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CETA: las razones de Valonia para decir 'No'
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José Zorrilla

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CETA: las razones de Valonia para decir 'No'

La firma del acuerdo de libre comercio con Canadá ha estado bloqueada por el veto de esta minúscula región de Bélgica. Pero la presunta intransigencia valona no es irracional

Foto: Manifestantes protestan contra el CETA frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas, el 27 de octubre (Reuters)
Manifestantes protestan contra el CETA frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas, el 27 de octubre (Reuters)

Anda Europa de cabeza con esto de que Valonia se haya opuesto durante tanto tiempo al CETA. Y brilla por su ausencia una explicación racional de que tan minúscula y querida parte de Europa, donde se recuerda a España con cariño, haya interpuesto su veto a un acuerdo que va a cambiar el mundo, revolucionar el comercio y hacernos ricos a todos.

Voy a intentar resumir en tres gráficos lo que justifica el "no valón". Y las razones son las mismas o muy parecidas a las que sufren otros espacios de la globalización.

El eje vertical no es numérico sino genérico. Cuanto mas arriba mayor porcentaje. Cuanto mas abajo, menor.

Gráfico 1.- Antes de la globalización.

Marco cuatro grandes datos. Número de empresas, número de trabajadores, beneficios empresariales y precios al usuario.

placeholder © J. Zorrilla
© J. Zorrilla

En este primer gráfico se ve lo que sucede en el modelo tradicional regulado. Hay muchas empresas, dan trabajo a muchos trabajadores, los beneficios son bajos y los precios altos. Es un modelo ineficiente y así lo recoge toda la doctrina.

Gráfico 2.- Llega la desregulación. Muchas empresas desaparecen por consunción o por OPA. Grandes beneficios para los gestores, accionistas e intermediarios. Bajan los precios al consumidor. Y todo esto recae sobre los trabajadores que se van directamente al paro por decenas de millares. La justificación es que la bajada de los precios beneficia a todos, incluidos los despedidos.

Gráfico 3.- Aquí la cosa se complica. Al verse tan reducidas en número, las empresas que han sobrevivido a la sangría forman un cártel. Siguen los beneficios altos, todavía mas altos si caben, sigue el paro para los pobres pero los precios al consumidor suben. El modelo ha pasado de ser simplemente ineficiente a ser ineficiente e injusto.

Y ahora llega la guinda del pastel. Si es usted un Estadofirma el CETA, y quiere poner fin a esta vesania, no puede porque cualquier legislación que disminuya los beneficios de las empresas es susceptible de ser recurrida ante tribunales de arbitraje privados. Como decir, causa perdida.

Anda Europa de cabeza con esto de que Valonia se haya opuesto durante tanto tiempo al CETA. Y brilla por su ausencia una explicación racional de que tan minúscula y querida parte de Europa, donde se recuerda a España con cariño, haya interpuesto su veto a un acuerdo que va a cambiar el mundo, revolucionar el comercio y hacernos ricos a todos.

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