Chollo olímpico

Si usted tiene pensado asistir a los Juegos Olímpicos de Pekín y todavía no ha reservado hotel está de suerte. La falta de previsión se convertirá en un fabuloso chollo, ya que los hoteles de la capital china ofrecen increíbles descuentos en casi todas sus habitaciones, después de que las optimistas previsiones del ente de turismo chino hayan quedado reducidas al absurdo. En otras palabras: China esperaba más de 500 mil visitantes extranjeros y, con suerte, a la engalanada ciudad olímpica llegarán algo más de la mitad.

Las cifras turísticas de los meses precedentes son incluso peores que las de 2007. En junio, el flujo de visitantes cayó un 19,9 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado. Las trabas puestas por el Gobierno chino para la concesión de visados (cuyos requisitos se han endurecido desde junio) y la mala publicidad internacional que ha tenido el país en los últimos meses han podido más que el tirón publicitario de la "ciudad olímpica". El resultado es que Pekín ha construido cientos de relucientes hoteles, restaurantes y atracciones turísticas que podrían quedar vacías.

Las tarifas por un hotel de tres estrellas en el centro han bajado de 80 a 40 euros en cuestión pocos días. Por una habitación de cuatro estrellas se pedían en torno a 150 euros hace tan sólo noventa días, precio que ahora ronda los 95. Los únicos que mantienen el tipo son los hoteles de lujo, que aún así están ofreciendo descuentos de hasta el 25 por ciento respecto al precio establecido hace un año.

De expectativas millonarias a posibles pérdidas

La hostelería china había pensado hacerse de oro durante los Juegos, incrementando hasta en un 50 por ciento sus tarifas normales. "Ahora quizá tengamos que asumir pérdidas y en el mejor de los casos podríamos facturar un 30 por ciento menos de lo previsto", reconocía Luo Qiong, relaciones públicas de un céntrico hotel de Pekín, quien admite haber sobrevalorado las posibilidades comerciales de la competición.

Según expertos en el sector, la amenaza terrorista que las autoridades han aventado para justificar unas medidas de seguridad sin precedentes en la historia de un evento deportivo, también han dado sus frutos negativos, asustando a cientos de miles de potenciales visitantes. El terremoto de Sichúan terminó de hundir la ola de optimismo, haciendo reventar definitivamente la burbuja hostelera. Según diferentes cálculos, entre un 25 y un 35 por ciento de las reservas procedentes del extranjero fueron anuladas en mayo, coincidiendo con el desastre natural.

Lo dicho, aún está a tiempo para hacer las maletas.