los migrantes que comen gatos, no tienes más que dar este dato. Esto es lo que opinan los estadounidenses. No es fácil encontrar un caldo de cultivo más adecuado para el discurso de la xenofobia.
(Este GPS electoral ha sido diseñado para mantener el norte más allá de la actualidad. Nuestro propósito consiste en desbrozar el paisaje, ofreciendo claves comprimidas que ayuden a descifrar lo que se está moviendo en la carrera hacia las urnas de la primera democracia occidental).
Los distintos sondeos coinciden al señalar a la inmigración como el segundo factor que los norteamericanos tendrán en cuenta a la hora de decidir si votan y a quién votan. Gran parte de la campaña gira alrededor de esa cuestión, sobre todo la más ruidosa, la más viral.