¡Te han tocado 87.600 euros!

Acabas de empezar el año y tienes 87.600 euros. ¿No está mal, verdad? Y no, no te ha tocado la Lotería de Navidad. Ni siquiera la del Niño. Es el resultado de multiplicar 365 días x 24 horas x 10 euros la hora (por poner una cifra redonda).

Siempre se ha dicho que “el tiempo es oro” (o dinero), pero en realidad no nos lo acabamos de creer, o no lo gestionamos como si realmente lo fuera. Porque, si lo hiciéramos, seguramente no lo despilfarraríamos como lo hacemos.

Por eso, te propongo que este año no cuentes tu tiempo en horas, sino en euros. Y consideres que el tiempo que dedicas a hacer algo es una inversión o un gasto, como en una familia o en una empresa.

Control del tiempo

Lo primero que uno hace cuando quiere ahorrar o ser más eficiente es llevar un control de los gastos y luego examinar qué gastos son productivos y cuáles no, para decidir cuáles se puede recortar y cuáles no.

Analiza cuánto tiempo dedicas a dormir, a trabajar, a estar con la familia y con los amigos, a hacer deporte, a ver la TV o a las redes sociales

Del mismo modo te propongo que durante un día, una semana, quince días, un mes… (cada uno lo que pueda), lleves un control exhaustivo de tu horario, desde que te levantas hasta que te acuestas, anotando lo que haces.

No hace falta que sea una lista de tareas, puede ser por bloques de media hora, una hora, dos horas… y la mejor herramienta es utilizar el calendario de tu móvil, en formato semana vista, como los horarios de clases.

Análisis de los datos

Una vez lo hayas hecho analiza los resultados: cuánto tiempo dedicas a dormir, a trabajar, a estar con la familia y con los amigos, a hacer deporte, a ver la TV, a las redes sociales…

Normalmente coincide que lo que haces en un día es lo que sueles repetir todos los días (al menos, los días laborables). Por lo que se puede hacer una media de todo lo que haces en tu vida, actualmente.

Si quieres, puede llegar a un nivel de detalle mayor y registrar, dentro del horario de trabajo o de estudio, cuánto tiempo dedicas a una tarea, cliente o asignatura,  como hacen muchos profesionales que facturan por horas.

Conclusiones y decisiones

Tras el análisis de datos llega el momento de sacar tus propias conclusiones: a qué le estás dedicando demasiado tiempo, a qué le dedicas, quizá, muy poco y deberías dedicarle más (familia, formación, ocio…).

Sé honesto y no te hagas trampas al solitario. Ponlo todo, hasta lo que te dé más vergüenza porque no es para enseñárselo a nadie. Es para que seas consciente de cómo gestionas tu tiempo. Sólo a partir de ahí podrás mejorar.

Y a la vista de esas conclusiones, toma tus decisiones: ¿a qué quieres dedicar tu tiempo este año?, ¿en qué te vas a gastar los 87.600 euros que te han tocado con el Año Nuevo?, ¿en qué te los estás gastando ya?

Productividad y felicidad

Quiero aclarar que cuando hablo de tiempo productivo no me refiero sólo al tiempo dedicado al trabajo o al estudio, sino a todo aquel tiempo que produce unos resultados, que están orientados a conseguir nuestros objetivos.

Por eso, ni todo el tiempo que dedicamos al trabajo o al estudio es productivo, porque no todo produce resultados, ni todo el tiempo que dedicamos a la familia, los amigos, el deporte, el ocio o (incluso) el descanso es improductivo. La finalidad del ser humano es ser feliz, bien en su vertiente de éxito profesional, bien en su vertiente personal o familiar. Y, por tanto, todo el tiempo que produzca resultados en la línea de ser feliz es un tiempo productivo.

Hemos construido un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos

Se atribuye a Emilie Hernri Gauvreay la frase: “Hemos construido un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan".

Y, del mismo modo, se puede decir que “gastamos el tiempo que no tenemos en cosas que no nos producen ningún resultado para conseguir el objetivo último de nuestras vidas, que es la felicidad”.

Con una diferencia, y es que el tiempo es un bien finito, más finito que el dinero. El día tiene 24 horas y la vida, unos pocos años (que no conocemos), y el tiempo que le dedicamos a algo o a alguien no se lo dedicamos a otra cosa o persona.

¿Cómo ser más productivos?

Haz billetes. Conviértete por un momento en Casa de la Moneda y emite billetes de 5, 10, 20 euros. O, si prefieres, billetes simbólicos de media hora, de una hora, de dos horas… y empieza a repartirlos a las personas que te rodean.

¿Cuánto tiempo vas a invertir en trabajar, en general, o en determinadas tareas o clientes que quizá te aportan poco?, ¿cuánto tiempo vas a invertir en tu pareja, hijos, familia o amigos?, ¿cuánto en tu formación, deporte, ocio o descanso?

Siéntete por un momento como un inversor en Bolsa y maneja tu tiempo como si fuera el dinero que inviertes en determinados valores. Invierte en aquellos que te produzcan más beneficio/felicidad, y desinvierte en los que te aporten poco.