22 días: choque frontal de liderazgos

Todos recordamos la frase de Trump, aquello de “Puedo salir a la Quinta avenida con una pistola, ponerme a disparar a la gente y todo el mundo me seguiría votando”. Es una exageración no del todo disparatada. Tiene a su base electoral completamente entregada, en niveles de aprobación que oscilan entre su adoración y el odio al adversario.

Son cifras de respaldo sencillamente formidables. Lo asombroso está en que, con muy poco tiempo, el equipo de Harris ha logrado obtener unos números equiparables. Tiene mucho, muchísimo mérito haber conseguido estos datos.

La adhesión a los líderes es igual de potente en los dos polos. Y los dos bloques tienen al país partido en dos. El choque está garantizado. ¿Qué queda por fuera? Quedan los votantes independientes. Y también en esa zona que en estos momentos es el territorio en disputa se detecta un empate entre los dos contrincantes.

Estas elecciones, se mire por donde se mire, reúnen todos los ingredientes para ser muy, muy disputadas. Veremos si el 6 de noviembre, cuando nos vayamos a la cama, sabremos quien será el inquilino de la Casa Blanca. Yo no lo daría por seguro.