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China entra en tromba en la energía eólica
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Ángel Villarino

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China entra en tromba en la energía eólica

Cerca de 6600 molinos plantados en mitad de las arenas semidesérticas de Gansú. En poco más de un año, el parque eólico más grande del mundo

Foto: China entra en tromba en la energía eólica
China entra en tromba en la energía eólica

Cerca de 6600 molinos plantados en mitad de las arenas semidesérticas de Gansú. En poco más de un año, el parque eólico más grande del mundo habrá terminado de surgir en el oeste chino, ocupando una superficie de más de 1500 kilómetros cuadrados y un puesto de honor en el listado de las mega-obras del gigante.

Su construcción se inició hace un par de semanas y es la prueba definitiva del compromiso que China quiere sellar con el viento y las energías renovables para sacarse de encima la dolorosa factura medioambiental de un desarrollo económico alimentado con carbón durante décadas.

Sólo con esta planta, Pekín espera abastecer las necesidades energéticas de más de 2 millones de familias, alcanzando en 2020 una producción similar a la central hidroeléctrica con más capacidad del mundo, la de la famosa Prensa de las Tres Gargantas, que por supuesto también se encuentra en China.

La progresión es exponencial. Hace cinco años el gigante asiático estaba despegando en el sector eólico. Con un incremento del 100 por 100 anual desde entonces, ya se ha convertido en el cuarto productor del mundo, justo por detrás de España. Ahora, su apuesta es encabezar el ranking antes de 2012, con el permiso de Estados Unidos.

“El parque de Gansú es sólo una parte. El Gobierno tiene proyectados otros 6 o 7 grandes parques como este. En 2020 un 10 por ciento de la energía que consumirá China provendrá del viento”, insistía durante una entrevista telefónica Li Jun Feng, director de la Comisión de Energía de China y vicepresidente del Consejo Global de Energía Eólica.

Fuentes en España confirmaron después que el proyecto eólico chino no les suena a fanfarronada. “No me cabe la menor duda de que a corto plazo el mayor parque eólico del mundo estará en China, o de lo contrario en India. En el caso de China parece que ahora están apostando fortísimo por las energías renovables y tienen suficiente liquidez para llevar a cabo cualquier proyecto”, insistía un alto ejecutivo español del sector.

Según cálculos de la Comisión de Energía de China, cuando la central funcione a pleno rendimiento se ahorrarán anualmente 7 millones de toneladas de carbón y se emitirán a la atmósfera 22 millones de toneladas menos de Co2.

Con todo, el propio Jun Feng admitió que la mega-obra eólica presenta algunos problemas logísticos, como la instalación de una red eléctrica que cubra largas distancias y los costes de obra y mantenimiento. “El problema con la energía eólica es que el viento sopla cuando quiere y la energía no se puede almacenar sino que hay que consumirla en el momento en el que se produce. Si no hay viento, no hay electricidad”, explica Borja García Perona, un experto en el sector energético.

¿Y cuándo no sople el viento?

Para solventar el problema, matiza García Perona, es necesario tener una fuente alternativa, una gran central hidráulica o de combustión que pueda encenderse y apagarse en cualquier momento. “Pero eso crea una inestabilidad enorme en la red eléctrica. Si, como dice el Gobierno chino, el abastecimiento de dos millones de familias depende un solo parque eólico, ¿qué ocurrirá cuando no sople el viento?”.

Algunos países que, como España, apostaron en el pasado por la energía eólica con subvenciones estatales cubren ya alrededor del 10% de su demanda anual gracias a los molinos. En días de mucho viento, España ha llegado a producir el 40% de lo que consume el país.

“Para una nación como China, en el que las instalaciones las sufraga principalmente el Estado, es más fácil invertir mucho en poco tiempo. También tardan menos en hacer las obras porque hay menos trabas burocráticas”, razonaban otras fuentes del sector. Y es que mientras la media para crear un parque eólico de media envergadura en Europa y Estados Unidos se sitúa entre los 4 y 5 años, Jun Feng me aseguró que en poco más de 12 meses podría estar lista la instalación de Gansú.

Parte de las inversiones para el parque provienen del paquete de estímulo 590 miles de millones de dólares aprobado este año por el Gobierno chino para hacer frente a la crisis. El desembolso, indican desde la Comisión de Energía, impulsará la industria local, ya que la mayor parte de los molinos instalados en los seis proyectos eólicos en curso se comprarán a fabricantes chinos.

Otras del sector indicaron que las empresas extranjeras son cautas a la hora de adquirir los molinos chinos. “Realmente no sabemos cuál es su calidad, pero los paneles fotovoltaicos (solares) fabricados en China salieron muy mal, por eso hay bastante recelo. En cualquier caso, antes o después aprenderán y acabarán ofreciendo un producto barato y de calidad”.

Cerca de 6600 molinos plantados en mitad de las arenas semidesérticas de Gansú. En poco más de un año, el parque eólico más grande del mundo habrá terminado de surgir en el oeste chino, ocupando una superficie de más de 1500 kilómetros cuadrados y un puesto de honor en el listado de las mega-obras del gigante.

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