Wyoming se declara a Zapatero

A los rojeras les encanta. Como bien dijo un tal cuyo nombre ahora no recuerdo, cualquier doctrina política se entiende mejor aderezada con un striptease. También dijo, y no se equivocaba, que las cadenas, incluso las más conservadoras en su accionariado, han decidido que la derecha no tiene sentido del humor ni habilidad para el espectáculo. Que la derecha no entretiene al pueblo. Que aburre con su ceño fruncido y sus homilías.

 

Lo peor es que gran parte de todo eso es cierto. Lo es que la derecha aburre al pueblo. Lo es que la derecha apenas trabaja el sentido del humor.

La izquierda, por el contrario, mucho más ducha en el arte del espectáculo, en el trasiego mediático, en la importancia de las teorías de ese crack llamado McLuhan (el medio, desde luego, es el mensaje), ha montado un señor recinto ferial, que se extiende mucho más allá de laSexta y que se encarga de alimentar la paranoia de sus feligreses. Ya lo decía mi amigo, cualquier doctrina política se entiende mejor aderezada con un buen striptease.

Y hay que reconocer que Buenafuente o Wyoming saben desnudarse. A uno le pueden gustar más o menos sus muslos, pero lo que es innegable es que cada día los enseñan mejor. Infinitamente mejor, por ejemplo, que Curry Valenzuela o Buruaga, que también son humoristas, pero que no tienen gracia. Lo suyo es una cuestión de mala entonación. Curry es, en el argot de guardería, el hombre del saco. Buruaga, el coco.

Los titiriteros, sin embargo, saben reírse de los demás y también, y sobre todo, de sí mimos. Lo hacen a diario. Pero sobre todo lo hacen con gracia, con sorna, con sarcasmo. Reconoce Wyoming a menudo en El Intermedio que Zapatero le ha regalado una cadena para hacerle la pelota. Él sabe que, en el fondo, lo que dice es totalmente cierto. Pero una vez dicho, dicho con el mayor de los descaros, sin rubor, el asunto queda desprovisto de la menor relevancia. Lo trascendental en estos programas no existe, porque lo trascendental aburre, amarga, apena, entristece, aflige, contraria, abate a las masas.

El mejor ejemplo de lo expuesto tuvo lugar este lunes en el programa de laSexta. Wyoming era el ayo travestido, pintado como una puerta y loco de amor por su amo, Zapatero, que había reconocido previamente, en la entrevista concedida a Mamen Mendizábal, que lo único que ve en televisión es El Intermedio.

Viendo vídeos como éste, sinceramente, no me extraña. Al César lo que es del César. Y hoy por hoy, El Intermedio es, sin lugar a dudas, el programa mejor guionizado de la televisión. 

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