"Al emprendedor que quiere tener éxito le encanta la farándula"

A menudo parece que esto de emprender es la mar de divertido: charlas, entrevistas, eventos, networking... Sin embargo, todo buen emprendedor sabe de sobra que montar tu propia empresa y sacarla adelante es muy, pero que muy duro.

Y es quela pasión por el éxito empresarial a veces te lleva por otros derroteros. Esa es la visión del catalán Pepe Agell, de la empresa Chartboost, con sede local en Silicon Valley, que asegura que a veces los emprendedores se comportan de una manera distinta a la que deberían exhibir: “En España muchas veces el que tiene éxito es envidiado. Y luego, el que tiene éxito -y el que no lo tiene pero lo quiere- se meteen esa aureola un poco farandulera de vender una figura idealizada del emprendedor”.

Así lo cuenta en el decimoquinto capítulo de Emprendedores e innovadores: de Silicon Valley a Israel, el documental sobre los dos polos de innovación tecnológica mundial producido por los premios EmprendedorXXI de Caixa Capital Risc con la colaboración de El Confidencial y Teknautas.

En esta ocasión les hemos preguntado a nuestros entrevistados por la dureza que entraña emprender en estos dos focos. Para ello, además de con Pepe Agell, hemos hablado con Roger Casals (Symantec), Carlos Emilio Gómez (Google) y Santi Arañó (Softonic).

Agell lo tiene claro: “Emprender da momentos muy gratificantes, pero también muchas ojeras, muchas horas de poco sueño y días muy largos y muy duros”. Y eso nos lo cuenta el representante de una empresa como Chartboost, que está atesorando un éxito galopante en Estados Unidos y que el año pasado levantó 19 millones de dólares de financiación.

Sin embargo, “incluso los momentos de satisfacción son duros de digerir, es un momento muy impactante”.

Quince días para abandonar EEUU

Para Carlos Gómezuna de las cosas más duras es que Silicon Valley “es muy competitivo. Casi cualquier empresa que venga va a conocer a otras que están haciendo lo mismo y, probablemente, a un nivel superior. Es un mercado donde hay muchos jugadores de peso”.

"Nos fuimos sin billete de vuelta, no sabíamos si íbamos a poder conseguir un visado para volver a Estados Unidos”.

Por suerte, “al cabo de un mes y medio conseguimos un nuevo visado. Pero, hasta entonces, estuvimos gestionando la empresa desde España y cruzando los dedos para poder volver, porque hay gente que no puede volver”.

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