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Seremos ancianos hermosos en un gran país
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Juan Soto Ivars

España is not Spain

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Seremos ancianos hermosos en un gran país

Un libro y un documental. Dos manifestaciones artísticas muy distintas que recogen los fragmentos dispersos de España para emitir un canto redentor. Y tienen a dos profetas paganos en el centro

Foto: Varios ancianos toman el sol en unos bancos de Olmeda de la Cuesta, Cuenca, en una foto de archivo. (EFE)
Varios ancianos toman el sol en unos bancos de Olmeda de la Cuesta, Cuenca, en una foto de archivo. (EFE)

España es esa cosa fascinante que se crece en los malos tiempos, cuando las masas corren desencantadas y se estrellan contra la idea de país como puntas de icebergs contra el casco del barco que nos lleva. Ocurrió en el 98, en el 31, en la Transición y está ocurriendo ahora. Y el arte nos advierte y, si nos dejamos, nos consuela. Los políticos se inhiben de referirse a la cultura. El otro día se escandalizaba Ignacio Merino, ¡ni uno habla de cultura en el debate, ni uno! Y yo creo que tenemos que estar felices por ello porque dado el nivel de los candidatos estrella en temas culturales, la cultura está mejor sin su protección. Y de hecho, ya está cimentando el camino del nuevo proyecto de país que los políticos buscan entre demagogias y duelos.

Voy a referirme a dos obras recientes. Dos obras que van a gustar a quien me esté leyendo y ande con la pesadumbre que nos entumece desde que descubrimos que nuestra economía es de chichinabo y que nuestras instituciones son peores todavía. Una obra es el libro de Manuel Astur 'Seré un anciano hermoso en un gran país' (Sílex), y la otra es el documental de Mercedes Moncada 'Mi querida España'. Son dos manifestaciones artísticas muy distintas, pero recogen los fragmentos dispersos de España para emitir un canto redentor, y tienen a dos profetas paganos en el centro. Dos profetas vanidosos y certeros.

Con solo 35 años, Manuel Astur ha decidido escribir el primer volumen de sus memorias, que son los recuerdos de un joven nacido en democracia y elevan la idea de España a una categoría generacional. Astur construye un relato de las vivencias de un tipo nacido en la Transición, y le da la forma de una peripecia vital que va del desencanto juvenil y el desapasionamiento a una edad adulta de compromiso, y de amor por lo que nos une. Su lectura les vendrá muy bien a quienes sean más mayores: comprenderán la idea de país que tenemos nosotros y descubrirán que combina con la suya; pero también será un libro valioso para los cínicos y los posmodernos de mi generación, que siempre ponen muecas de asco cuando alguien dice la palabra España.

La lectura del libro de Manuel Astur vendrá muy bien a quienes sean más mayores: comprenderán la idea de país que tenemos nosotros

Con un estilo elevado y lírico, casi umbraliano, el libro de Manuel Astur nos entrega reflexiones cada vez más alejadas del pesimismo y la derrota, donde el 'typical spanish', el vuelva usted mañana, lo cutre, lo rancio, lo mal terminado, se colocan en el plano del amor. Decía el autor en una entrevista a raíz del libro que “hace falta dejar de usar a España como chivo expiatorio. Lo bueno siempre lo consigue nuestra provincia, o nuestra ciudad, o nuestro pueblo. En cambio, todo lo malo viene porque vivimos en una mierda de país y todo está fatal y la culpa es de España. Hace falta dejar de pensar que España son los demás. Es muy peligroso este esquema mental según el cual la culpa siempre es de los otros y nosotros nos lavamos las manos”.

El documental de Mercedes Moncada, al final, sí busca a los culpables, pero encuentra culpables concretos, casi tangibles. Elige como profeta a nuestro mejor entrevistador, después de Soler Serrano: Jesús Quintero. 'Mi querida España' es una historia de la democracia española a través de las entrevistas del dandi sevillano, donde los personajes clave de la Transición -desde Suárez, González o Aznar a los etarras y los miembros del GRAPO- se mezclan con quinquis, banqueros, drogatas, santeras y demás personajes del gran carnaval de nuestra vida corriente, con letra y música de las chirigotas de Cádiz.

'Mi querida España' es un documental, una historia de la democracia española a través de las entrevistas del dandy sevillano Jesús Quintero

Pero la película no es un simple documental, tiene también mucha lírica, y bien calzada. Su autora intercala grabaciones hermosas de los bosques andaluces y una montería. Los perros, los cazadores y las bestias adquieren una potencia solemne y una belleza sobrecogedora, mitológica. Y la voz de Quintero y sus invitados nos lleva a través de las brumas del tiempo hasta la corrupción y la sangría actuales. Se pregunta Cecila en la canción que da nombre a la película: "¿Quién pasó tu hambre, quién bebió tu sangre cuando estabas seca? Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra...". Y tengo la sensación de que tanto Astur como Moncada han intentado indagar en estas preguntas, en este duelo y en esta celebración.

Pueden ver ustedes el documental en Filmin, y hoy, viernes, presentaré a Manuel Astur en Barcelona. Será en la librería Calders, entre amables catalanes con los que hablaremos de este país contradictorio, doloroso, bello y lleno de oportunidades, que nada tiene que ver con aquel otro de Franco del que hablan siempre en Cataluña.

España es esa cosa fascinante que se crece en los malos tiempos, cuando las masas corren desencantadas y se estrellan contra la idea de país como puntas de icebergs contra el casco del barco que nos lleva. Ocurrió en el 98, en el 31, en la Transición y está ocurriendo ahora. Y el arte nos advierte y, si nos dejamos, nos consuela. Los políticos se inhiben de referirse a la cultura. El otro día se escandalizaba Ignacio Merino, ¡ni uno habla de cultura en el debate, ni uno! Y yo creo que tenemos que estar felices por ello porque dado el nivel de los candidatos estrella en temas culturales, la cultura está mejor sin su protección. Y de hecho, ya está cimentando el camino del nuevo proyecto de país que los políticos buscan entre demagogias y duelos.