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Juan Soto Ivars

España is not Spain

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Rosa Díez, ¡jódete!

A Rosa Díez se le puso en las narices dar una charla en la UAB en 2010 y encima se queja porque la echaran a patadas

Foto: Un grupo de estudiantes increpa a Rosa Díez en la UAB en 2010.
Un grupo de estudiantes increpa a Rosa Díez en la UAB en 2010.

A Rosa Díez se le puso en las narices dar una charla en la UAB en 2010 y encima se queja porque la echaran a patadas los buenos estudiantes allí congregados. Y para colmo los denuncia.

– ¡Malvada!

Tranquilos, tranquilos. En 2010, en marzo, a seis meses de la Diada, es decir, en un momento caliente, sensible, en una fecha histórica como casi todos los días hasta la victoria final, la diputada de UPyD tuvo la desfachatez de proponerse hablar en un lugar que debe ser protegido de las ideas nocivas: la Universidad. Allí, donde se forman futuros hombres y mujeres rectos y fieles a la nación, cualquier injerencia extranjera podría poner en peligro el ecosistema.

Rosa Díez en la UAB es, no sé, como un brote de salmonela en un hospital. La Universidad debe ser preservada de debates, debe mostrar un mundo de ideas afines, y Rosa Díez, la española, la españolista, representaba una contaminación. Un grupo de valientes jovencitos, defensores de la dignidad de la nación y de su limpieza, increparon a la española y consiguieron que abandonase el ágora protegida por unos colaboracionistas disidentes.

La Universidad debe ser preservada de debates, debe mostrar un mundo de ideas afines, y Rosa Díez, la española, la españolista, representaba una contaminación

La diputada ha interpuesto una denuncia a los valerosos jóvenes. Considera que estos impidieron el derecho a reunión, exaltaron la violencia y la agredieron verbalmente. ¿Cómo? ¡Si fue ella la que impidió el derecho a reunión, la que exaltó la violencia y la que agredió verbalmente! Mientras Rosa Díez ocupaba el salón de actos no podían reunirse allí los estudiantes a debatir en un ambiente distendido sobre el futuro y la grandeza de la nación. Así que, en cuanto Díez abrió la boca y saludó en español, la cosa estuvo fuera de lugar.

Hay quien piensa en estos fueros que lo que dijo Rosa Díez provocó a los estudiantes. ¿Acaso los toma por tontos? Los estudiantes están muy preparados y ya sabían, de antemano, lo que iba a decir la ponente. Los estudiantes acudieron a su provocación con una grandiosa pancarta en la que se leía: “No queremos a Rosa Díez aquí. Fuera fascistas”. También trajeron banderas esteladas como amuleto protector contra las brujas españolas, que dice la leyenda que ante la cruz se tuesta el vampiro y ante la estelada enmudece el espanyol.

Bien. Así están las cosas. La denuncia se ha tramitado y nuestros cinco valerosos chicos tendrán que sentarse en el banquillo ante un tribunal cuya autoridad quedará en entredicho si los condena. Por eso, el Frente Popular de Judea, las CUP, han presentado una moción de censura contra UPyD para congelar el juicio. PSC, CiU y ERC han votado a favor y el PP se ha abstenido. En el texto de la moción de las CUP se lee que el partido magenta es “un movimiento españolista” que “utiliza el odio contra la nación y la lengua catalana” y califica el acto de Díez en la UAB como parte de una campaña de crispación y como un “acto de propaganda anticatalanista” para extender la “catalanofobia”.

Sabias y comedidas palabras las de la moción de las CUP, un partido caracterizado por su moderación (recuerden que el diputado enseñó la chancla, no atacó con ella).

Entre Rosa Díez y Adolf Hitler hay una diferencia bastante somera que quizás pueda ser aislada y estudiada por los jóvenes sutiles de la UAB en los años sucesivos. Será un tema de estudio apasionante. “Rosa Díez y Adolf Hilter, diferencia si la hubiera”

La catalanofobia duele en cada palabra emitida desde Madrid, como se llama por aquí al Gobierno, pero enfada cuando se emite desde un templo del saber catalán como la UAB. Podemos soportar lo catalanófobo si está rodeándonos, cercándonos, amenazándonos y mofándose de nosotros en la periferia, pues estamos acostumbrados: son siglos soportando la humillación. Pero no estamos dispuestos a soportar una provocación catalanófoba en nuestra mismísima universidad.

Cualquier acto que niegue la grandeza universal de Cataluña y que se atreva a insultar a la nación diciendo que es una parte de España será castigado: frontalmente, con el boicot, e institucionalmente con las mociones de censura de los portavoces de la ortodoxia nacional.

El hecho de que PSC haya votado a favor de la moción de censura y que PP se haya abstenido en lugar de votar en contra es una muestra de que el enemigo está acobardado. Dicen las malas lenguas que estas votaciones responden al miedo que PSC y PP tienen al partido de Rosa Díez, de la estrategia de ninguneo a que someten a UPyD. Analistas torpes y mangantes consideran que si un partido como el PSC y otro como el PP apoyan una moción donde se califica a UPyD poco menos que como antidemocrático, es porque PSC y PP temen a UPyD.

Jódete, Rosa Díez. Tus ideas y tus palabras son fascistas, dañinas y extranjeras, ni siquiera merecen oídos. Entre tú y Adolf Hitler hay una diferencia bastante somera que quizás pueda ser aislada y estudiada por los jóvenes sutiles de la UAB en los años sucesivos. Será un tema de estudio apasionante. “Rosa Díez y Adolf Hilter, diferencia si la hubiera”.

En cuanto al tema que nos ocupa, te advierto: retira la denuncia a los valientes jóvenes y arrodíllate ante la moción de censura. Disuelve tu partido fascista y no vuelvas por aquí.

Firmado: el Pueblo.

A Rosa Díez se le puso en las narices dar una charla en la UAB en 2010 y encima se queja porque la echaran a patadas los buenos estudiantes allí congregados. Y para colmo los denuncia.

Rosa Díez UPyD Cataluña