La Policía descubre que Podemos celebra ritos satánicos en sus sedes

En los últimos 15 días se ha popularizado un comentario en tertulias y editoriales de dominical: Podemos significa ruina económica y destrucción de España. Yo, que me preocupo porEspaña y no quiero ser pobre como un griego ni hacer colas para comprar pañales cual venezolano -sobre todo porque, como no tengo hijos, si compro pañales significa que me falla algún esfínter-, hago un repaso de hemeroteca que me permita profundizar en el contenido de este vaticinio fatal.

Si nos ceñimos a los titulares de los medios en lo que va de año, los podemitas se las han apañado para, además de negociar las investiduras y tratar de poner orden entre sus distintas confluencias, verse envueltos en un viaje turbio a Venezuela pagado por Maduro para visitar a miembros de ETA de la manita de la CUP, insultar al Rey y pedir que se lo “guillotine” y que lo tiren “a los tiburones”, planear el cierre de todos los medios privados, traficar con droga, asaltar más capillas, chantajear al PSOE yocultar una financiación fraudulenta iraní que investigó la UDEF.

Por si fuera poco, una fundación afín a Podemos asesoró a Chávez sobre “cómo encarcelar periodistas” (sic), Tsipras se jactó “de que su modelo populista triunfe en España” (sic), Pablo Iglesias “ahorró 43.000 euros más de lo que declaró haber ganado en 2014” (sic), Carolina Bescansa “es hija de una dinastía” (sic), por no hablar de la castración y la humillación a los Tres Reyes Magos que Carmena llevó a cabo para destruir psicológicamente a la hija de Álvarez de Toledo.

Esto, claro, ciñéndome solo a 15 o 20 días de hemeroteca, y en parte gracias a la ayuda de Pablo Casado, que ha glosado muchas de las presuntas informaciones hoy en una comparecencia de prensa. Es decir: todo bien integradito en el argumentario del PP.

Parece que no es un partido más. Sus arribismos no son como los del PSOE, son peores. Sus intereses creados no son como los de Ciudadanos, son peores

Bien. Es verdad que en 15 días hay muchísima tela que cortar y muchos motivos para dar caña a Podemos, cuya financiación presenta sombras según el informe de la UDEF, que está siendo altanero en sus negocios de investidura, bisoño en sus exigencias y ridículo, pura política líquida, en sus maneras de prometer los escaños del Congreso. El adanismo podemita resulta irritante, sus contradicciones internas se hacen evidentes a medida que se aproximan al poder real y, en dos semanas, sus dirigentes han tenido tiempo de sobra para meter la pata de muchas formas. Para colmo, el partido tiene un bonito cristo de confluencias y tensión interna digno de convertirse en sainete.

Pero parece que no es un partido más. Sus arribismos no son como los del PSOE, son peores. Sus contradicciones y sus intereses creados no son como los de Ciudadanos, son peores. Sus intenciones no están en su programa: están en tuits del pasado, en vídeos de YouTube, en las palabras de Pablo Casado. Ciñéndome a la descripción de la prensa en los últimos días, Podemos es un Frankenstein con trozos de Castrismo, Revolución de los Ayatolás y Batasuna, con la misma forma de financiarse que el PP. ¡Lo peor de cada casa! ¿Pactos? ¡Cualquiera menos ellos!

Y digo, llevándome las manos a la cabeza: ¿aesta gentuza filoetarra y corrupta han votado millones de mis compatriotas? ¿Estamos todos locos? Llamo por teléfono a mi mujer, que los votó, y la amenazo con separarme de inmediato si no reconduce sus ideas políticas. Ella me cuelga y me manda una noticia por WhatsApp, que me apresuro a contrastar. Es cierta:

El ayuntamiento de Ada Colau ha impuesto una cláusula social que afecta a siete bancos, todos grandes, intocables. El consistorio se reserva el derecho a denunciar unilateralmente cualquiera de sus contratos bancarios “en caso de que las entidades lleven a cabo actuaciones en el ámbito social contrarias a la estrategia del Gobierno de la ciudad”, es decir: romperán con los bancos que propongan a particulares hipotecas opacas o les impongan comisiones fraudulentas. Además, han negociado una rebaja del 14% en las comisiones que paga el consistorio a estos bancos, con lo que se calcula que la ciudad ahorrará 234.000 euros durante este ejercicio.

Colau dijo en Facebook que, en la medida de sus posibilidades, el ayuntamiento presionará a los bancos para que establezcan códigos de buenas prácticas. Y yo, mal pensado porque la prensa me hizo así, me pregunto si no serán estos, precisamente, los atentados terroristas podemitas que tanto temen algunos.