Las tres voces
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Oriente Medio: guía para perplejos
Las cosas por Oriente Medio están tan revueltas que ofrecemos un pequeño resumen de cómo se ha llegado a este caos. Desde el papel de Turquía en el crecimiento de Daesh hasta los atentados de París
Andan tan revueltas las cosas por Oriente Medio que me atrevo a ofrecer a los lectores un pequeño resumen de cómo se ha llegado a este caos. No tiene pretensiones científicas ni respeta demasiado una cronología lineal.
Turquía. La gestión económica de la última generación Ataturk provocó el nacimiento de todo un bloque social mayoritario que no cabía en el paradigma de Ataturk. Al islamismo moderado interior consiguiente le correspondía otra política exterior, ni tan aislacionista ni tan escorada a la OTAN y a Occidente. En cuanto cayó la URSS, Turquía trató de extenderse por toda Asia Central, que, salvo Tayikistán, es de base étnica turca. Pero los países recién independizados prefirieron navegar solos antes que acompañados. La apertura al Este hubo de ser solo económica. Al Oeste falló también la carta UE. Francia exigió un referendo y Alemania externalizó el 'no' en Grecia. De ahí la entrada de ese país en el euro.
Quedaba el antiguo espacio otomano, el Oriente Medio del que les expulsó Reino Unido en 1921 para poner a la casa de Saud. Quizás entiendan ahora por qué Turquía y Arabia Saudí se llevan tan mal y por qué los dos pretenden mandar en el espacio suní. En esa geografía, el AKP contaba con dos socios fraternos. Uno, un amigo personal de Erdogan, Bashar al Asad en Siria, y otro, ideológico, Qatar y sus Hermanos Musulmanes más al sur. La prenda de esa doble amistad era un oleoducto que, naciendo en Qatar y pasando por Siria, terminaría en Turquía y Europa.
La relación con Rusia era estratégica porque Turquía dependía al 60% de los hidrocarburos de su vecino y era su primer cliente comercial. Pero no era fácil, como ya se vio en el caso de Nagorno Karabaj (apoyo a Azerbaiyán frente a la prorrusa Armenia) y de la guerra de Georgia en 2008. En cuanto a Ucrania, los tártaros de Crimea, como antes los abjasios, eran otra fuente de fricción.
'Primaveras árabes'. La llegada de las 'primaveras árabes' se vivió en Ankara con satisfacción, pues se esperaba que su resultado final fuese un islamismo próximo a los Hermanos Musulmanes... y al suyo. Eso, sin embargo, no impidió el juego de la solidaridad religiosa. Militares turcos empotrados en la OTAN avisaban a Gadafi dónde iban a bombardear los aliados. Al tiempo, se rompía la relación estratégica y hasta las relaciones diplomáticas con Israel por el incidente de la flotilla de Gaza.
Finalmente, nada salió como esperaba Ankara. Los Hermanos Musulmanes desaparecieron de Túnez y de Egipto. Asad buscó el apoyo de Irán, el gran enemigo histórico de Turquía, y así se rompió la fe entre los dos viejos amigos, Erdogan y Asad.
EEUU. En Irak, EEUU disolvió el Ejército de Sadam y pusieron al frente del país un chií sectario (Al Maliki) que se dedicó a perseguir a los suníes. Estos buscaron la protección de los militares en paro, también suníes, y lo obtuvieron. Había nacido el Daesh. Entretanto, los kurdos ganaron en su feudo de Erbil una libertad de acción que jamás hubiesen soñado. Cuando la cosa se puso seria y EEUU se fue de Irak, los kurdos jugaron el papel de fiel infantería estadounidense.
Irán. Destripado Irak y para no poner soldados americanos en el frente, a EEUU no le bastaba con los kurdos, así que no le quedó más remedio que recurrir a la otra fuerza real capaz de oponerse al intento de 'Califato' suní: Irán. Y aquí se produce un giro estratégico de altura porque Teherán es el máximo enemigo de Israel, a su vez el máximo amigo de Washington en Oriente Medio.
Francia. París no ve clara esa estrategia y retrasa casi nueve meses el acuerdo nuclear con Irán mientras vende a los suníes, Arabia Saudí y Qatar 50.000 millones de dólares en armas. Da también a Egipto los portahelicópteros Mistral que no ha querido entregar a Rusia. Pero ese Egipto no es ya el de los Hermanos Musulmanes, lo que significa un golpe serio para Qatar y Turquía y una gran victoria para Arabia Saudí.
Rusia. Al ver que Asad pierde Siria, Rusia interviene. Ni quiere renunciar a la base de Tartús ni está dispuesta a que daguestanos, chechenos y otros terroristas que le hacen la guerra en el Caúcaso se alcen con el santo y la limosna en Siria y organicen un caos similar al de Libia o Irak justo a sus puertas. Tras él, cierran filas las iglesias ortodoxa y la católica, pues prefieren a Asad que al Daesh. Rusia sabe que una de las principales razones para el descalabro de Asad es el apoyo turco a los rebeldes. Por ello, y en paralelo a su intervención, rechaza construir el oleoducto South Stream y la central nuclear de Akkuyu con Turquía, prohíbe el tránsito de camiones turcos a Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán y se permite ignorar las reglas de enfrentamiento turcas transitando por su espacio aéreo día sí, día no.
La advertencia es clara. Rusia no solo sabe que su vecino arma al Daesh, cura a sus mllitantes heridos, les hace llegar armas, municiones y suministros y les compra petróleo. Sabe también que Turquía es una potencia revisionista y quiere impugnar el orden del Tratado de Versalles para quedarse con todo el norte sirio-iraquí, que va desde Homs hasta Mosul. Por ello, en lugar de bombardear al Daesh, bombardea a los turcomanos proturcos en la frontera norte de Siria. Turquía contesta abatiendo un avión Su-24. Las represalias rusas no se hacen esperar. Prohibición de importar alimentos turcos, cierre de instituciones culturales en Rusia, imposición de visado y cierre del turismo a Turquía. La escalada militar sigue. Los aviones de bombardeo irán armados, llevarán escolta y protección antiaérea. La OTAN se posiciona sin fisuras tras Turquía, miembro de la organización. Es inquietante porque, según la doctrina militar turca, en caso de guerra con Rusia y en ausencia de armas nucleares, ellos ganarían el enfrentamiento. Pero Rusia ha cambiado su doctrina militar y considera adecuado el uso de armas nucleares en escenarios tácticos.
Atentados en París. Llegan entonces los atentados de París y Hollande abandona su tradicional pro-sunismo y su política ni-ni (ni Asad ni el Daesh), y pide una "gran coalición". Eso quiere decir que el enemigo principal es el Daesh y los kurdos, Irán y Rusia, grandes amigos. A ellos ha de juntarse una gran coalición occidental. Nuevo cambio estratégico de envergadura en favor de Rusia e Irán y contra Arabia Saudí y, en general, los suníes, Turquía incluida.
La UE. Entretanto, se ha producido el éxodo masivo de migrantes y refugiados a Europa. La UE se pone en marcha hacia Ankara, pues entiende que sin Turquía es imposible vencer al Daesh y parar el éxodo. Turquía, aislada diplomáticamente, acepta el paquete de Bruselas: 3.000 millones de ayuda para detener el flujo de los refugiados, fin del visado Schengen para octubre y reanudación de las negociaciones para la plena integración en la UE.
EEUU otra vez. Ya se han dado cuenta de que la oposición 'moderada' a Asad no existe y de que aplicar la receta iraquí a Siria podría tener consecuencias devastadoras. Pero están en pleno remolino. Sin la base aérea turca de Incirlik no pueden atacar al Daesh. Pero sin kurdos pierden la infantería y la guerra. Y Turquía no cede. Para Ankara, los kurdos son "todos terroristas" e incluso peores que el Daesh; por si fuera poco, mete en la cárcel a dos generales y un coronel por haber descubierto un cargamento de armas a Siria. Mientras tanto, sigue la guerra sucia contra periodistas y kurdos moderados, y hasta prohíbe YouTube. En fin, no da marcha atrás.
El sur. Arabia Saudi y Emiratos llevan adelante su propia guerra contra los chíies de Yemen y Bahréin (amplia mayoría social) por medio de mercenarios sudaneses y hasta colombianos que les ha proporcionado Blackstone. Terrible carnicería de civiles y ningún resultado positivo en Yemen.
¿Están ustedes confusos? No son los únicos. A pesar del apoyo irrestricto de la OTAN a Turquía, tres testimonios de altura contradicen esa filosofía occidental. Israel acaba de decir que nunca abatirán a un avión ruso, incluso aunque sobrevuele su territorio. Dos: Richard Haas, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de EEUU, defiende que "Turquía es un aliado occidental solo de nombre" y que Rusia dista de ser el enemigo temible que pinta la OTAN. Tres: Alemania también echa su cuarto a espadas y pide a la UE, en vísperas de firmar un acuerdo con Ucrania, que para no ofender a Rusia se firme también con ella un compromiso de establecer una zona común desde Reino Unido hasta el Pacífico.
China. Por el momento, se posiciona tras Rusia y envía un portaaviones a Tartús. Quizá por ello, el FMI ha revisado su negativa de agosto a meter el yuan en la cesta de monedas globales. Pero falta todavía mucho por hacer. En el Banco Mundial, el peso de China es el de Italia. Pero el presupuesto del BM es de 25.000 millones de dólares, y el País del Centro le ha dado en préstamo, solo a África, 100.000 millones el pasado ejercicio.
El futuro tampoco parece muy prometedor. En la ciudad liberada de Sinjar, los vencedores, yazidíes, kurdos del PKK (terroristas según Ankara) y kurdos iraquíes se han enfrentado a tiros mientras que los alrededores revierten a su primitiva condición tribal.
Bueno, no sé si en estas pocas líneas les he aclarado algo. Para mí, lo que sí está claro es que el arreglo territorial organizado por los vencedores tras la Primera Guerra Mundial, vulgo Sykes-Picot, no va a aguantar todo este remolino. Los suníes no tragan ni un Irak chií ni una Siria alauita (chií). Vamos a ver en qué odre territorial metemos ese vino humano. Sin embargo, parece muy probable que haya de desenterrarse el Tratado de Sèvres que garantizaba la autodeterminación a los kurdos.
Y sin ironías, feliz Navidad. Dediquen un momento a pensar en todos los cristianos y otras minorías salvajemente perseguidas y aniquiladas en ese mundo atormentado que fue la cuna de las tres grandes religiones monoteístas.
Andan tan revueltas las cosas por Oriente Medio que me atrevo a ofrecer a los lectores un pequeño resumen de cómo se ha llegado a este caos. No tiene pretensiones científicas ni respeta demasiado una cronología lineal.